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La ex ministra Silva altera la política ambiental de Lula

La ecologista critica el nuevo marco regulatorio del petróleo

La afiliación de la senadora y ex ministra de Medio Ambiente de Brasil Marina Silva al Partido Verde (PV) y su probable candidatura a las elecciones presidenciales de 2010 ha revolucionado enseguida la política medioambiental del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva. Esta ecologista de 51 años abandonó en agosto el Partido de los Trabajadores (PT), formación a la que pertenece el presidente brasileño, después de tres décadas de militancia.

Ante el peligro que supone Marina Silva, Lula, que posee un formidable olfato político, ha ordenado con carácter de urgencia un plan de desarrollo sostenible centrado en la Amazonia. Un proyecto al que ya se le llama el PAC del medio ambiente, haciendo referencia al otro PAC (Programa de Aceleración del Crecimiento), con un presupuesto millonario para la creación de infraestructuras en todo el país.

La precandidata del líder brasileño para los comicios, la ministra Dilma Rousseff, ha sido siempre considerada por Lula como "la madre del PAC", un programa precisamente criticado, en parte, por la ex ministra Silva, que dejó el Gobierno por sus contrastes con la política de Rousseff.

Ahora, con una jugada maestra, el presidente ha convertido también a su precandidata en la madre del otro PAC, el medioambiental. De esta manera, Lula hace frente a la bandera ecologista de la candidata verde, llamada a recoger todos los anhelos de defensa del medio ambiente de Brasil, sobre todo de los sectores más jóvenes.

Marina Silva ya ha anunciado que el Partido Verde, al que se afilió el 30 de agosto y que en este país capitaliza aún pocos votos, deberá reestructurarse profundamente para agregar nuevos militantes, convencidos de la importancia que tiene la cuestión ecológica para Brasil, con sus riquezas ambientales y sus posibilidades de convertirse en la potencia mundial de los combustibles alternativos.

La senadora criticó el sábado la posición del Gobierno sobre el nuevo marco regulatorio del petróleo. Silva arremetió contra el Ejecutivo por impulsar un tratamiento urgente a la nueva legislación petrolera que otorga más poderes al Estado en la explotación de los campos gigantes descubiertos desde 2007.

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La ex ministra, firme en sus convicciones, ha ofrecido una respuesta muy diplomática a la pregunta sobre qué nota daría al Gobierno de Lula en la cuestión medioambiental: "Cuando se quiere apenas detectar el problema, se da una nota. Pero cuando lo que queremos es ayudar a resolver el problema, lo que hacemos es analizarlo", aseguró. "Lo fundamental es que nos atengamos más a la autoridad de los argumentos que al argumento de las autoridades", añadió.

Los analistas ya comentan que Marina Silva, aún antes de ser candidata, ya está tiñendo de verde la política del Ejecutivo del ex metalúrgico Lula.

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