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Tamara Rojo y Querejeta despiden la Expo que hizo a Zaragoza capital del agua

Un espectacular baile pirotécnico pone fin a tres meses de exhibición - Los Reyes han presidido la ceremonia de clausura a la que ha asistido también Zapatero

Zaragoza ha dado por concluidos esta noche tres meses de esfuerzo colectivo como capital del agua con la ceremonia de clausura de la Exposición Internacional de 2008, en la que la danza de Tamara Rojo y un audiovisual filmado por Gracia Querejeta dejarán para siempre en el recuerdo este evento.

El Palacio de Congresos, como en la apertura de la Expo, ha sido el escenario escogido para la despedida de este encuentro dedicado al agua y el desarrollo sostenible, una ceremonia que han presidido los Reyes, acompañados por el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y su esposa, Sonsoles Espinosa, y la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa.

La ceremonia comenzó en torno a las 20.00 horas con la proyección del audiovisual Llegará la tormenta, con el que Gracia Querejeta repasa los hitos de este acontecimiento guiados por la cabalgata con la que el Circo del Sol ha recorrido el recinto de la Expo a diario. Durante estos tres meses, más de cinco millones y medio de visitantes han pasado por la muestra, entre ellos, destacadas personalidades como el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el último líder de la URSS, Mijail Gorbachov, el presidente de México, Felipe Calderón, el príncipe heredero de Holanda, Guillermo Alejandro, y el de Japón, Naruhito.

A la clausura, que se convirtió en un homenaje al agua, el motor de las actividades y espectáculos que ha acogido la Expo durante 93 días, también asistieron los miembros del Gobierno de Aragón y del Ayuntamiento de Zaragoza, encabezados por sus máximos responsables, Marcelino Iglesias y Juan Alberto Belloch, y el presidente de Expoagua, Roque Gistau, quienes compartieron este momento único con cerca de 1.500 invitados.

Iconos de la expo

La Torre del Agua, el Pabellón Puente, el de España y el de Aragón, los espectáculos Iceberg y el Hombre Vertiente y la escultura El alma del Ebro son algunos de los iconos de la Expo que se reflejan en el audiovisual, a los que se unen los voluntarios, los visitantes y las personalidades que han pasado por uno de los elementos diferenciadores de la muestra, la Tribuna del Agua.

Conducida por el actor Lluís Homar, la gala prosiguió con la lectura de la Carta de Zaragoza, a cargo del ex secretario general de la Unesco y presidente de la Fundación Cultura de Paz, Federico Mayor Zaragoza, quien trasladó al auditorio las recomendacones en torno a la gestión del agua surgidas precisamente de la Tribuna del Agua.

Tamara Rojo, primera bailarina del Royal Ballet de Londres, ha ofrecido una imagen nostálgica del mar con el espectáculo Ella es agua, la historia de amor de una sirena que abandona su medio por amor y se convierte en mortal. Apoyada con imágenes, Rojo, con el planeta azul entre sus manos como metáfora de la fragilidad del mundo, emuló con su danza los vínculos que unen al hombre con el agua como epílogo de la Expo.

Esta primera parte de una clausura de la Expo ha dado paso a un cena para los invitados antes de los esperados fuegos artificiales a cargo de la compañía Grupe F, una creación de unos 40 minutos de Christophe Berthoneau titulada Los paisajes del río, con música del compositor Philip Glass.

Zapatero hace suya la Carta de Zaragoza

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha hecho suyas las recomendaciones de la Carta de Zaragoza, legado intelectual de la Exposición Internacional, en torno al uso sostenible del agua, y se ha comprometido con la ejecución de las premisas que contiene. Durante su intervención en la ceremonia de clausura, ha expresado, en nombre de todo su Gobierno, su compromiso con el documento y ha asegurado que lo llevará a la práctica "en el desarrollo de iniciativas medioambientales y en la actividad de cooperación internacional".

El presidente ha dicho además que la Expo de Zaragoza que ha concluido este domingo se ha erigido en una "excelente portavoz" de las prioridades del Gobierno y de los compromisos de España con el agua y la solidaridad, en un país que, ha añadido, está dando un giro social y político en la dirección del desarrollo sostenible, porque eso es lo que garantiza la calidad de vida y el deber de transmitir un bien legado a futuras generaciones.

El presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, ha asegurado por su parte que la comunidad que preside se ha convertido en una "referencia internacional" en el mundo gracias a la celebración de la Exposición que concluye hoy, un evento que a su juicio ha generado importantes transformaciones sociales, culturales y económicas.

Durante su intervención en el acto de clausura, que han presidido los Reyes, Iglesias ha advertido que Aragón no tiene la intención de "cerrar las puertas de las ilusiones" que se abrieron con la inauguración de la muestra. "La Expo 2008 ha sido un eslabón en una cadena de transformaciones sociales, culturales y económicas" de Aragón, ha dicho. Por ello, la Expo "no es el final, sino el inicio de una nueva etapa, más ambiciosa, de más confianza y de más oportunidades".

El Rey don Juan Carlos I, por su parte, ha pedido que actos como éste animen a "acometer juntos nuevos proyectos que nos sirvan de estímulo para construir unidos una España siempre mejor". Además, ha asegurado que el acontecimiento de la ciudad aragonesa se cierra "con la gran satisfacción y el orgullo de haber permitido a España presentarse de nuevo ante el mundo como un gran país moderno y dinámico, con probada capacidad organizativa".

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