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Reportaje:

Lupo Barcelona viaja a Tokio

La marca de complementos espera facturar 21.130 euros en su primer año en Japón

Lupo Barcelona, la marca española de complementos en piel, ha abierto hace unos días su primera tienda en el extranjero. El lugar elegido ha sido la capital de Japón, uno de los mercados más complejos y el más exigente del mundo, en donde ya cuenta desde 2005 con una filial, Lupo Japan, que comenzó como sucursal en 2003, y con corners fijos individuales, es decir, con espacios personalizados, en el prestigioso gran almacén de lujo Mitsukoshi en Tokio, desde 2003, y en el de Osaka, desde 2005.

La empresa familiar, que ha multiplicado por tres su facturación en los últimos seis años, también estudia su posible desembarco en China

El volumen de negocio previsto para la tienda de Tokio, en la que Lupo Barcelona ha invertido 350.000 euros, es de tres millones de yenes (21.130 euros) para los próximos 12 meses, indica José María Morenete, director general del negocio familiar de artesanos de la piel, del que es propietario junto con sus hermanas, Cristina, directora de Marketing, y Mireia, diseñadora.

La empresa tiene sus orígenes en 1920, cuando el abuelo de la familia comenzó la elaboración a mano de baúles y bolsos de viaje. Lupo Barcelona, creada en 1989 cuando los tres hermanos percibieron que "había una conexión" entre sus profesiones "y de que faltaba en el mercado un tipo de bolso de diseño", registró un volumen de negocios consolidados de siete millones de euros en 2005, en que creció en producto propio en un 43% y un 32% en producto global. Japón ya supone el 10% de su facturación global. Para 2006, la empresa confía en alcanzar los nueve millones de euros.

En los últimos seis años ha multiplicado por tres la facturación, ha abierto la oficina de Madrid y ha inaugurado showrooms en Bélgica y en Italia, entre otros países. "Italia, cuna del diseño, la moda y la piel, es nuestro principal mercado de exportación", asegura José María. La política de expansión en Japón, que podría incluir abrir una segunda tienda en Osaka, la segunda ciudad fuerte en moda en el país, "se marcará en función de esos resultados".

"Vamos a ver cómo funciona la sucursal de Tokio y, si tiene éxito, será algo muy importante para la imagen de la marca. Éste es un paso fundamental porque ahora vamos a tener la información del consumidor de forma directa, lo que nos permitirá evaluar sus gustos sobre formas y colores".

"Japón es un mercado complicado porque en él están presentes las principales firmas de lujo del mundo y en él hay un nivel de consumo altísimo y un nivel de calidad que no tiene nada que ver con los estándares europeos porque lo que en nuestro continente es más que correcto en el país asiático puede que no sea suficiente", apunta Cristina Morenete. Recuerda que "muchas marcas de todos los sectores usan Japón como un banco de pruebas para sus productos, dado que si el mercado nipón lo acepta es que la calidad es muy alta, inigualable".

Aunque el coste de la mano de obra en Japón es muy alto, Lupo fabrica en un taller a las afueras de Tokio desde hace cuatro meses para, según José María, "ganar en flexibilidad de producción, en rapidez de entrega y porque dejaremos todo lo que es el gasto financiero, de stocks fijos en Japón".

"Hemos adaptado el producto al mercado japonés, como pretendemos hacer en el resto de los países en los que estemos presentes para dar mejor servicio y atender mejor su demanda específica. De ahí que para Japón hagamos, junto a los bolsos en los colores habituales, otros en tonos aguamarina y pasteles, y con un acabado interior diferente, muy ordenado y con medidas diferentes a las europeas para que, por ejemplo, el estuche del móvil sirva para el tipo de celular nipón". La firma, con una capacidad de producción de 200.000 piezas anuales, quiere "hacerlo bien en Japón porque su consolidación en el país nos permitiría acceder a otros mercados y consolidar también la marca dentro de Asia, en países como China", apunta José María Morenete.

"Ya hemos hecho prospecciones en Shanghai, donde por el problema de las falsificaciones hay que entrar con una imagen de marca muy fuerte para que no te hagan daño", asegura Cristina Morenete.

La tienda, de 42 metros cuadrados y la segunda de la firma tras la de Barcelona, ha abierto sus puertas en el exclusivo centro comercial, inaugurado el mismo día, de Omotesando Hills, creado por el arquitecto contemporáneo japonés de mayor renombre nacional e internacional, Tadao Ando, y del más poderoso magnate inmobiliario de Tokio, el también japonés Minoru Mori.

Diseños prácticos

La ubicación de Lupo Barcelona responde a su filosofía de ofrecer diseños prácticos y elegantes para un uso urbano, una nueva manera de entender el lujo, dado que Omotesando combina lo último en arquitectura y moda. Es la zona de Tokio que mejor simboliza el cosmopolitismo de esta ciudad gracias a la presencia de grandes firmas en edificios de vanguardia (como Tods, Dior, Louis Vuitton) que conviven con galerías de arte, restaurantes y boutiques.

"Tenía que ser en Omotesando y en primera línea", subraya José María, quien para buscar el lugar idóneo "he estado viajando una semana cada mes desde 2003 hasta que se presentó esta oportunidad, que sabíamos que era muy difícil, pero que aprovechamos de forma positiva porque presentamos un buen dossier y porque -al equipo de Morita- le gustó el resultado de sus investigaciones sobre nuestra empresa, nuestros diseños, nuestros productos, y el que ya teníamos en el país una sociedad con personal japonés", subrayó José María Morenete.

Los centros comerciales de Tokio acogen a firmas de moda europeas.
Los centros comerciales de Tokio acogen a firmas de moda europeas.AP

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