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Reportaje:Empresas & sectores

'Multilatinas' gigantes y sin complejos

Ofensiva latinoamericana en EE UU y Europa

La prensa financiera internacional se ocupa cada vez más de las nuevas multinacionales de Latinoamérica, las llamadas multilatinas. Si hace 10 años se contaban con los dedos de una mano las empresas cuyo nombre había que conocer -Cemex, Petrobras, Embraer, Globo...-, la lista alcanza ahora varias decenas de compañías: Vale do Rio Doce, América Móvil, Gerdau, Itau, Modelo, América Móvil, Aracruz, Suzano...

Lo visto y no visto. En unos pocos años, estos nuevos gigantes, brasileños y mexicanos los más (90%), pero también chilenos o argentinos, han pasado de empresas domésticas (con exportación a los países vecinos) a transnacionales con presencia directa en decenas de países. La cementera mexicana Cemex, que en 1997 facturaba 1.000 millones de dólares, vende ahora 23.000 millones. Cada vez hay más multilatinas en las listas de Fortune o Forbes. Mientras que la clasificación de las 2.000 de Forbes de 2006 traía 41 empresas de Brasil, México y Chile, la de este año viene con 57. Sólo las brasileñas han pasado de 18 a 34 compañías.

Cada vez hay más 'multilatinas' en las listas de las mayores empresas del mundo Cemex es la tercera cementera del mundo y la primera por ventas en EE UU
Gerdau compró con un crédito de 4.600 millones la tejana Chaparral Steel

La región tiene ya algunas de las empresas más grandes del mundo en sus sectores. Cemex es la tercera del mundo y la primera en Estados Unidos. La minera brasileña Vale do Rio Doce es la segunda después de BHP Billiton. La mexicana América Móvil es la quinta operadora de móviles, y la líder en Latinoamérica, por delante de Telefónica. Petrobras es la octava empresa del mundo por valor en Bolsa. La brasileña Gerdau es líder en aceros largos en el continente, incluido Estados Unidos. La mexicana Femsa es líder en bebidas en Latinoamérica, por delante de Coca-Cola y con ventas apenas algo inferiores a las de Heineken. Y Aracruz es uno de los mayores grupos de pasta de papel, con el 24% del mercado mundial de pasta blanqueada de eucalipto.

Todo un fenómeno inesperado e imprevisto. Si el desembarco de las grandes empresas chinas e indias en Occidente ha provocado asombro, la sorpresa generada por las multilatinas no le va a la zaga. Más que nada, por la contumaz imagen del continente como una zona siempre al borde del desastre económico. No extraña que la saga de estas empresas esté encandilando a los estudiosos.

Casi todos los estudios -Deutsche Bank, Insead, Universidad de Georgetown- apuntan que la palanca que propulsó a las multilatinas a la excelencia, a dominar sus mercados domésticos y a lanzarse luego a la conquista del mundo fue muy similar a la que produjo el mismo fenómeno en China o India: la liberalización económica, en especial en México, Chile o Brasil.

Un estudio del Deutsche Bank asegura que "la emergencia de las multilatinas ha tenido lugar en dos etapas. Una primera fase de 'expansión comercial', en la que estas empresas incrementaron fuertemente sus ventas al exterior, seguida de una segunda etapa de 'inversión en el exterior', igual de activa".

Álvaro Cuervo, de la Universidad de Carolina del Sur, afirma que "la liberalización económica ha favorecido la aparición de estas multinacionales". Este profesor refiere reformas como "la disciplina fiscal, la reorganización del gasto público, la reforma impositiva, la liberalización de tipos, del comercio internacional y de la inversión extranjera, y la privatización y la desregulación". Pero también, según señala un estudio del Insead, "porque estas reformas abrieron las puertas de estos países a las empresas de fuera. Y obligó a las locales a reforzarse en casa y luego en el resto del continente".

Las privatizaciones fueron también decisivas. No sólo porque muchas empresas estatales fueron vendidas a grupos familiares locales (decididos a gestionarlas mejor). También porque otras se cedieron a multinacionales extranjeras. Esa intensificación de la competencia -que podía haber sido letal si no hubiera hallado reacción local- resultó tan positiva para estas empresas, que algunas han acabado por superar a sus rivales europeos o estadounidenses. Cemex, América Móvil, Gerdau, Embraer o Braskem ya están, según los estudios, entre las más eficientes y solventes del mundo. De hecho, no han tenido grandes problemas para financiar su expansión. Gerdau consiguió, sin dificultades, en 2007 4.600 millones de dólares de JP Morgan para comprar la tejana Chaparral Steel. Y Cemex logró 14.200 millones de un grupo de bancos, entre ellos el Citi y Royal Bank of Scotland, para comprar la australiana Rinker.

Claro que no todo fue la liberalización. Estas empresas han disfrutado, según los estudios, de políticas macroeconómicas estables en Chile, Brasil o México (y del apoyo activo de los Gobiernos a su fortalecimiento); del fuerte crecimiento de la región en la década del 2000 y del fuerte aumento de los precios de las materias primas. Las empresas brasileñas han podido disfrutar, además, de un mercado de 185 millones, y las mexicanas, de otro de 105 millones, lo que les ha permitido coger musculatura.

Dotadas de una masa crítica que las iguala con sus rivales del Norte, están en magnífica posición de despegue. Después de haberse extendido hacia los países vecinos, primero, y a Estados Unidos después, avanzan ahora hacia Europa y Asia. Cemex, la más emblemática y la primera en salir al mundo -una de sus primeras decisiones fue la compra de Valenciana, en España, en 1992-, no para de hacer adquisiciones Con 67 plantas y más de 70.000 empleados en 50 países, sonó incluso para comprar la alemana Heidelberg. Sí logró adquirir la británica RMC, en 2004, y la australiana Rinker, en 2007.

Gerdau, casi una recién llegada a los mercados mundiales, con 45.000 empleados y 30 plantas en 14 países, y que factura más en EE UU (46%) que en Brasil (41%), entró en España en 2006 (con Sidenor) y al año siguiente en la India. La empresa, en las bolsas de São Paulo, Nueva York, Toronto y Madrid, se gastó sólo en la primera mitad de 2007 4.700 millones de dólares en compras. Vale do Rio Doce, posiblemente la más internacionalizada de la región junto con Cemex, está acelerando su expansión. Se convirtió en la segunda del mundo en 2006 al comprar la canadiense Inco por 17.600 millones de dólares. Con 100.000 trabajadores en 27 países (seis de Europa, ocho de Asia y cuatro de África), quiso incluso comprar Xtrata por 92.000 millones de dólares.

Otra de las compañías con ambiciones globales es la brasileña Petrobras. Casi tan grande como la italiana ENI y mayor que Repsol, produce petróleo en 11 países, incluido EE UU, ha efectuado grandes descubrimientos de crudo y cuenta con 5.973 estaciones de servicio. También América Móvil, que se lanzó al exterior en los noventa y es el gran operador móvil de la zona, sigue alentando proyectos fuera de la región. Con posiciones en EE UU, 153 millones de clientes en 17 países (26 millones en 2001), un 20% de ellos en Brasil, aún no tiene nada en Europa o Asia. Pero el año pasado intentó entrar en Telecom Italia.

El empuje de las multilatinas ha disparado la inversión directa de Latinoamérica en el exterior, un motivo de orgullo en un continente habituado sólo a recibir inversión exterior. "En 2004, las empresas latinoamericanas", dice el informe del Deutsche Bank, "invirtieron 22.000 millones de dólares en el exterior, seis veces más que en el año anterior". El salto, según el banco alemán, fue aún más espectacular en el caso de Brasil, que multiplicó su inversión por 40 en el mismo periodo, "de 250 a 10.000 millones de dólares". Y no paró. En 2006, la inversión exterior de la zona sumó 40.000 millones. No extraña que en 2005, los cuatro grandes países de la zona -Brasil, México, Chile y Argentina- acumularan, según la UNCTAD, un stock de inversión en el exterior de 143.000 millones de dólares. China, con cinco veces más población, ha acumulado 470.000 millones, sólo tres veces más

Además, siguen en posición compradora. Mientras sus homólogas de EE UU y Europa empiezan a ralentizar sus ritmos de crecimiento, las latinoamericanas siguen creciendo velozmente. Tienen dinero a raudales. Tras varios años de crecimiento exponencial, América Móvil aumentó sus ventas el año pasado en un 28,2%. Las de Gerdau subieron un 18,5%; las de Cemex, un 18,8%. Y las de Vale do Rio Doce se doblaron en los últimos cuatro años. Y esto es sólo el principio. La impresión entre los expertos en Latinoamérica es que a la primera oleada de multilatinas se sume un segundo colectivo de aspirantes, decenas de nombres más que habrá que memorizar.

Refinería Guillermo Elder Bell, perteneciente a la petrolera brasileña Petrobras, en la planta que posee en Santa Cruz de la Sierra, al este de Bolivia.
Refinería Guillermo Elder Bell, perteneciente a la petrolera brasileña Petrobras, en la planta que posee en Santa Cruz de la Sierra, al este de Bolivia.BLOOMBERG

¿Y España qué?

En España hay decepción por la poca presencia de Multilatinas. Sus inversiones no han sido intensas y además muchas de estas empresas han preferido ubicar sus sedes para Europa en otros países. De entre las grandes (privadas), sólo dos la tienen en España, Gerdau (con Sidenor), y Cemex, que ha hecho de nuestro país su centro de operaciones internacionales. Javier Santiso, de la OCDE, un defensor de España como 'hub'

[centro de un sistema en general, en el que coinciden los radios y donde se halla el eje] entre Europa y Latinoamérica, señala que "la mayor parte de estas empresas han puesto sus sedes en otros países". Aracruz, en Suiza; Gruma. en Inglaterra y Holanda; Embraer, en Francia; Itau y Odebrecht, en Lisboa; Antofagasta, en Londres; y Perdigao, en Holanda.

Tampoco ha habido muchos desembarcos corporativos en España. Además de Gerdau y Cemex, solo cabe citar a Camargo Correia, que compró Tavex a través de su filial Santista, y Televisa, que tiene el 40% de la Sexta. Embraer y Petrobras tienen acuerdos de colaboración, respectivamente, con Aeronnova y Repsol.

Expertos como Santiso señalan que España hubiera sido el sitio adecuado para ubicar la sede de estas empresas. Lo dicen por la lengua común, la exposición de las empresas españolas a la región, la propia presencia de los bancos españoles (que en Latinoamérica tienen a muchas de estas empresas como clientes) y la existencia de un mercado específico, el Latibex, que reune a la mayor parte de las más destacadas: Petrobrás, Grupo Modelo, Braskem, Electrobras, Gerdau, Suzano, Usiminas, TV Azteca, América Móvil o Aracruz. -

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