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Entrevista:JAVIER SÁENZ COSCULLUELA | Presidente de Aerco, asociación nacional de empresas constructoras de obra pública | Empresas & sectores

"Necesitamos un Gobierno de concentración"

Luis Doncel

Hace ya 17 años que Javier Sáenz Cosculluela (Logroño, 1944) dejó la cartera de Obras Públicas y Urbanismo, pero se nota que la política corre todavía por sus venas. Fue elegido presidente ejecutivo de Aerco, la asociación que agrupa a 35 constructoras medianas de obra pública, en junio del año pasado. Pero cuando realmente se emociona es al hablar de la situación actual y de lo que España necesita para salir de la crisis.

Pregunta. Llegó al sector de la construcción en plena debacle, y lo hace desde el otro lado de la barrera que conoció en los años ochenta, cuando era ministro con el Ejecutivo socialista de Felipe González. ¿Qué diferencias más llamativas ha encontrado?

Respuesta. El nuestro fue un Gobierno que hizo una fortísima inversión pública. Mil kilómetros de autovías al año. Ahora llego a una asociación con empresas antiguas, con un nivel de recursos humanos altísimo y recursos propios, pero que sufren el obstáculo de la capacidad financiera.

"Los dos grandes partidos deberían acordar las reformas que el país necesita"
"Corremos el peligro de que en el sector cunda el sálvese quien pueda"
"La poca licitación no es culpa de Fomento. Las dificultades vienen de Economía"
"No entro en la polémica de Taguas. Nadie me ha dicho por qué me eligieron"

P. ¿Cómo está aguantando la obra pública la crisis?

R. Afecta más a la edificación, pero los problemas financieros hacen que todos tengamos que tocar madera. He llegado a un sector que no tiene sinergias para afrontar la crisis, que es la más grave de los ciclos económicos que conocemos. Nadie sabe cómo salir ni cómo se ha producido exactamente. En este contexto, me escandaliza que todavía no haya un Gobierno de concentración en España que una a los dos grandes partidos para hacer en los próximos dos o tres años dos cosas: sacarnos a los españoles de la crisis y aprovechar la circunstancia para hacer de común acuerdo las grandes reformas que este país necesita.

P. ¿En cuáles está pensando?

R. Controlar los excesos autonómicos en los que se ha incurrido, sobre todo en gasto público. Que Solbes restaure la capacidad que la ley reconoce a los ayuntamientos, que no han sido tratados desde una perspectiva descentralizadora. Pero también en la educación, la justicia, el sector financiero... Obama ha conseguido en EE UU lo que ninguna Administración había logrado antes: corregir el sistema de salud pública. Y lo ha hecho en plena crisis, porque es un buen momento para arreglar estas cuestiones, para corregir el tiro.

P. Lo del Gobierno de concentración parece poco probable.

R. Es hora de que empecemos a decir lo que pensamos. Y seguro que alguno se escandaliza, pero la situación es de emergencia y hay que decirlo.

P. ¿Cuáles son los principales problemas que sufren las empresas de Aerco?

R. Las dificultades de gasto público y las financieras pueden acabar por traer al sector de la obra pública a la situación de crisis. Tenemos problemas, como todas las empresas medianas, de liquidez. Los instrumentos de pago empiezan a ser problemáticos. Hay bancos que rechazan certificaciones del Estado. Corremos el peligro de que aquí cunda el sálvese quien pueda.

P. ¿A qué se refiere?

R. Seopan [la asociación de las grandes constructoras] representa a una parte muy significativa del sector, pero no todo. Yo quiero que sea el Gobierno el que planifique la inversión pública en infraestructuras, no Seopan, que siempre va a responder a sus intereses.

P. Se quejan de la competencia de las grandes constructoras.

R. Nuestro marco ideal es el de máxima competencia. Pero las grandes empresas tienen financiación privada de infraestructuras, que sacan de la previsión que hace el Gobierno de inversión presupuestaria. Se trata de autoadjudicaciones, y ahí no podemos competir porque no tenemos detrás sectores como el energético o el bancario. Para que haya concurrencia y trabajo para todas las empresas es necesario que las obras no sean todas gigantescas. Hay obras cuya dimensión debería atemperarse.

P. El fondo anunciado por el presidente Zapatero para obras municipales va en esa dirección.

R. Sí, pero las grandes se están presentando hasta a obras birriosas y pequeñas en los ayuntamientos. Este fondo ha sido una ayuda doble: para los ayuntamientos, que están a la última pregunta, y para el sector de la construcción. Y también para la población.

P. ¿Considera que están sufriendo competencia desleal?

R. No, yo diría fuerte competencia. Lo que quiero es que haya la posibilidad de competencia en las obras públicas, dándole una dimensión razonable a las obras.

P. ¿Se está notando ya en el empleo el Plan E de apoyo a las obras municipales, como dijo el Gobierno que ocurriría?

R. No tengo un seguimiento cuantitativo, pero nos ha venido bien. Tiene la ventaja de que se trata de proyectos intensivos en mano de obra. El fondo viene bien, pero son necesarios no menos de 10.000 millones de euros de gasto adicional. Ésta es una aspiración realista.

P. ¿Qué receptividad ha encontrado el Gobierno?

R. Observamos dificultades que vienen del Ministerio de Economía. El escaso volumen de licitación del primer trimestre no tiene nada que ver con una supuesta inexistencia de proyectos en Fomento. El problema viene de la aprobación de los planes plurianuales de Economía. Fomento está haciendo todo lo que está en su mano. La llave de paso es la que está atascada.

P. La ley de contratos públicos, que tuvo muchas críticas entre las constructoras, ya lleva un año en vigor. ¿Qué balance hace?

R. La ley no está siendo problemática. Lo polémico es el anticipo de desarrollo reglamentario, que no liquidaba las cargas burocráticas, y se redactó de una forma que no nos gustaba porque afectaba a la competencia.

P. ¿Favorecía a los grandes grupos?

R. Afectaba a la competencia. Hemos hecho alegaciones. Los grandes obstáculos de la inicial redacción del proyecto de reglamento han quedado resueltos.

P. Usted llegó a Aerco poco después de que David Taguas, el antiguo director de la Oficina Económica de La Moncloa, fuera elegido presidente de Seopan, lo que suscitó una polémica por el posible conflicto de intereses...

R. Yo dejé el ministerio en junio de 1991. Han pasado 17 años desde entonces.

P. Sí, pero la polémica venía por el paso en un mismo sector de lo público a lo privado.

R. Yo no estoy en la política, tengo mi bufete de abogados. Y sobre la polémica de Taguas, yo no entro. No me han contado los motivos por los que los empresarios de Aerco pensaron en mí para este cargo.

P. Parece que buscaban alguien que pudiera tener un diálogo fluido con el Gobierno socialista.

R. Soy un interlocutor respetado por el Gobierno. Lo que los empresarios necesitan es buena información sobre los planes que desarrolla el Gobierno.

P. ¿Ha encontrado esa interlocución privilegiada?

R. No he tenido ningún problema, pero tampoco ningún privilegio. -

Javier Sáenz Cosculluela, en su despacho de Aerco.
Javier Sáenz Cosculluela, en su despacho de Aerco.BERNARDO PÉREZ

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Sobre la firma

Luis Doncel
Es jefe de sección de Internacional. Antes fue jefe de sección de Economía y corresponsal en Berlín y Bruselas. Desde 2007 ha cubierto la crisis inmobiliaria y del euro, el rescate a España y los efectos en Alemania de la crisis migratoria de 2015, además de eventos internacionales como tres elecciones alemanas o reuniones del FMI y el BCE.
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