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Reportaje:

Ola inversora en China

La gallega Eurolatón ultima la mayor fábrica española en el país asiático

Las empresas españolas están aumentando sus inversiones directas en China en un 600%. En el primer semestre del año, el desembarco español en el gigante asiático ha sido el mayor de la historia, con 560 millones de euros, más que la suma de todos los años anteriores desde la apertura comercial del mercado chino. Tiendas de ropa, oficinas bancarias, distribuidoras de alimentación, fábricas de bicicletas, de bañeras, de grifos, de manillas para puertas... La mayor oleada española coincide con la celebración del Año de España en China.

¿Deslocalización? "No, lo que pasa es que el peso de España en China era mucho menor que el de nuestros competidores, y si no aprovechamos ahora determinadas secciones de la economía china no podremos competir con nuestros socios europeos", explica Alejandro Alvargonzález, cónsul de España en Shanghai hasta hace unos meses.

Eurolatón factura 40 millones de euros y mantiene en Caldas de Reis (Pontevedra) un gran centro de diseño, gestión y producción

De las 300.000 fábricas extranjeras que se han instalado en China en los últimos años, sólo 500 son españolas.

Si la mayoría de las factorías españolas se instalaron para abaratar sus costes de producción, hoy casi todas buscan mercado en la propia China, país que ya se ha convertido en el tercer consumidor mundial de productos de lujo y cuyo producto interior bruto (PIB) superará el año próximo al de Alemania. "Cuando empecé a trabajar en el Consulado de Shanghai (2004), muchos empresarios españoles venían a pedir información por curiosidad, con el vértigo que producía introducirse en China. Hoy sólo preguntan por negocio", relata Alvargonzález.

Ya hay grupos españoles con una significativa presencia en el mercado chino. Es el caso del fabricante de muebles Teka, del bodeguero catalán Torres o del grupo de moda Inditex. Pero las tres compañías que están apostando más fuerte en la construcción de grandes fábricas son la vasca Mondragón Corporación Cooperativa (MCC), la catalana Roca y la gallega Eurolatón. Entre las tres suman más de 7.000 empleados en 20 fábricas instaladas en el país que más crece en el mundo.

Se trata de plantas de producción tan buenas o mejores (en tecnología y preparación del personal) como las que estas compañías tienen en España, entre otras cosas, porque el Gobierno chino selecciona desde hace un año la inversión extranjera y no permite la cesión de terrenos a menos que la fábrica que se instale encima tenga un alto valor añadido.

El rey de las manillas

El caso español más llamativo es el de una pequeña multinacional gallega especializada en la producción de manillas, picaportes y herrajes para puertas. Eurolatón está construyendo en Yu Huan, al norte de la ciudad de Shanghai, el que será el mayor complejo industrial español en China. Se trata de la ampliación de una factoría que ya emplea a 1.050 trabajadores locales y que en 2010, cuando concluya la obra que se está realizando, triplicará su plantilla y su producción.

El grupo gallego aspira a ser el líder mundial en producción de manillas (actualmente ya fabrica siete millones de juegos anuales para puertas de todo tipo) e introducirse en la producción de grifos, cerraduras y barras de latón.

El caso de Eurolatón es muy curioso. Carlos Pérez Padrón, su presidente y principal accionista, era un directivo de la empresa cuando sus antiguos propietarios estaban a punto de cerrarla si no encontraban rápidamente un comprador.

El empresario gallego aprovechó uno de esos viajes de exploración a China que realizan las cámaras de comercio y allí intuyó la salvación de la empresa. La compró y se asoció con un fabricante chino del sector en el año 2000. En 2001 ya había levantado una nueva planta de 25.000 metros cuadrados de superficie. No sólo salvó la empresa, si no que se ha convertido en uno de los industriales españoles que mejor conoce la economía china.

En la actualidad, Eurolatón factura 40 millones de euros y mantiene en Caldas de Reis (Pontevedra) un gran centro de diseño, gestión y producción en el que emplea a 48 personas. El resto está en el mundo. Con base de producción en China, la compañía gallega tiene grandes centros de distribución en España, Alemania y México; en el mes de enero abrirá naves en Argentina, en el mes de marzo en Polonia y en el mes de junio en la República Checa.

Carlos Pérez Padrón pasa la mitad del año en sus dos plantas actuales en China y en la delegación comercial de la empresa en Shanghai, su cabeza de puente para colocar sus picaportes en las viviendas que se construyen en China a millones.

"Cuando decimos que aspiramos a ser los primeros del mundo es porque tenemos intención también de ser los primeros en China, un país muy cualificado que ya nos está aportando ingeniería y diseño a nuestra empresa", explica el empresario español.

"China está creciendo a más del 7% anual desde hace 30 años. Pero es que las ciudades que cuentan actualmente con más de cinco millones de habitantes lo están haciendo al 15%. Shanghai, por ejemplo, ya tiene una renta per cápita de 8.000 dólares y es la ciudad con mayores ventas mundiales de automóviles de lujo, como Ferrari y BMW", indica Alejandro Alvargonzález.

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