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Reportaje:EMPRESAS & SECTORES

Wall Street se aprieta (sólo un poco) el cinturón

Los salarios de los directivos suben un 3,2% entre protestas de los accionistas

David Fernández

Mezclar en una coctelera ejecutivos con sueldos millonarios, caída de los beneficios empresariales, discreto comportamiento de las cotizaciones y recortes de plantillas. Sírvase en caliente. El resultado: polémica. Y de la buena. Esta combinación se da en Wall Street, la meca del capitalismo mundial y epicentro de la actual crisis crediticia.

Los 40 máximos ejecutivos de las principales compañías estadounidenses cobraron de forma conjunta 806 millones de dólares en 2007. Esta cantidad supone un aumento del 3,29% con respecto a las nóminas de 2006. Puede que los directivos argumenten que la subida es una señal de que ellos también se aprietan el cinturón puesto que en ejercicios anteriores el ritmo de mejora de sus sueldos fue más del doble. Sindicatos, trabajadores, accionistas y algunos políticos han expresado, sin embargo, su malestar por remuneraciones de semejante calibre en un año en el que los beneficios de las empresas del Dow Jones cayeron un 19% (el mayor retroceso desde la crisis de las puntocom) y el balance de despidos en los últimos 10 meses se aproxima a los 100.000 trabajadores.

Obama quiere dar más poder a los accionistas sobre el pago a los directivos
Las retribuciones podrían haber engordado la crisis hipotecaria

El sueldo medio en la élite empresarial de Wall Street se ha situado en 21,8 millones de dólares. Las nóminas más altas han sido las de Lloyd Blankfein (Goldman Sachs), 70,3 millones; James Mulva (ConocoPhillips), 50,5 millones, y George David (United Technologies), 38 millones. En el lado contrario, las remuneraciones más modestas se dan en empresas relacionadas con Internet: Steve Jobs (Apple), con un simbólico sueldo de un dólar; Eric Schmidt (Google), 0,47 millones, y Steve Ballmer (Microsoft), 1,2 millones.

Las mayores caídas en las remuneraciones han tenido lugar en el sector financiero (bancos de inversión y aseguradoras), el más afectado por la crisis de las hipotecas subprime. Los ejecutivos de estas compañías han visto cómo se cerraba el grifo de los bonus y la paga en acciones.

"Cada vez menos compañías están dispuestas a pagar un bonus en un mal año", reconoce a la agencia Bloomberg Richard Furniss, de la consultora Towers Perrin. "Hay demasiadas responsabilidades, demasiadas caras rojas y demasiada mala publicidad como para atreverse a pagar eso", añade.

La caída de las nóminas de los banqueros, en muchos casos superiores al 20%, no ha servido para calmar a los accionistas. Y es que el sector financiero ha despedido a cerca de 50.000 personas y ha acumulado un agujero de 290.000 millones entre pérdidas y provisiones. Es cierto que la crisis se ha llevado por delante a unos cuantos ejecutivos, pero sus despidos no han hecho sino acrecentar la polémica.

Despidos de oro

Uno de estos casos ha sido el de Charles Prince. El ex presidente de Citi se vio forzado a marcharse en noviembre, después de unas pérdidas trimestrales históricas. Esta losa no le impidió cobrar un bonus de 10 millones (para un total de 15 millones) con cargo a 2007. Otro caso similar se ha dado en Merrill Lynch, donde su ex máximo ejecutivo Stan O'Neil ingresó un paquete de 161 millones que incluía pagos en acciones basados en sus resultados de los años previos a la crisis.

La controversia acerca de las remuneraciones de la alta dirección empresarial ha llegado incluso a la carrera por la Casa Blanca. El candidato demócrata Barack Obama ha pedido que el Congreso apruebe medidas legislativas que den a los accionistas mayor poder para limitar estos sueldos. "No se trata de deshonrar, ni de insultar. Se trata de cambiar un sistema donde los malos comportamientos son recompensados", explicó Obama durante una conferencia a mediados de abril en Indianápolis. "Ya hemos visto lo que pasa cuando a los directivos se les paga por hacer su trabajo sin importar cómo de mal lo están haciendo. No nos podemos permitir retrasar por más tiempo la reforma", añadió.

A la espera de ver si la propuesta de Obama se plasma, los accionistas de algunas compañías empiezan a movilizarse por su cuenta. Un ejemplo es Goldman Sachs, donde la propuesta de los accionistas denominada say on pay (opinar por pagar), promovida después de que los cinco principales ejecutivos recibieran de forma conjunta un salario récord de 305 millones, llegó a tener un importante respaldo. El consejero delegado del banco, Lloyd Blankfein, reconoció que la preocupación por los sueldos tiene una "amplia base social", pero discrepó acerca de que la propuesta pudiera modificar la política de retribuciones de Goldman. "Somos una compañía ligada a los rendimientos. Si los resultados no llegasen, le puedo asegurar que no se verían semejantes sueldos", argumentó.

Los sistemas de retribución ligados a los resultados que con tanto ahínco defiende Blankfein han vuelto a cuestionarse como ya ocurriese tras el pinchazo de la burbuja tecnológica. Un estudio elaborado por el AFL-CIO, el mayor sindicato de EE UU, señala que los planes de retribución de algunas entidades financieras podrían haber ayudado a engordar la crisis de las hipotecas basura "al incentivar a las compañías a adquirir demasiado riesgo para obtener beneficios a corto plazo".

Si los sueldos de los ejecutivos de las empresas levantan ampollas entre algunos colectivos, su importe no es más que calderilla si se compara con las nóminas de los profesionales mejor retribuidos del mundo: los gestores de hedge funds o fondos de alto riesgo. El sueldo medio en 2007 de los 25 mejores gestores fue de 892 millones, un 68% más que el año anterior. Encabezó la clasificación John Paulson, desconocido hasta ahora, cuya apuesta por el colapso del mercado hipotecario le ha hecho embolsarse 3.700 millones. Le siguen el veterano George Soros, con unos ingresos de 2.900 millones, y James Simons, el mago de las matemáticas, que ganó 2.800 millones.

Los gestores de Hedge cobran en torno al 20% de los beneficios del fondo mientras la comisión de gestión es sólo del 2%. La caída de la Bolsa y las dificultades para captar financiación (invierten muy apalancados) están metiendo presión a estos profesionales multimillonarios. ¿Seguirán cobrando igual a partir de ahora? -

La crisis pone al descubierto en Wall Street los excesos salariales de buena parte de los altos ejecutivos.
La crisis pone al descubierto en Wall Street los excesos salariales de buena parte de los altos ejecutivos.BLOOMBERG

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Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.

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