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Entrevista:CRISTINA GARMENDIA | Ministra de Ciencia e Innovación

"La innovación nos permitirá estar mejor preparados en la próxima crisis"

Miguel Jiménez

Cristina Garmendia dio el salto de la Universidad a la empresa y de la empresa a la política. Donostiarra de 47 años, casada y con dos hijos, estudió Ciencias Biológicas en la universidad de Sevilla y se doctoró en Madrid, bajo la tutela de Margarita Salas, la científica española de más relieve, en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa. En 2000 fundó junto a dos investigadores del CSIC la empresa Genetrix, la primera empresa privada surgida a partir del trabajo de investigación realizado por el Centro Nacional de Biotecnología. Ahora trabaja, entre otras cosas, para que los puentes entre la investigación y la empresa privada estén más transitados. En la reciente crisis de Gobierno, ha perdido competencias sobre las universidades, pero no parece dispuesta a detenerse un segundo en lamentarlo.

"A Solbes siempre había que convencerle con datos"
"La actividad innovadora debe calar en todo el tejido empresarial"
"Ni podemos ni queremos defender el viejo modelo de crecimiento"
"Necesitamos que haya más empresas que salgan de las universidades"

Pregunta. Cuando se unieron las competencias de Universidades con lCiencia e Innovación, alguien dijo: "Es un buen mensaje. La Universidad debe estar con la investigación, la innovación y los recursos". ¿Sabe quién fue?

Respuesta. El nuevo ministro de Educación...

P. ¿Lo recuerda?

R. Conozco muy bien su visión y sus opiniones, porque he trabajado con él muy de cerca. Tenemos una gran oportunidad de impulsar juntos la política universitaria.

P. ¿Cómo se explica la marcha atrás en la integración de Universidades y Ciencia e Innovación?

R. Yo lo interpreto como una forma de reforzar los dos ejes que son claves para el presente y el futuro del país, que son la educación y la ciencia y la innovación. Va a existir una coordinación absoluta entre los dos ministerios en política universitaria. Las universidades siguen siendo un pilar fundamental del Ministerio de Ciencia e Innovación en sus misiones de investigación y transferencia del conocimiento.

P. ¿Cuándo le dijo Zapatero que perdería competencias sobre las universidades?

R. El martes que anunció los cambios, por la mañana.

P. ¿No transmite la decisión cierta sensación de improvisación y falta de criterio?

R. Pensando en la educación como pilar fundamental del Estado, se puede entender perfectamente que el Ministerio de Educación contemple la educación en todos sus niveles, incluido el universitario. En Europa hay distintas configuraciones, y los países también han ido cambiando de configuración. No existe la receta mágica. Por lo que se nos tiene que juzgar es por los resultados que seamos capaces de lograr los dos ministerios coordinados.

P. Pero cierto alivio habrá sentido al librarse de Bolonia.

R. Sigo siendo una convencida de la oportunidad que significa para España participar de una Europa del conocimiento. Aunque no sea mi competencia, lo seguiré defendiendo.

P. Mariano Rajoy ha dado a entender esta semana que no ve para qué sirve este ministerio.

R. No me sorprende, puesto que el PP no le ha dedicado gran atención a las políticas de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i). Ha tenido que venir un Gobierno socialista para converger con la media de los países de la OCDE en inversión pública en I+D+i.

P. ¿Por qué ha creado una nueva secretaría general de Innovación?

R. Obedece, en palabras del presidente, a ese nuevo ritmo. Necesitamos enfatizar las políticas públicas que apoyen a la innovación empresarial. Nos va a permitir seguir desarrollando, como hasta ahora el concepto de ventanilla única, con todas las ayudas a la I+D+i empresarial en el CDTI, pero también promover y consolidar todos los espacios como fundaciones, organismos, oficinas de transferencia que se dedican a la transferencia de conocimiento.

P. ¿Con qué objetivo?

R. Lograr un reto importantísimo para nuestro país. Por una parte, que ocupe la posición en el ránking de innovación que nos corresponde, pues ahora ocupa la posición 23ª, lo que no cuadra con el tamaño de nuestra economía. Y por otra, que esto tenga un retorno claro al sistema de investigación. Ese el modelo que tenemos que demostrar que funciona, porque ganarán las dos partes.

P. ¿Cree que Solbes no impulsaba lo suficiente ese modelo?

R. En Pedro Solbes siempre he encontrado comprensión y apoyo, entre otras cosas para impulsar el marco fiscal adecuado para la I+D+i empresarial. Es verdad que ha habido que convencerle; había siempre que darle datos para que pudiera prever el impacto.

P. ¿Cambiarán las cosas con Salgado?

R. Espero que no. La vicepresidenta tiene muy claro cuáles son los retos a los que se enfrenta la sociedad y la economía española y para cambiar el modelo productivo las políticas de I+D+i son una clave.

P. ¿Da por superadas las peleas por las competencias que tuvo con Sebastián?

R. Las políticas de innovación y las políticas industriales cada vez tienen que estar más integradas. Dónde se establece el límite es muy difícil y varía mucho entre unos sectores y otros, pero impulsamos los sectores de forma coordinada.

P. Los ingenieros aeronáuticos denuncian que la I+D del consorcio EADS corre el riesgo de deslocalizarse. ¿Hemos pasado del "que inventen ellos" al "que innoven ellos"?

R. En España innovamos y vamos a innovar cada vez más. Las relaciones con los sectores industriales las lleva el Ministerio de Industria, pero desde luego desde este Ministerio ofreceremos todo nuestro apoyo para atraer y retener las grandes inversiones en I+D+i de las multinacionales.

P. Decía una catedrática que los científicos y los futbolistas se parecen en una cosa: para atraer a los mejores hay que ofrecerles buenos contratos. ¿Les ofrece España oportunidades atractivas?

R. Necesitamos una revisión y este es uno de los retos de la nueva ley de la Ciencia y la Tecnología: desarrollar una carrera científica atractiva y predecible, con una progresión profesional basada en los méritos. Pero cada vez tenemos más y mejores científicos, españoles y extranjeros. España empieza a ser un país atractivo para el desarrollo de la carrera científica del talento internacional, provenga de donde provenga. No se trata tanto de hacer que vuelvan los científicos españoles, sino que España tiene que atraer al talento sea de la nacionalidad que sea.

P. Usted dijo que quería presentar la ley en el primer año de legislatura, pero va con retraso.

R. La idea es presentarla antes de que acabe este periodo de sesiones, será un retraso de pocos meses. Queremos llevar una ley muy consensuada con las comunidades autónomas y con el máximo número de grupos parlamentarios y eso lleva tiempo.

P. La estrategia de Lisboa fijaba para 2010 que la I+D financiada por el sector privado fuera del 66%, pero en España no llega ni a la mitad. ¿Da por inalcanzable ese objetivo?

R. No llegamos a la mitad, pero tenemos una muy buena progresión. No es tan relevante llegar a una fecha comprometida hace nueve años, como llegar en el corto plazo. Y a corto o medio plazo lo podemos alcanzar. España es quizá el país más dinámico de Europa en incremento de la inversión en I+D+i empresarial, que ha estado en los últimos años por encima del 15%.

P. Entre las 100 empresas que más invierten en I+D de la UE, sólo hay dos españolas. La impresión es que no sienten la necesidad de dedicar recursos a proyectos innovadores.

R. Las empresas cada vez sienten más esa necesidad. Un informe que acabamos de publicar muestra que las empresas que lo hacen aumentan su productividad en un 16% e incrementan su capacidad exportadora en un 18%. Eso debe convencer a las empresas de que esta es una actividad en la que tienen que incurrir de forma sistemática. La actividad innovadora debe calar en todo el tejido empresarial español, incluido el nivel de micropyme, para lo que tenemos planes específicos. Necesitamos llevarles el discurso de la innovación, porque esas micropymes que siendo pequeñas empiecen a pensar en términos innovadores tendrán un potencial mayor de crecimiento.

P. ¿Se ofrecen en España los incentivos adecuados para la creación de empresas innovadoras?

R. Tenemos un programa que ha sido muy exitoso en la creación de empresas de base tecnológica, el programa Neotec, pero hemos analizado que existía un problema de financiación para esas empresas que nacían. Hemos diseñado el programa Neotec II para esas empresas. Entre dos y seis años pueden optar hasta un millón de euros para cubrir esa etapa que les pueda acercar ya con sus productos al mercado.

P. Desde su experiencia como empresaria, ¿qué es lo que echaba más en falta?

R. Una de mis principales críticas era la dispersión de las ayudas. Para una pequeña y mediana empresa era inmanejable tener que bucear por toda la Administración pública para encontrar cada instrumento que le convenía a tu empresa. Por eso hemos desarrollado urgentemente el concepto de ventanilla única. Ahora, todos los programas de apoyo a la innovación empresarial están en el CDTI. Esa era una de las grandes barreras. También estamos minimizando todo lo que es gestión burocrática innecesaria, identificando cuellos de botella para facilitar al usuario la gestión de la ayuda. Además, hemos eliminado o minimizado la petición de avales y garantías para las empresas y estamos introduciendo tramos de subvención y no sólo préstamo en todos los programas del CDTI. Y hemos creado un programa para incentivar que empresas que tienen tecnologías complementarias colaboren entre sí sin necesidad de tener que colaborar con el sector público. Y ha tenido muy buena acogida.

P. ¿Es la peor de las crisis el momento para que las empresas apuesten por la I+D+i y abordar el cambio del modelo productivo?

R. Es precisamente en este momento cuando las empresas tienen que apostar por ello. Y no sólo las que ya estaban apostando, sino también las que nunca lo han hecho. Por ello es importantísimo diseñar programas que lo incentiven primero y lo hagan atractivo después. Según los datos que tenemos, las empresas no están levantando el pie del acelerador. Siguen innovando y la misión del Ministerio va a ser estar muy cerca de ellas para garantizar y ayudar a que no levanten el pie y sigan introduciendo la innovación de forma sistemática.

P. ¿No llegamos demasiado tarde?

R. España ha tenido un modelo de crecimiento muy basado en la oportunidad que le daba el bajo coste. Y este modelo ya ni lo podemos ni lo queremos defender. Yo creo que no se llega tarde. Lo importante es que se haya visto. Y hace ya cinco años se tuvo esa visión y se empezó con una apuesta clara. Y lo vamos a conseguir. Curiosamente, es la primera vez que hay una actuación coordinada y global de todos los países en que hay una medida anticrisis que es la apuesta por el I+D+i. En otras crisis no ha ocurrido, ni siquiera en EE UU. Ahora es unánime.

P. En EE UU, como en España, una de las apuestas son las energías renovables, pero hay muchas voces que cuestionan la rentabilidad de los recursos dedicados a ellas.

R. Gracias a la inversión pública en instalaciones que tienen que ver con energías renovables como la plataforma solar de Almería o el Centro de Energías Renovables, las empresas que han estado ahí y han sido apoyadas por la inversión pública en I+D+i han desarrollado capacidades y están compitiendo ahora por los mejores proyectos en EE UU en esta nueva apuesta del presidente Obama por las energías renovables. España ha hecho muy bien los deberes.

P. ¿Funcionan bien los puentes entre la investigación y la industria?

R. En España esa es una gran asignatura pendiente. Necesitamos que haya más emprendedores y más empresas que salgan del ámbito público, de las universidades y de los organismos públicos de investigación. Tenemos que normalizar esa opción de que un estudiante o un profesor decida en un momento dado ser empresario.

P. Usted propugna una especie de acuerdo nacional para una transición económica, como en su día lo fue la política, hacia la innovación. ¿Cree que hay consenso para ello?

R. Percibo una conciencia unánime. Está en el discurso de los partidos políticos, está en el de los sindicatos, que apoyan el cambio de modelo productivo. No puede ser de otra manera. Eso nos dará puestos de trabajo con salarios cada vez mejores, más sólidos, que no se vean tan afectados por la crisis y todo eso nos va a dar un PIB más equilibrado. Estos sectores, a la velocidad a que están creciendo, en unos años tendrán un peso relevante en el PIB español. Si apostamos por la innovación y viene otra crisis, que espero que sea dentro de muchos años, eso nos permitirá estar mejor preparados.

P. ¿Tienen fundamento los rumores que le sitúan en el Gobierno vasco?

R. No tienen ningún fundamento. Tengo muy buena relación con todo el Partido Socialista de Euskadi y conozco los retos y los desafíos a los que se va a enfrentar el nuevo Gobierno vasco, pero yo tengo unos retos en los que estoy trabajando a lo largo de esta legislatura que creo que son muy relevantes para la sociedad española y asumo con gran responsabilidad.

La ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, posa en su despacho, el miércoles, para la entrevista.
La ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, posa en su despacho, el miércoles, para la entrevista.CLAUDIO ÁLVAREZ

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.

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