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Reportaje:Empresas & sectores

Los lecheros no mueven ficha

Pascual, Clas o Puleva se muestran incapaces de liderar un gran grupo lácteo español

En la última década, las explotaciones de leche en España pasaron de 120.000 a las aproximadamente 24.000 que han hecho entregas en la última campaña. Este recorte en el número de granjas -por planes de reconversión, jubilaciones anticipadas o simplemente por abandonos de actividad- ha supuesto un aumento de la producción media por explotación de unos 250.000 kilos, cifra que se encuentra aún lejos de la media comunitaria de 350.000. El sector de la producción de leche sigue soportando los problemas derivados de una estructura minifundista para competir en España y con el resto de los países comunitarios.

En la parte industrial se repite el problema. Aunque las empresas son la parte fuerte en las relaciones con los ganaderos, el sector de la industria láctea sigue arrastrando los mismos problemas que en el pasado, con unas 1.500 empresas y una facturación total de 8.000 millones de euros. En los últimos tiempos se ha avanzado en el proceso de concentración de la oferta. Hace cinco años, 10 empresas producían el 60% de la leche líquida. Hoy, sólo 6 firmas producen el 80% y dos firmas de yogur controlan el 80% del mercado.

Los franceses de Lactalis son los más activos en materia de expansión
El sector sigue con una estructura minifundista frente a otros países

Pero para el director de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil) Luis Calabozo, esta evolución no es suficiente y es preciso tener como referencia otros países comunitarios competitivos, donde los grandes grupos manejan un volumen de leche similar a toda la cuota española de seis millones de toneladas. En el sector industrial se reconoce la necesidad de iniciar un proceso de reestructuración para tener una posición más competitiva frente al resto de las empresas comunitarias. Se trata de una carencia histórica que el sector ha sido incapaz de resolver en las últimas décadas.

En el escenario lácteo no hay hoy un grupo que se vislumbre como líder para dar un vuelco a la estructura del sector. Los grandes grupos multinacionales, como Danone y Nestlé, tienen muy definidos sus productos lácteos para el mercado español y nunca han hecho intentos para conseguir el liderazgo en leche líquida.

Desde Francia, los intentos para tomar una posición de dominio en el sector de la leche viene de muy lejos, desde los años ochenta, con Unión Laitiere Normande, hasta la actual posición de crecimiento de Lactalis, hoy con el lanzamiento de su nueva marca Lactel (Lauki, President). Tras un periodo de estancamiento en España, en los últimos años ha desarrollado una importante estrategia de crecimiento con la compra del también grupo francés 3a (Lauki y El Prado), además de su entrada en el sector quesero, con compras como Flor de Esgueva. Hoy es uno de los grupos a quienes se supone mayores posibilidades para seguir creciendo, bien mediante adquisiciones o con acuerdos con otros grupos

Desde el exterior, destaca finalmente la presencia de los portugueses de Lactogal, que desembarcaron en España con la compra de Celta en Galicia, y de los estadounidenses de Suiza Foods. Algunos problemas en Portugal han frenado el desarrollo del grupo en España, donde ha abandonado rutas de recogida en el sur en beneficio de Puleva.

Las empresas nacionales con posibilidad para pilotar un proyecto de gran grupo lácteo no se hallan precisamente en una posición de fuerza. Leche Pascual no atraviesa su mejor momento, no sólo por la leche, sino por el desarrollo de otras actividades en el sector alimentario. La leche líquida pierde peso en el grupo. Han quedado en el pasado algunos procesos de acercamiento a otros grupos como Clas o Puleva.

Lácteos Lence ha sido un grupo en crecimiento permanente en los últimos años vía compras como Leyma. Sin embargo, la estructura del grupo, de carácter netamente familiar y solamente ligada a su propietario, Jesús Lence, hace inviable una apuesta por pilotar algún grupo, aunque no haya sido por viejos intentos en el marco gallego.

Puleva, frente a los aires de expansión del pasado, hoy, de la mano de Antonio Hernández Callejas, con su apuesta por otros sectores como arroces o pastas, tiene bastante con seguir en el grupo y no haber sido vendida, como pasó con el azúcar. En esa línea de quitar peso a la leche se halla la venta de Ram, la planta de León y la transformación de la fábrica de Jerez. Ebro tiene en Puleva una apuesta por un grupo reducido de leche con el objetivo centrado en productos de valor añadido, pero sus propietarios no tienen la mirada puesta en el gran grupo lácteo. Reny Picot mantiene su apuesta por crecer, pero no por liderar ningún grupo.

Finalmente, está el interrogante de Nueva Rumasa, que, a través de su filial Dhul, adquirió Clesa y sigue creciendo con la compra de la planta de El Caserío al grupo Kraft. Todo parece indicar que Nueva Rumasa seguirá creciendo, ahora aspira a quedarse con la planta lucense de Leche Pascual en Outeiro de Rei pero, de momento, no va a pivotar un gran grupo lácteo.

Las cooperativas, muchas y cada una por su parte

Frente a lo que sucede en los países comunitarios, donde las cooperativas son sociedades líderes en el sector de la leche, en España el camino hacia ese objetivo está plagado de intentos frustrados.

En los años noventa fracasó el gran proyecto para la formación del grupo lácteo del norte sobre la base de la vasca Iparlat, Central Lechera Asturiana y la gallega Leyma. Tras la adquisición inicial de Leyma por parte de Puleva, los intentos más importantes de fusión en el sector cooperativo han correspondido a Iparlat y a los andaluces de Covap. Ambos grupos iniciaron un proyecto común ante una futura integración, poniendo en marcha Lactiber Corporación Alimentaria, cuyo principal objetivo era ser proveedor de Mercadona. Las dos empresas habían proyectado inversiones conjuntas superiores a los 30 millones de euros. Sin embargo, en los últimos meses decidieron no profundizar en los planes de integración y limitar sus actividades conjuntas al envasado para Mercadona.

Para el director general de Covap, Miguel Ángel Díaz Yubero, el sector debería ser capaz de articular un gran grupo cooperativo, como ha sucedido en otros países comunitarios. Las cooperativas suponen más del 30% en la producción y recogida de leche, pero sólo transforman la mitad, lo que supone una perdida de peso en el sector. En el caso de Covap se estima que su apuesta por la parte industrial permite pagar mejores precios a los ganaderos.

Corporación Alimentaria Peñasanta, en la que Central Lechera Asturiana posee el 40%, se mantiene como el posible gran eje para articular una respuesta cooperativa importante en el sector, aunque tampoco renuncia a jugar ese mismo papel con empresas no cooperativas. Sin embargo, las largas disensiones internas sobre el modelo de sociedad han imposibilitado de momento que pilote cualquier proyecto.

Finalmente, mimbres para construir ese gran grupo cooperativo lácteo se hallan en Galicia a través, sobre todo, de Feiraco y Colaga. Solas no va a ninguna parte, y menos cuando no hay ningún proyecto de formar un grupo gallego. -

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