Angola como solución

"Hay que salir al exterior". Es el estribillo que tanto las grandes empresas como las pymes españolas reciben desde el Gobierno y los expertos que no ven otra solución a la atonía del mercado interior. Faltas de recursos por la crisis, las pymes tratan de acogerse a las ayudas de los organismos públicos como el ICEX, pero los apoyos no llegan para todos.

Naxan, una consultora para la internacionalización de empresas especializada en economías emergentes, organiza este mes de octubre una misión a Angola con empresas españolas después de que la Agencia Nacional para la Inversión Privada en Angola (ANIP) le haya otorgado la gestión de la reconstrucción de la provincia de Cuando Cubango. África está cerca, y puede ser una alternativa a Europa, Asia o Latinoamérica, dice el Ministerio de Industria.

En principio, se han apuntado al viaje 15 empresas, todas ellas pymes de los sectores de ingeniería para el desarrollo agroindustrial, saneamiento de aguas, transporte, logística y ordenación del territorio, soluciones para la vivienda social, entre otros. Cada empresario se paga su viaje, que asciende a 4.500 euros. Antonio Prata, director del Gabinete de Relaciones Internacionales de la ANIP, efectuó una visita en febrero a España y conoció la cartera de clientes de Naxan. Vio que encajaba con la idea que este organismo tiene para el apoyo exterior hacia Angola. Naxan acompaña a estas empresas en todos sus procesos: desde su promoción en Angola hasta las contingencias relacionadas con el desarrollo de los trabajos del país.

La ANIP es la entidad estatal responsable de las inversiones privadas nacionales y extranjeras. El hecho de que las acciones de Naxan estén coordinadas con las ANIP hace que la operatividad sea muy alta, según los responsables de ANIP. Las empresas españolas pueden operar en Angola a través de dos vías: constituir una sociedad sin recurso a ANIP o constituir una sociedad con recurso a ANIP.

La diferencia es que con recurso a ANIP la firma podrá obtener algunos privilegios, incluido el derecho a repatriar los beneficios (sujetos al control del Banco Central de Angola) y ser elegible para los incentivos fiscales y aduaneros. El ámbito de aplicación de los beneficios puede cambiar dependiendo de algunos factores, en particular el valor del proyecto de inversión, su naturaleza y localización.

Eduardo Sanzol, presidente de Naxan, que tiene contactos con el Gobierno de Angola, es quien ha organizado este viaje para estas compañías. "Nosotros conocemos la zona porque hemos organizado viajes a Ghana, Sierra Leona, Nigeria y Senegal, y contamos con el apoyo de la ANIP, que es como el pasaporte para el éxito en Angola", afirma Sanzol. En su opinión las pymes españolas pueden aportar a ese mercado tecnología y servicio con más éxito que en Europa, donde las exigencias son mayores.

En estos mercados se compite sobre todo con China, que llega a golpe de talonario, algo que las pymes españolas no pueden hacer. La misión empresarial, que estará en Angola desde el 31 de octubre al 4 de noviembre aprovechará también las ventajas de la nueva ruta directa Madrid-Luanda que acaba de inaugurar Iberia. Para Sanzol, lo importante es que las pymes españolas vayan haciendo un hueco en un nuevo continente que ofrece grandes posibilidades de desarrollo y no llegar después de otros países.

Angola es una república presidencialista con 17,7 millones de habitantes, y con Producto Interior Bruto (PIB) de 114.400 millones de dólares. Antes de la crisis su economía crecía al ritmo de dos dígitos, pero la crisis ha frenado ese crecimiento. En el año 2010 prácticamente no creció, mientras que en 2011 será del 5%, un ritmo que se puede mantener en los próximos años, según los expertos.