_
_
_
_
_
Reportaje:

Citigroup se desintoxica

El banco empieza a superar los problemas que le llevaron a pedir dinero del contribuyente

Wall Street empieza a creer en Citigroup. Hasta el punto de que la consultora CreditSights dice que los títulos del conglomerado financiero son una "ganga". Y eso que el capital bursátil de la entidad se ha revalorizado más de un 160% desde el mínimo de marzo de 2009. Es el reflejo, según los analistas, de que la entidad empieza a superar los problemas que le llevaron a pasar el sombrero para dotarse de liquidez con la que apuntalar su balance.

Sus directivos dicen que Citigroup es hoy una compañía muy diferente de la de hace dos años, cuando colapsó Bear Stearns y se gestaba el derrumbe de Lehman Brothers. Como la mayoría, tardó en reconocer el daño que le iba a causar la crisis, valorado en 100.000 millones de dólares en provisiones y pérdidas en su cartera de créditos. Sus acciones cayeron un 90% desde finales de 2006 y necesitó de tres intervenciones públicas para sobrevivir.

Las alarmas empezaron a sonar en Nueva York en la primavera de 2007, cuando el máximo directivo del grupo, Charles Prince, se vio obligado a dimitir. Nadie oculta que durante los dos años previos el banco creció de forma desmesurada y que las cañerías no iban a soportar tanta presión. El colapso del mercado hipotecario forzaría unos meses después a la entidad a soltar lastre de forma urgente.

Vikram Pandit, actual consejero delegado de Citigroup, es optimista. Tras agradecer al contribuyente su generosidad, asegura que el banco es ahora uno "de los mejor capitalizados" de EE UU y que va camino de ser rentable. No oculta que su cartera de crédito seguirá sufriendo pérdidas, pero dice que serán "manejables" si la economía no se deteriora. E insiste en que la entidad está ahora más concentrada en negocio bancario tradicional.

Para lograrlo, Pandit separó la parte que quería mantener en la estructura del nuevo Citi (Citicorp, el banco bueno) de los activos que iba a vender (Citi Holdings, el malo). Así pretendía dar más valor a la entidad superviviente. Al reducir los activos de riesgo, animó a grandes gestores de fondos, como John Paulson, Edward Lampert o George Soros, a entrar en el capital de la entidad.

"El balance de Citi se ha limpiado más de lo que la gente cree", señalan desde el banco de inversiones Sandler O'Neill. Los cambios en la estructura y el equipo de gestión y la mejora en el rendimiento ayudan a contener las voces más críticas con la gestión de Pandit, que pedían su cabeza. Y animan a muchos analistas a ver las acciones de Citi con otros ojos.

El balance de Citigroup revela que rebasa con comodidad los requerimientos de capital que le dicta Washington, según la firma bursátil Rochdale Securities. Ese colchón se estima en unos 192.000 millones de liquidez y 36.000 millones en reservas. Si Citi está verdaderamente desintoxicada, ¿es el momento para dejar atrás los miedos? La actividad es alta en torno a Citi en el mercado de opciones, lo que llevó sus acciones a superar los cuatro dólares.

Ha habido días este mes en los que las transacciones con sus títulos se multiplicaron por cuatro comparadas con el volumen habitual, según Trade Alert. Esto, dicen desde MF Global, refleja "la visión compartida de que pasó lo peor". Al bucear en los contratos, se ve que los títulos del banco rebasarán la barrera de los cinco dólares cuando expiren las opciones en enero de 2011.

Pero para sentirse cómodos deben tenerse en cuenta tres cosas. A corto plazo, las grandes entidades como Citigroup, Bank of America y JP Morgan Chase seguirán haciendo frente a retos vinculados a la economía. El mercado de crédito se apoya todavía mucho en la intervención pública y la alta tasa de paro mina el consumo, lo que aventura más pérdidas en las carteras vinculadas a hipotecas, préstamos a empresas y tarjetas de crédito.

Segundo, hay que ver qué hará el Tesoro con los 7.700 millones de acciones que controla en Citicorp (27% del capital), que compró a 3,25 dólares cada una. Timothy Geithner ya dijo que se venderán cuando sea práctico, y que lo hará de forma escalonada. El paso podría darlo cuando se anuncien en abril los resultados del primer trimestre y podría finalizar en verano.

Las acciones del banco podrían subir de forma más sólida que hasta ahora y tocar los siete dólares. Pero hay inversores que quieren ver antes cómo se desenvolverá Citi cuando se le retire el sustento público. En la entidad admiten que tener al Gobierno detrás da seguridad. Sin embargo, recuerdan que tenerlo como accionista "no da negocio adicional".

Y tercero, como sucede con cualquier otra compañía, Citigroup necesita demostrar al inversor que tiene varios trimestres en positivo y que los costes vinculados al crédito se reducen, porque eso revelará que es capaz de estabilizar las pérdidas. "Lo importante es que haya una generación de ingresos sólida y saneada", admiten fuentes de Citi. Es un objetivo que esperan conseguir en el primer semestre.

Lo que está por ver es si Citi acabará convirtiéndose en un banco netamente estadounidense, con una presencia internacional más reducida y con un negocio orientado al mercado de capitales no tan fuerte. Pandit dice tener en mente los mercados emergentes de América Latina y Asia para reforzar su posición de único banco estadounidense global. Y señala que la línea de ingresos "es bastante estable" y que el banco está mejor posicionado para aprovechar las oportunidades. En definitiva, la nueva Citi es "mucho más parecida al viejo Citicorp", apostilla.

La mutación de Lehman Brothers

No, Lehman Brothers no resucita. Pero año y medio después de su caída van a juntarse los restos que dejó, de los que va emerger una nueva entidad que será conocida como Lamco Holdings. Básicamente se dedicará a gestionar los activos de Lehman que no compró Barclays, y el dinero que genere lo usará para pagar lo que debe a decenas de miles de acreedores.

Los detalles del plan para reestructurar lo que queda del banco de inversión fueron presentados el lunes ante el juez James Peck, que sigue el proceso de bancarrota. Se hizo días después de conocerse la autopsia del cadáver, que va a ayudar al magistrado a entender las causas de su muerte. En la actualidad hay 65.000 demandas por todo el mundo que reclaman más de 830.000 millones de dólares.

Lamco es el acrónimo de Legacy Asset Management Co. Se pretende que sea un pool en el que se consolidarán los activos de las filiales de Lehman. Es una fórmula utilizada con Enron para pagar a los acreedores y evitar duplicidades en los desembolsos y litigios que redunden en costes excesivos. Lo que está por ver es si la contraparte acepta esa solución. La sociedad que emerja de la bancarrota dará trabajo a los 460 empleados de Lehman y del bufete de abogados Alvarez & Marsal que trabajan en la liquidación de sus activos. Cuando el banco de inversión acudió a los tribunales el fatídico 15 de septiembre de 2008 pidió protección de activos valorados en 639.000 millones, que incluyen inmuebles, derivados, bonos y acciones.

Lamco Holdings debería empezar a operar a partir del 1 de mayo si el juez Peck lo autoriza. La firma está abierta a que los inversores adquieran una parte del capital de la nueva compañía. Aseguran que cuentan con activos capaces de generar ingresos y revalorizarse en el tiempo, y se ofrece para gestionar activos similares públicos o privados. -

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_