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Reportaje:Empresas & sectores

El Corte Inglés se pone el chándal

Sportown, la última cadena lanzada por el grupo de distribución, se enfrenta a un mercado muy competitivo que ronda los 5.000 millones anuales de facturación

Dentro de unas semanas se cumplirá un año desde que El Corte Inglés pusiera en marcha su última iniciativa diversificadora: Sportown, una cadena dedicada a la ropa y los accesorios de moda de inspiración deportiva. ¿Una más? No. Al contrario de la mayoría de las cadenas de ropa y equipos deportivos existentes, que comercializan ropa de competición y para uso de calle, El Corte Inglés se ha centrado con su nueva enseña en un público básicamente consumidor de moda deportiva, no tanto para la práctica de deportes (que también) sino para su vida normal. De ahí seguramente el nombre escogido, Sportown, que define el deseo del gigante de la distribución español de situarse en el punto de encuentro de las estéticas sport con el casual más urbano, entre el que destaca el llamado streetwear.

La facturación del sector bajó un 7% entre 2007 y 2009 debido a la crisis
Sportown, como el resto de sus competidores, ha rebajado los precios
La cadena pretende abrir nuevas tiendas en Andalucía y Galicia

Una estrategia que confirma la propia empresa al subrayar que en Sportown "nos dirigimos a un público urbano que sigue las tendencias de moda y al que le gusta sentirse cómodo". Uno de los pocos segmentos en el que, además, el consumo sigue creciendo a buen ritmo, pese a la crisis. Lo que explica la determinación con la que el grupo está desarrollando su nuevo negocio. En apenas seis meses ha abierto ya 10 tiendas a pie de calle y en centros comerciales de Madrid (4), Santiago, Albacete, Málaga, A Coruña, Palencia y Vitoria. "Esta primavera se abrirán nuevos locales especialmente en Andalucía y Galicia", informan en la compañía.

Tan buenas le deben parecer al gigante de la distribución las perspectivas de Sportown que en alguna ciudad, como Vitoria, la nueva enseña se ha quedado con un espectacular local de más de 900 metros cuadrados (dos plantas), en la calle de Dato, que antes era de Sfera, una cadena fundada en 2001 y que sigue en pérdidas (27,2 millones de euros en su último ejercicio).

Lo que define a las Sportown, frente a otros conceptos, según explican fuentes de la empresa, "es que son tiendas con una superficie media de 350 metros cuadrados (si bien algunas llegan a los 900), muy centradas en el calzado, del que se ofrecen unas 20 marcas y más de 350 referencias". Esto, además de sudaderas, prendas de baño o complementos como gorras, mochilas o relojes, todo de marcas como Adidas, Nike, Le Coq Sportif,

Munich, Fred Perry o New Balance.

El sentido de la apuesta es evidente. El amplio sector de la ropa, el calzado, los accesorios y los equipos deportivos ha crecido de forma maratoniana en los últimos 10 o 12 años, "como efecto" -explican en AFYDAD, la asociación de fabricantes de este sector- "de una mayor afición a las prácticas deportivas y a una cultura urbana en la que prima cada vez más la comodidad". Lo que hace de las prendas de inspiración deportiva las preferidas por amplios sectores juveniles, y no tan juveniles.

Entre 1998 y 2007, la facturación total del sector de ropa y accesorios deportivos ha pasado, según SportPanel, una firma de estudios de mercado, de 3.140 a 5.325 millones de euros, un 70% más.

Pero, más que la práctica del deporte, lo que ha propiciado el boom de este tipo de ropa ha sido, explica Antonio de León Torres, un ejecutivo del sector, "la tendencia a usarla a diario, incluso para el trabajo". Lo que se debe, prosigue, a que "es más cómoda, no necesita planchado, se seca rápido, tiene buen toque, protección ultra violeta y no deja olores".

Pese a que el sector perdió algo de brillantez durante los años 2008 y 2009 y bajó un 7,2% entre 2007 y el pasado ejercicio, de 5.325 a 4.937 millones facturados, esto no es nada comparado con otras ramas de la distribución que han sufrido caídas del 15% o del 20%.

Y lo que es más importante, las cifras de ventas de las principales empresas productoras (cada vez más traders que encargan o compran producto hecho en Asia) y de las grandes cadenas de distribución parecen haberse salvado de la quema, que sí ha afectado a los fabricantes y comerciantes más pequeños. Decathlon pasó, por ejemplo, de facturar unos 630 millones de euros en 2006 a 1.047 millones en 2008. Forum Sport, de Eroski, tampoco parece haber sentido mucho la recesión ya que, pese a esta, logró elevar sus ventas entre 2008 y 2009 de 119 a 121 millones de euros.

Es temprano aún para saber si el nuevo experimento de El Corte Inglés va a tener el mismo éxito que otros anteriores, que han logrado incluso resistir a la crisis económica. Y la razón está justo en el enorme atractivo del negocio, que ha provocado la confluencia de cada vez más actores.

A pesar de su esfuerzo por eludir a los competidores, situándose en zonas céntricas de las ciudades (lo habitual es que las grandes cadenas del sector estén en la periferia), Sportown tendrá que enfrentarse a que todos quieren ahora vender moda deportiva. Hipermercados como

Carrefour o Alcampo, cadenas como Decathlon (con superficies de 4.000 o 5.000 metros), Forum, Intersoport o

SportsZone, tiendas especializadas (en surf, montañismo, pesca, skateboard o lo que sea), una infinidad de tiendas multimarca que sobreviven en el centro de las poblaciones e incluso tiendas de marca, como es el caso de Adidas.

Además, el dominio de las grandes cadenas sobre el mercado es cada vez mayor. Forum Sport, de

Eroski, va ya por las 39 tiendas, Decathlon (de la francesa Oxylane) dispone de 75. Y esto no es todo, muchos de estos grupos están segmentando su oferta con nuevas enseñas. Decathlon lanzó en 2008 una cadena de bajo coste (Koodza), que fue seguida de otra de tiendas pequeñas (con superficies de entre 500 y 1.000 metros), Decat, que competiría más directamente con Sportown, al año siguiente.

Luego está la crisis, claro, que perjudica más a los nuevos entrantes que a los ya instalados. Siendo cierto que el sector ha notado menos la caída del consumo que otras actividades, la realidad es que la presión del consumo a la baja ha obligado a todos los grupos a iniciar verdaderas guerras de precios, con bajadas de precios de vértigo, que están reduciendo sus márgenes y rentabilidad.

Decathlon, que vende un 60% de marcas propias, inició ya en el verano de 2007 una bajada de precios del 25% en sus productos de mayor rotación, que intensificaría al año siguiente con una rebaja adicional del 10%. Lo que muestra claramente la dureza imperante en el sector y la determinación del grupo francés de no ceder un ápice de su cuota de mercado. Lógicamente, desde Sportown no podían más que seguir la tendencia. La cadena está ofreciendo ahora mismo un 20% de descuento (convertible en tiques de compra) en calzado deportivo adquirido entre el 26 de marzo y el 18 de abril. Esto, mientras prosigue con sus planes de expansión.

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