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Entrevista:MIQUEL ROCA

"Esperemos que España haya pagado gran parte del ajuste"

"España necesita un gran pacto para los ajustes, gobierne quien gobierne"

Lluís Pellicer

Hace más de una década que Miquel Roca Junyent dejó la política para centrarse en el despacho de abogados que creó en 1996 con sus apellidos. El bufete, que cuenta con más de 260 profesionales, durante la crisis ha ido absorbiendo otros despachos y este año ha dado un salto de gigante al abrir una oficina en Shangái, donde Roca dice haber encontrado mucho interés por invertir en España y Latinoamérica. A pesar de la crisis espera cerrar el año con una cifra de negocio similar al año pasado, cuando facturó 46,1 millones de euros.

Pregunta. ¿El despacho seguirá con esta estrategia de absorciones para crecer?

Respuesta. Un despacho joven como el nuestro, de 15 años, tiene más capacidad de integración orgánica que otros más veteranos. Hemos sido muy respetuosos en las integraciones y han funcionado bien. Eso va a seguir, porque el momento es oportuno. Hay muy buenos profesionales que pueden estar interrogándose sobre cuál puede ser su mejor opción, si seguir solos o integrarse en otro proyecto. Estamos muy dispuestos a estudiar los casos, porque hay muchos profesionales competentes que nos permitirían dar más valor y perfeccionar el despacho.

"Vamos a seguir creciendo con la integración de despachos"
"Hoy hay una lectura distinta del derecho, desde la sensatez"
"España necesita un gran pacto para los ajustes, gobierne quien gobierne"

P. Es decir, ¿despachos pequeños que pueden estar sufriendo?

R. Los que han sufrido más son los que no tienen dimensión o especialización. Un despacho puede ser pequeño pero muy especializado y, por tanto, interesante y rentable. Si luego quiere ser más global, necesitará más tamaño para soportar los costes de la crisis y ofrecer a los clientes mejores servicios.

P. ¿Esa expansión se concentrará en Madrid?

R. Aspiramos a crecer más en Madrid y en el resto de España. No quiero decir que en Barcelona hayamos agotado nuestras posibilidades, pero allí somos mucho más potentes.

P. Han desembarcado en China. ¿Qué oportunidades ven allí?

R. Es una experiencia muy interesante pero difícil. Estamos intentando reorientar nuestro despacho en China porque nos hemos dado cuenta de que nos pueden interesar más las inversiones chinas que puedan realizarse en España que al revés.

P. ¿Hay muchos flujos inversores hacia España?

R. Más flujos potenciales. En todo caso, hay mucho interés. A veces los despachos primero descubren el interés y después el asunto. Vemos interés chino para conocer las posibilidades que hay en España para invertir. Casi a diario, inversores chinos se acercan a nuestro despacho de Shangái para interesarse por determinadas operaciones en España.

P. Pero las inversiones que vamos conociendo tardan mucho en concretarse...

R. Hay lentitud porque hay más curiosidad e interés que decisiones tomadas. Es sensato, porque para los inversores chinos España es un mercado muy pequeño y distante. Puede haber oportunidades, y las hay, pero quieren estudiarlas antes de decidir.

P. También abrieron en Buenos Aires y Moscú.

R. Rusia es una oficina casi de contacto que compartimos con otros despachos europeos, más para asuntos de asistencia urgente que de importancia. Es un mercado muy especial, y me gustaría quedarme en lo de especial. En cambio, en Buenos Aires tenemos una estructura más estable y fructífera con nuestro contacto con el despacho O'Farrell. En el último año y medio la economía argentina ha despegado. Hay un nuevo interés de España por Argentina y Latinoamérica, pero también por parte de China por operaciones triangulares China-España-Latinoamérica.

P. Su despacho ha acompañado y asesorado a empresas durante toda la crisis. ¿En qué situación las ve ahora?

R. Algunas desgraciadamente despiden y se contraen, y otras aprovechan oportunidades y siguen creciendo. Las operaciones son más difíciles, hay poco cambio de dinero y más cambio de papeles, y el sentido de las operaciones de M&A también ha cambiado. No se trata ya de crecer por crecer, sino de crecer para ahorrar, para una expansión muy concreta. Hay más finalidad en las operaciones que antes, pero también menos operaciones de M&A y más alianzas y más acuerdos de noviazgo. Hay más prudencia. Las coyunturas de crecimiento que vivimos eran un tanto falsas: todo era muy espectacular, muy efervescente. La burbuja no era solo inmobiliaria, sino que se proyectaba en todos los campos. Hoy trabajamos con nuestros clientes en esa línea de prudencia, para ahorrar, sanear y ganar cuota de mercado sensatamente. Hoy hay una lectura distinta del derecho que es el derecho de la sensatez.

P. ¿Ese crecimiento un tanto falso del que habla es el que nos ha llevado a los ajustes?

R. Son inevitables. Hemos de esperar que España haya pagado ya una parte muy importante de esos ajustes. No puede ser que nos falte mucho más, porque ya sería muy difícil de soportar. Al final gastar más de lo que se puede y endeudarnos más de lo razonable ha tenido un alto coste para nuestras economías. Que conste que ese error ha tenido una ventaja: nos ha dejado más y mejor equipados para afrontar la crisis. Tenemos mejores carreteras, dispensarios, escuelas... Pero nos viene una etapa larga de sensatez.

P. Hay quien habla de que los ajustes serán más duros en todos los niveles tras las elecciones.

R. No hay más remedio. En 2012 la política de inversión será muy limitada, porque nuestro presupuesto será corto en el tiempo -no habrá presupuesto hasta abril- y estará lastrado por la importante magnitud del subsidio de paro, que impide dedicar más dinero a políticas activas de empleo. Gobierne quien gobierne, España requiere un gran pacto que no ponga en peligro las políticas de ajuste, que en su momento inicial tienen costes sociales por ser impopulares pero que son necesarias para crear empleo. No se pueden hacer políticas de creación de empleo y fomento de la economía productiva si no saneamos nuestras magnitudes. Es imposible.

P. ¿No habría que fijar prioridades en los recortes y no hacerlo linealmente?

R. Puede ser. Se lo acepto. Todos los recortes son denunciables: cuando son lineales, porque son lineales, y cuando son selectivos porque nadie quiere estar en el grupo de los selectos. Es muy complicado, sobre todo cuando se busca que la política de ajustes tenga efectos inmediatos.

P. Usted es uno de los padres de la Constitución. ¿La reforma para incluir el límite de déficit ha tenido el efecto esperado?

R. No estoy en contra de la reforma constitucional, pero sí de cómo se ha hecho. Esa reforma dice lo que ya recogía nuestra legislación, y posiblemente no tuvo una mala reacción en los mercados. Pero si nos acostumbramos a que en la Constitución todo es menor y se puede reformar por la vía legislativa podemos dañar un poco el amparo que la Constitución da a preceptos fundamentales. No soy muy partidario de reformar la Constitución sin referéndums, aunque en esa ocasión tenía carácter excepcional.

P. Fue dirigente de CiU. ¿Eso le da alguna ventaja ahora que la federación gobierna en Cataluña?

R. Nosotros vamos a concursos públicos. Lo peor que podría pasar es que un despacho como el nuestro no pudiera hacerlo. Nunca he querido hacer dictámenes para el Gobierno de la Generalitat, siendo de CiU o socialista, para que no fuera dicho. Pero acudir a concursos es otra cosa. -

Miquel Roca, en su despacho de Madrid.
Miquel Roca, en su despacho de Madrid.LUIS SEVILLANO

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Economía de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera. Ha sido corresponsal en Bruselas entre 2018 y 2021 y redactor de Economía en Barcelona, donde cubrió la crisis inmobiliaria de 2008. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.
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