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Reportaje:

Ibéricos pioneros en EE UU

Fermín se consolida como la primera cárnica española en ese mercado

Exportar productos curados de cerdo a algunos países constituye una dificultad para las empresas españolas, ante las barreras en frontera que ponen diferentes Administraciones en forma de condiciones fitosanitarias. Estados Unidos es uno de los países más exigentes para autorizar la entrada de este tipo de productos, lo que provoca que muchas compañías opten por otros mercados.

Embutidos Fermín, una empresa cárnica familiar constituida en 1956 en la localidad salmantina de La Alberca, fue la primera firma española que apostó por entrar en Estados Unidos con carnes y productos curados del cerdo. Hoy Fermín es la primera exportadora de estos productos a un mercado donde, aunque haya un segmento importante de comida basura, los consumidores han premiado la calidad del producto curado del cerdo ibérico. La evolución de las ventas y la potencialidad de ese mercado dieron lugar a la constitución de la filial

Fermín USA, con el cocinero José Andrés como socio.

Fermín inició en 1995 los trabajos para contar con el permiso de las autoridades norteamericanas para acceder a ese mercado. Las exigencias sanitarias obligaron a la pequeña empresa española a invertir más de dos millones de euros en la modificación, bajo la supervisión de los técnicos de ese país, de un pequeño matadero para que las carnes sacrificadas tuvieran luz verde en Estados Unidos. El proceso de certificación de las instalaciones por las autoridades norteamericanas no se produjo hasta 2005. La empresa salmantina invirtió otros siete millones de euros para la construcción de una sala de despiece y nueva fábrica.

A partir de entonces, Fermín inició la exportación de carnes frescas, especialmente de solomillos y costillas. Pero para la curación de los jamones a exportar han sido necesarios tres años y dos en el caso de las paletas de cerdo ibérico, fundamentalmente de bellota y también de cebo. La empresa tiene actualmente una producción de solo unas 30.000 piezas de jamones y otras tantas paletas, con una facturación total de unos 10 millones de euros.

Para Santiago Martín, director general de Fermín, se trata de una apuesta muy importante para una pequeña empresa, frente a la actitud que han tenido hacia este mercado los grandes grupos cárnicos. Según los datos manejados por la empresa, la decisión de invertir ha supuesto un fuerte crecimiento de ventas, tanto en ese mercado como en otros de Asia, donde también se abrieron las puertas al disponer de la certificación norteamericana.

Fermín reconoce que en este corto periodo no se ha producido una recuperación de la inversión realizada, pero justifica su apuesta a medio y largo plazo ante la gran aceptación que están teniendo en los mercados exteriores los productos curados de cerdo ibérico.

El hecho de haber sido el primer y único matadero español con certificación para exportar a Estados Unidos en 2005 dio lugar a que uno de los grandes en el sector del ibérico, el grupo

Osborne, con su producto estrella Cinco Jotas, decidiera entrar en el accionariado de la empresa salmantina con una participación del 15%. Con ese movimiento accionarial, Osborne adquirió también el derecho a sacrificar en el matadero salmantino calificado carnes frescas. -

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