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Reportaje:

Medio siglo de luces

La vallisoletana Indal ilumina el Louvre de París, el Hong Kong Shenzhen Western Corridor y el estadio del Espanyol

En tan sólo un año, durante 2009, la empresa familiar vallisoletana Indal ha instalado la iluminación de los jardines de las Tullerías y del Carrusel, conocidos como los Jardines del Louvre en París, ha iluminado el Hong Kong-Shenzhen Western Corridor en China y ha hecho la instalación eléctrica del nuevo estadio del RCD Espanyol de Barcelona. Así lo explica de carrerilla Sebastián Arias, presidente de esta empresa que opera en el sector de la iluminación técnica desde el año 1950 y que en 2008, último dato disponible, logró unas ventas de 158 millones de euros.

"Logramos el 76% de las ventas en los mercados exteriores y el 24% en España, lo que nos permite afrontar con garantías el actual momento de crisis porque el mercado español es el que menos tira y muchos de los mercados exteriores mantienen un buen tono en la demanda de instalaciones eléctricas", resume Arias. En la actualidad, Indal está configurado como un holding de 16 empresas con presencia en 12 países y 977 empleados. Arias, que explica sus proyectos desde Brasil, donde se encuentra para cerrar nuevas operaciones, considera que Indal está compitiendo de tú a tú con la holandesa Philips y la belga Schreder, a las que gana en ocasiones en flexibilidad y a las que supera en eficiencia, según relata este directivo.

El 76% de las ventas de la firma familiar proceden del mercado exterior
La diversidad geográfica le permite afrontar mejor la crisis

"Nuestra estrategia actual pasa por la ampliación de mercados como el escandinavo, el centroamericano y los países andinos, donde pretendemos contar con filiales propias", recalca el presidente de Indal. Arias añade que su grupo empresarial ha logrado ser muy proactivo y flexible a la hora de crear filiales en mercados con mucho futuro por su fuerza comercial. Así, cuenta con empresas filiales en Portugal, Alemania, Bélgica, Inglaterra, República Checa y Polonia. Además, posee red comercial propia en Francia, Holanda, Reino Unido y Portugal.

Indal es una empresa familiar que nunca ha descuidado la innovación, y de hecho Arias considera que éste es uno de sus pilares para crecer incluso en plena crisis. Cuenta con cuatro centros propios en suelo español que le permite ofrecer al mercado tecnología propia y no depender de firmas extranjeras en otros tantos sectores industriales. En el sector del alumbrado exterior es considerada la cuarta firma europea y ya cobra royalties por los productos que tiene patentados. En la República Checa y en Colombia algunas empresas fabrican bajo licencia de Indal.

Sebastián Arias señala que el grupo goza de una buena salud financiera, aunque reconoce que se ha visto impactado por la crisis económica actual. El balance de cierre de 2008 presenta unos fondos propios de 63,4 millones de euros. No obstante, la cifra consolidada de negocio ha bajado en los dos últimos años hasta los 150 millones de euros, lo que representa el 10% acumulado. Aun así, la empresa asegura tener un resultado bruto de explotación de 17,4 millones de euros para final de 2009.

La exportación es el eje sobre el que la empresa quiere sustentar su futuro, dice Arias. En la actualidad el grupo exporta a 60 países y es especialmente significativa su venta en los países del norte de África y los territorios ultramarinos franceses.

El camino de Indal es el que han seguido una infinidad de empresas familiares que han conseguido avanzar por dar el salto al exterior y ganar tamaño por la vía de las compras, según recalca Sebastián Arias. "Muchas veces los empresarios españoles se han limitado al mercado interior de forma errónea y luego el mercado les ha estrangulado. Por eso, la diversidad de mercados supone una de las mejores asideras para superar los momentos de baja debilidad de la demanda interna", advierte Arias. La empresa de iluminación nace en 1950 como negocio individual y siete años más tarde se constituye como sociedad anónima. Es en 1980 cuando se afianza como sociedad industrial e inaugura su sede central en Valladolid.

Son años en los que apuesta por la tecnología propia a través de fuertes inversiones. En el año 1991 da el salto al mercado portugués y seis años más tarde se instala en Brasil. Entre 2001 decide apostar por el crecimiento por la via de las compras y adquiere la sociedad Sluz de Barcelona. La ampliación de capital del año 2003 le da el oxígeno necesario para nuevas operaciones. En esta ampliación entra Diana Capital y Axil Participaciones que luego fueron compradas por el Grupo Duero en el año 2008 que mantiene aún el 26% del capital. Indal Corporación posee la mayoría del capital con el 53%, mientras que la Caja Municipal de Ahorros de Burgos posee el 14%.

El esfuerzo por los mercados exteriores ha hecho que ya en el año 2008 la empresa haya logrado el 41,7% de su cifra de ventas en Francia, el primer mercado en importancia, como ratifica el presidente de la empresa familiar vallisoletana.

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