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Reportaje:

Multinacionales sin planes para España

La crisis y la apuesta por los mercados emergentes reducen la implicación de las empresas globales en el país

La posibilidad de que las multinacionales presentes en España contribuyan en 2011 a reducir los 4,6 millones de parados es más bien escasa. Es al menos lo que se deduce tras consultar con los portavoces de las asociaciones de los sectores con fuerte representación de multinacionales como el automóvil, la farmacia, la química, los bienes de equipo, la electrónica o la cosmética. Casi ninguna de las grandes multinacionales presentes en estos sectores prevé inversiones o proyectos importantes en 2011.

En AMETIC, la patronal de la electrónica y las TIC, su director general, José Pérez, advierte que "no hay perspectivas de grandes inversiones". Y en STANPA (patronal de cosmética), con presencia de multinacionales como L'Oreal, su directora, Val Díez, explica: "nuestras empresas han pasado dos años, 2009 y 2010, difíciles y tratan de mantener su producción, pero sin grandes aumentos de capacidad".

Ikea iba a invertir 2.000 millones, pero redujo sus planes por trabas burocráticas
Empresas de bienes de equipo como GE Siemens o Alstom, frenan su expansión

"Pese a que hemos vuelto a crecer, por las exportaciones", explica José Antonio Labat, portavoz de FEIQUE, la patronal del sector químico, "no se prevén grandes inversiones en nueva capacidad, ya que hasta 2012 no se utilizará la que hay disponible". El sector, que perdió 40.000 empleos, no prevé abrir nuevas plantas. Una situación similar a la que se vive en los bienes de equipo, con gigantes como Siemens, GE o Alstom, y que después de la caída brutal de 2009 está en fase de recuperación de ventas. "Empezarán a crecer en 2011", explica José Luis Castañeda, director general de SERCOBE, la patronal. "Por ahora aún hay exceso de capacidad". Igual ocurrirá entre las empresas de ANFAC, la patronal del automóvil, donde su portavoz, David Barrientos, explica que "seguiremos en la línea de los 1.700 millones de inversión anual".

En otros sectores como la farmacia, la inversión y creación de empleo plantean aún más dudas. En Farmaindustria señalan que la tendencia es descendente y que se prevé una reducción de las inversiones de "los 1.000 a los 700 millones de euros". En este sector, con mayoría de multinacionales, no solo no hay nuevos proyectos sino que se anuncian además recortes de inversiones. "2011 no va ser un año muy bueno para nosotros", dice el director de Estudios de esta patronal, Pedro Luis Sánchez. Esta atonía se explica por la crisis, que ha generado exceso de capacidad. Casi todos los sectores con presencia de multinacionales han perdido ventas en los últimos dos o tres años, lo que les ha obligado a efectuar reducciones de producción, expedientes de regulación de empleo y reestructuraciones. Pese a que las exportaciones están aumentando, y compensando en parte el bajón de la demanda en España, pocos creen que las ventas fuera crezcan tanto como para justificar grandes inversiones y contrataciones masivas. El sector tiene aún 8.000 trabajadores en situación de ERE temporal.

En el automóvil, la debilidad del mercado doméstico es tan fuerte que empieza a pasar factura al crecimiento de la industria. "De momento", explica Barrientos, "se mantiene la confianza de las marcas en el país, pero, a menos que las ventas internas crezcan desde las actuales 900.000 unidades y se recuperen los tres millones de vehículos producidos (este año solo se alcanzarán 2,4 millones), va a ser difícil que haya inversiones fuertes, incluso que lleguen nuevos modelos a las plantas españolas". Pese a todo, España ha salido bien parada en la asignación de nuevos modelos. Se han destinado a sus plantas modelos como el Audi Q3 (en Seat) o el coche eléctrico de Renault en Valladolid. Pero, esto solo bastará para mantener la actividad, no para incrementarla.

España, objetivo preferente de las multinacionales hasta hace muy poco tiempo, ha dejado de ser una prioridad para estas empresas, cuyo interés se centra hoy en los mercados emergentes. Latinoamérica, Asia, Europa del Este y Rusia. No es solo un problema de España. Sánchez, de Farmaindustria, advierte que "en cuatro años se han cerrado 13 plantas en Europa y se han abierto 15 en Asia". Un cambio que responde no solo a los bajos costes que se dan en esos países sino también a la creciente importancia de esos mercados. "En Europa", dice Barrientos, "la prioridad es el Este, con grandes inversiones en marcha. Polonia, con medio millón de coches vendidos, puede doblar sus cifras. En Eslovaquia se están produciendo coches de las gamas más altas como el VW Tuareg y el Porsche Cayenne. Y Rusia va a ser un mercado gigantesco". Volkswagen, que invertirá 62.600 millones en cinco años, destinará este dinero, además de a Alemania, a EE UU, China y Eslovaquia. En China elevó sus ventas en un 40% hasta septiembre (casi 1,5 millones de coches). En Europa aumentaron solo el 0,2%.

La desproporción en el crecimiento de estas empresas en Europa (incluida España) y en esos mercados es espectacular. Las ventas de L'Oreal crecieron hasta septiembre un 2,6% en Europa Occidental, un 17% en Europa del Este y un 23% en China. Carrefour, cuyas ventas bajaron un 3,8% en Europa, vio incrementarse en un 33% las registradas en Latinoamérica y en un 17,4% en Asia. Algunas empresas obtienen ya casi todos sus contratos fuera de Europa. De los 21 contratos logrados por Alstom entre junio y noviembre, solo seis fueron en Europa. Los otros 15 vinieron de China, India, Brasil, Rusia o Suráfrica.

Pero hay más razones. En la industria química o en la cementera, sus portavoces atribuyen el decreciente atractivo de España a causas comunes al conjunto de Europa como la exigente legislación medioambiental. Tan fuertes son estas restricciones que, según Labat, "la mayor parte de los nuevos proyectos industriales estarán fuera de Europa". La obligación de dejar de emitir (o pagar por hacerlo) a partir de 2012 "hará que las grandes empresas centren sus inversiones en China, sin restricciones medioambientales". Luego están los temas regulatorios. Algunos sectores atribuyen su menor interés por España a decisiones políticas. "Dos decretos aprobados por el Gobierno", dicen en Farmaindustria, "han llevado a una reducción de las ventas de 2.100 millones de euros este año. España ya no es vista como un país fiable". Las grandes multinacionales del sector como

Roche, Abott, Sanofi-Aventis o

Bayer han llevado a cabo reducciones de capacidad y cerrado alguna planta. Y algunos altos ejecutivos no han dudado en protestar. "Sanofi Aventis", comenta Sánchez, "emitió un comunicado quejándose de los decretos".

También en AMETIC se quejan de los cambios regulatorios. "Si se sube la carga impositiva o se adoptan medidas como la introducción de las tasas para financiar las televisiones, las empresas no van a tener interés en invertir aquí", asegura Pérez.

La gran distribución, muy penetrada por multinacionales y uno de los pocos sectores que sí tiene en cartera inversiones billonarias y creación de decenas de miles de empleos, se queja de que muchas de sus inversiones están paralizadas por restricciones de las comunidades autónomas. Pese a que el sector, con multinacionales como Ikea, Carrefour o Metro, invertirá este año 2.600 millones (tanto como en 2008), "podría invertir mucho más", según ANGED, la patronal, "si algunas autonomías dejaran de limitar el crecimiento de las grandes superficies". Ikea, que subió sus ventas en España un 8,2% y quería invertir 2.000 millones hasta 2015 (y crear 20.000 empleos), ha abandonado algunos proyectos por dificultades burocráticas.

Mientras esto ocurre, las grandes enseñas de la distribución apuestan, sin fisuras, por los mercados emergentes. Carrefour, solo en 14 días, entre el 28 de octubre y el 10 de noviembre, abrió ocho gigantescos hipermercados en China con un total de 54.000 metros cuadrados.

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