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Reportaje:Empresas & sectores

Por una bollería más saludable

El Grupo Siro abre en Segovia un centro de I+D+i agroalimentario

La elaboración de piensos para peces aprovechando los recortes de las cortezas del pan de molde o la utilización de materias primas naturales alternativas para la fabricación de productos nutricionalmente más saludables son algunos de los proyectos en los que están embarcados los cuarenta investigadores que trabajan en el nuevo centro de I+D+i que el Grupo Siro

acaba de abrir en El Espinar (Segovia). Con una plantilla de 3.500 personas, una capacidad total de producción próxima a los 285 millones de kilos al año -el 85% destinada a Mercadona- y una facturación de 321 millones de euros en 2009, el Grupo Siro incorpora la investigación a su negocio tradicional vinculado a la bollería, las galletas o la pasta, entre otros productos, distribuido en 19 centros de trabajo, de los que 14 son fábricas.

Después de que el equipo de investigadores y técnicos, procedentes de diversas disciplinas -ingenieros químicos y agrónomos, expertos en tecnología de los alimentos...- haya conseguido que el grupo pase de comercializar de 50 a 900 productos, en diez años, Siro se embarca en el I+D+i. Además, está dispuesto a trabajar para otras compañías, a través de su centro de El Espinar, inaugurado por los Príncipes de Asturias el martes pasado, tras una inversión de seis millones.

Para el presidente del grupo, Juan Manuel González Serna, el objetivo es convertirse en un referente internacional en el desarrollo e innovación de productos y procesos en el sector agroalimentario, a través de soluciones que mejoren la salud y la calidad de vida de la población, pero con un enfoque industrial.

Aparte de trabajar con productos alimenticios que puedan ser novedosos para los consumidores, se desarrollan otros específicos para personas que no toleran el gluten, que no pueden tomar azúcar o adaptados a las necesidades infantiles.

González Serna, que destaca que otro de los proyectos estrella está vinculado a las tecnologías de frío y congelación, sostiene que su nuevo centro le permite liderar la capacidad de innovación del sector agroalimentario español. De ahí que lo defina como una "fábrica de ideas y conocimientos" y que se muestre convencido de que se trata del proyecto intelectual "más importante" que ha afrontado el grupo en su historia.

Ahora, el equipo de I+D+i está inmerso en 100 proyectos en un edificio de 3.000 metros cuadrados, que albergan desde oficinas a salas de reuniones y formación y obradores, laboratorios o salas de catas.

Un bollo o una pieza de pastelería parecen simples cuando están a punto de acompañar un café, pero su elaboración industrial ha sido estudiada concienzudamente, desde el amasado y el batido de la masa a su horneado o fermentado, incluso a su decoración con chocolate blanco, si llega el caso. El nuevo producto, antes de salir al mercado, será probado por expertos y sometido a técnicas de envejecimiento, sin olvidar su correcto envasado.

Todos estos procesos, aparte de tratar de mejorar la calidad y de hacer más saludables los alimentos, son estudiados ahora en el laboratorio como base para el crecimiento de los negocios del sector agroalimentario. El éxito parece demostrado: de siete investigadores, en cuatro años, la cifra se ha multiplicado por seis. -

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