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Reportaje:

La 'casas de oro' siguen brillando

Tras un duro 2009, las inmobiliarias que venden producto de lujo empiezan a ver la crisis por el retrovisor con incrementos de dos dígitos en sus ventas

Miguel Ángel García Vega

Isaac Newton estaba equivocado. La fuerza de la gravedad no afecta a todos los cuerpos por igual. Los ricos parecen tener una masa diferente. De ella se están aprovechando las inmobiliarias que venden producto dirigido a este grupo elitista. ¿Crisis? "Tenemos clientes que tienen un presupuesto mensual en alquiler de entre 10.000 y 15.000 euros, a los que no encontramos casa en Barcelona porque, sencillamente, no existen inmuebles disponibles", asegura Miguel Ángel Solà, director de la agencia catalana Luxury Properties. Y añade: "En Barcelona capital llevamos cinco o seis meses en los que las casas se venden muy bien. El precio, eso sí, se ha ajustado un 25% o un 30% por debajo del que se pedía hace un año". En este tiempo ha encontrado casa, por ejemplo, el delantero del Barça David Villa que ha alquilado dos áticos en la exclusiva zona de la Bonanova, en una promoción de obra nueva.

"Hay una demanda nacional latente muy fuerte", dicen en Aguirre Newman
La clientela de estas inmobiliarias -los ricos- crece incluso en tiempos de crisis

El mercado disfruta, pues, de movimiento, e inmobiliarias como Rimontgó, dirigidas a viviendas de lujo, están empezando a mirar la crisis desde el retrovisor. En esta firma valenciana aseguran que en junio pasado ya habían alcanzado el 90% de la facturación de todo 2009. Lo que en su opinión demuestra que "las personas con más poder adquisitivo aprovechan las oportunidades que ofrece ahora el mercado, y, además, encuentran en este producto un refugio alternativo para sus inversiones", reflexionan en la inmobiliaria. "No esperamos estancamiento ni sobreoferta en esta clase de inmuebles. El producto de calidad tiene muy buena salida en el mercado", dicen.

En el caso valenciano, la ciudad está atrayendo a muchos directivos y empresas extranjeras. Y estos expatriados optan por urbanizaciones de élite como Santa Bárbara, Monasterios o El Bosque, que se hallan entre las más demandadas. En segunda residencia, destinos clásicos: Jávea, Altea, Moraira o Dénia siguen marcando el paso. A esta fortaleza ante la crisis también contribuye el origen diverso de los compradores. Alemanes, rusos, polacos y ucranianos son los principales demandantes.

Y frente a los compradores extranjeros, los españoles (básicamente empresarios y profesionales liberales) reclaman su protagonismo. "Sigue habiendo una demanda nacional latente muy fuerte", precisa Elisabeth Sanz, directora de residencial para Madrid de la consultora Aguirre Newman. Eso sí, las negociaciones entre comprador y vendedor suponen cursar un máster en paciencia. "Si antes las operaciones en este segmento de lujo se cerraban en un mes hoy se pueden alargar más de medio año", puntualiza.

Es el juego del gato y el ratón. El comprador apura al máximo la oferta a la baja, consciente del momento que vivimos, y el vendedor cree que la situación terminará por mejorar y podrá exigir un precio mayor. Planteado el juego, "el segmento que más se está moviendo en el lujo es el de un millón de euros o algo superior. Se trata, sobre todo, de familias que crecen por la llegada de más hijos y están obligadas a cambiar de piso", explica un responsable de la inmobiliaria catalana QualinHabitat quien, en contra de la tendencia general, resalta que 2009 ha sido mejor para ellos que 2010.

Instalados también en los privilegios del dinero se encuentran los clientes, principalmente políticos, artistas y deportistas, dice Javier Román, director de Kristina Szekely Sotheby's International Realty. "Entre 2009 y 2010 nuestras ventas han aumentado un 20%", asegura el responsable en Madrid de la inmobiliaria. "De hecho, en los últimos años hemos crecido a tasas del 15%". Igual de uniformes parecen las demandas que reciben. "El 90% de nuestros peticionarios hoy en día buscan un piso de 200 a 250 metros cuadrados de más de tres dormitorios en el Barrio de Salamanca", avanza Javier Román. ¿Precio? Alrededor de 1.200.000 euros. Otros refugios de lo exclusivo en Madrid son La Moraleja, Somosaguas, Puerta de Hierro y La Finca (famosa por dar cobijo, sobre todo, a futbolistas del Real Madrid).

Y es que la materia prima de la que se nutren estas inmobiliarias, o sea los ricos, crece incluso en tiempos de crisis. En 2009, acorde con el estudio elaborado por Merril Lynch Global Wealth Management y Capgemini, este grupo de privilegiados ya alcanzaba en España las 143.000 personas, o sea 15.900 más que durante 2008. Con estas cifras, nuestro país se mantiene en duodécima posición del listado global de las naciones del mundo con mayor número de grandes patrimonios. Hablamos de aquellas personas que tienen un mínimo de un millón de dólares (723.000 euros) en activos de inversión, excluyendo primera vivienda y bienes de consumo.

Está claro que estas personas juegan en otra liga. Una competición de la que están sacando partido las inmobiliarias que venden lujo. "Para buena parte de los compradores normales, el gran problema hoy es conseguir financiación. Pero esto es algo que no le ocurre al comprador de vivienda de alto nivel, ya que no tiene tantas dificultades para acceder a una hipoteca y, además, suele contar con fondos propios con el fin de afrontar la operación", indica Carlos Smerdou, consejero delegado de Foro Consultores. La situación del mercado la define con precisión la inmobiliaria Engel & Völkers: "Menos rotación, más negociación, más incertidumbre y menos clientes extranjeros".

En este escenario, inmobiliarias especializadas en este segmento, como la madrileña Promora, están recuperando la alegría de vender. "Después de 2009, que para nosotros fue el peor ejercicio de la historia (las ventas cayeron un 35%), la facturación este año subirá un 20%", aventura Gonzalo López-van Dam, director de Promora. De hecho, la situación es bastante singular. Las casas de ultralujo -esas que cuestan más de ocho millones de euros- se venden bastante bien. Sin embargo, las de precio medio (para las inabordables cifras que mueve este segmento), que son las que oscilan entre los 2,8 y los 6 millones de euros, "se están viendo más afectadas", dice López-van Dam. Al final, el comprador parece haberse refugiado en el segmento que fluctúa entre 900.000 y 1.300.000 euros. Además, agrega, también se ha visto afectado el alquiler para expatriados, sobre todo en los puestos más elevados.

Otro actor en esta representación, como Knight Frank, que conjuga la parte de consultoría con la inmobiliaria pura y dura, apunta que "lo que se vende es una vivienda de un precio medio de 2,5 millones de euros", indica Gloria Sánchez, directora de casas de prestigio de la firma. También transmite optimismo Carlos Noguera, gerente de la inmobiliaria Meridiana, radicada en Ibiza. "Este año para nosotros está siendo de clara recuperación. Hemos ampliado tanto la plantilla como los servicios que ofrecemos. De hecho, esperamos cerrar el ejercicio con un incremento del 70% de la facturación respecto a la de 2009". Sobre todo por la fuerte demanda que las villas, "preferentemente de estilo moderno o minimalista, están teniendo en el mercado ibicenco", señala este experto.

Vender lo bueno y alquilar lo regular

Una visión diferente y más contenida es la que aporta Óscar Gras, consejero delegado de Ambassador: "En términos de ventas, para nosotros 2009 es similar a 2010. Se está vendiendo el mismo producto, pero con unos precios menores de entre el 5% y el 10%". Y manda un mensaje muy claro: "Solo se vende lo bueno. Aquellos inmuebles que tienen defectos (casas interiores o con poca luz, por ejemplo) no se venden o hay que bajar terriblemente el precio".

Por esta razón, y ante la dificultad de vender algunos de estos inmuebles de oro, se está relanzando el alquiler residencial de lujo. "Si no puedes comprar, al menos puedes alquilar", piensan los clientes. Diplomatic, una inmobiliaria madrileña especializada en encontrar casa a diplomáticos y expatriados, ha aumentado en un 20% el volumen de alquileres destinados a estos dos segmentos. "Sobre todo en la horquilla que va desde los 2.800 a los 13.000 euros", concluye Fernando Insua, presidente de la inmobiliaria.

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Sobre la firma

Miguel Ángel García Vega
Lleva unos 25 años escribiendo en EL PAÍS, actualmente para Cultura, Negocios, El País Semanal, Retina, Suplementos Especiales e Ideas. Sus textos han sido republicados por La Nación (Argentina), La Tercera (Chile) o Le Monde (Francia). Ha recibido, entre otros, los premios AECOC, Accenture, Antonio Moreno Espejo (CNMV) y Ciudad de Badajoz.
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