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Las dificultades del mercado de emisiones

Pasado el primer año del inicio de la aplicación de la Directiva del Parlamento Europeo que regula la negociación de derechos de emisión de gases de efecto invernadero parece un buen momento para realizar algunas consideraciones. Aunque hay muchas voces que todavía critican el esquema impuesto en la Unión Europea para cumplir con el protocolo de Kyoto y que lamentan que el reparto inicial de la carga en la reducción de emisiones no fuera equitativo, pues no se igualaron las emisiones per cápita y no se tuvo en cuenta el diferente grado de desarrollo industrial de los veinticinco países miembros, parece evidente que el proceso no tiene marcha atrás y que deberemos adaptarnos o pagar el coste de no hacerlo.

Como ha ocurrido en otros mercados son los 'brokers' los que harán el esfuerzo por dar acceso a los mercados mayoristas a las instalaciones afectadas
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Los primeros pasos prácticos en la puesta en marcha del esquema, que son la aprobación del plan nacional de asignación, la concesión de los permisos de emisión, la puesta en funcionamiento del registro nacional y la anotación de los derechos en la cuenta de las instalaciones, se ha realizado en plazos muy diferentes por los distintos estados miembros. Todavía falta por poner en funcionamiento ocho registros nacionales.

En algunos casos, como es el español, gran parte de los derechos no se han anotado a las instalaciones porque muchas no se han dado de alta todavía.

El mercado de derechos de emisión es de ámbito europeo. Una instalación española puede utilizar un derecho transferido por cualquier instalación situada en otro país de la Unión. No existen, por tanto, diversos mercados nacionales que negocien activos diferenciados.

Habiendo diferentes lugares de contratación, mercados organizados y mercados bilaterales, con diferentes fechas de liquidación, contado o a plazo, existe la posibilidad de arbitraje, cuando se dan precios diferentes en distintas plazas, lo que conduce a que los precios se igualen, descontados los costes de cada tipo de operativa.

La mayor parte de la operativa se realiza en mercados bilaterales con liquidación a plazo en los que cada parte de la operación acepta el riesgo de crédito de la otra, hasta la fecha de entrega y pago. Es un mercado mayorista donde los principales actores son las grandes empresas energéticas, adjudicatarias de grandes cantidades de derechos, y los bancos de negocios internacionales. Es muy poca la información que trasciende, al realizarse la operativa vía broker y no desvalerse a terceros quién compra o vende. Son miles las instalaciones afectadas por la directiva que no tienen acceso a ese mercado por tratarse de instalaciones pertenecientes a empresas de medio y pequeño tamaño, cuyo riesgo crediticio es alto o de difícil valoración.

Lo natural en estos casos es que este tipo de instalaciones acudiesen a mercados organizados para realizar su operativa, de dos o tres operaciones por año, y ajustar su cuenta de derechos a sus previsiones en cada momento.

Lo más fácil para estas instalaciones es acudir al mercado a través de las casas especializadas o brokers que permiten realizar la operativa a un coste razonable y sin tener que darse de alta en cada mercado.

Sin embargo, esto no es tan sencillo en el caso de la negociación de los derechos de emisión. Al tratarse de un activo no financiero, en las operaciones de contado o spot, la negociación está sujeta a la liquidación del impuesto sobre el valor añadido (IVA). Además, en los incipientes mercados de negociación al contado de derechos de emisión, como Powernext Carbon en Francia, todavía no existe la figura del miembro negociador o broker por lo que las casas especialistas en ese servicio han de actuar en nombre propio aunque la operación se realice por cuenta de un cliente.

Como ha ocurrido en otros mercados son los brokers los que harán el esfuerzo comercial y operativo por dar acceso a los mercados mayoristas a las instalaciones afectadas. Pasado un año desde la puesta en marcha de la directiva nos encontramos todavía con un mercado inmaduro que necesita mejorar las vías de acceso a la operativa y a la información para las instalaciones afectadas de tamaño pequeño y mediano.

José Salmerón es director de Mercados de Intermoney Energía.

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