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Reportaje:Información privilegiada

Las horas decisivas de Bankia

La entidad y el Gobierno se confabulan para sacar adelante la salida a Bolsa en julio

Miguel Ángel Noceda

Lo que son las cosas. Mientras el PP se oponía a la reforma legislativa de la Negociación Colectiva propuesta por el Gobierno, unos cuantos ex altos cargos del partido y fervorosos militantes aplaudían su aprobación sin disimular. Eran los principales responsables de

Bankia: Rodrigo Rato, presidente de la entidad y exvicepresidente de los gobiernos de Aznar; José Luis Olivas, vicepresidente de la entidad y expresidente de la Comunidad Valenciana con el PP, y José Manuel Fernández Norniella, ex secretario de Estado de Comercio y vicepresidente de Caja Madrid, principal accionista de Bankia junto a Bancaja.

No era para menos. La entidad se encuentra en un momento de máxima tensión preparando la salida a Bolsa y cualquier acontecimiento, ya sea nacional o internacional, puede desestabilizar el proceso. "Cualquier situación que muestre debilidad del Gobierno, como habría sido el fracaso de la reforma, repercute en los mercados y provoca que los inversores aplacen la decisión de participar en el capital hasta tiempos mejores y, consecuentemente, se tenga que retrasar la salida a Bolsa", sostiene una fuente autorizada al explicar los temores que cundían la mañana del miércoles mientras el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, defendía en la tribuna del Congreso de los Diputados la reforma y medio Gobierno negociaba la abstención de nacionalistas vascos y catalanes en los despachos para sacarla adelante.

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La entidad ultima el folleto de salida, cuyo borrador corrige prácticamente cada día para casar sus objetivos con las exigencias de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) hasta entregar el texto definitivo, que previsiblemente hará mañana para cumplir plazos. Bankia aspira a captar entre 3.000 y 4.000 millones de euros, de los que el 40% provendría de inversores institucionales, la gran tarea en la que están metidos los colocadores.

Un retraso al otoño, con la inestable situación internacional provocada por Grecia y el posible contagio a otros países, la amenaza de elecciones anticipadas en España y la prevista cotización de Loterías para entonces, complicaría mucho la salida. Ni los responsables de Bankia ni el Gobierno desean ni por lo más remoto que eso suceda. Se ha convertido en una cuestión de Estado y de prestigio para el país y los intereses comunes les ha llevado a confabularse para sostener la salida en julio.

Por eso, cuando Rato, que precisamente se encontraba en Londres buscando inversores, se enteró de que el Ejecutivo había superado los obstáculos, respiró. Lo mismo que Olivas, que se había trasladado de Valencia a Madrid para acudir a la convocatoria de la ministra de Economía, Elena Salgado, la tarde de ese día. En una acción concertada con sus colegas europeos, la ministra, que sería sustituida por el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, porque tenía que asistir en el Congreso a la votación de la reforma, había citado a Santander, BBVA, Caixa, Bankia y Mapfre, así como a las patronales de banca, cajas y seguros, para pedirles apoyo a Grecia y, sobre todo, renovar la deuda de ese país con vencimiento en 2012 y 2013 con un nuevo bono a cinco años.

La premura de la convocatoria, un día antes, impidió que acudieran la mayor parte de los presidentes por distintos motivos (Emilio Botín estaba en Brasil asistiendo a la final de la Copa Libertadores que patrocina el Santander; Francisco González se encontraba en México junto a su segundo, Ángel Cano, en el consejo que cada año celebra allí; Isidro Fainé, que en su doble faceta fue sustituido por Juan María Nin (Caixa) y José María Méndez (CECA), al tener un compromiso en Barcelona, y Rato en la citada visita a Londres).

Pese a la escasa exposición de la banca española en Grecia, el impacto puede ser determinante en los procesos de salida a Bolsa, de los que, aunque estaban implícitos, no se habló en la reunión. Caixa Bank, que tiene previsto ocupar el lugar de Criteria el 1 de julio, no acarrea problemas; pero Bankia y Banca Cívica dependen de muchos condicionantes.

Luzón propone a la banca "reconciliarse con los ciudadanos"

"La prioridad del sistema bancario deberá ser, en el futuro inmediato, la de reconciliarse con los ciudadanos y particularmente con las clases medias y las medianas y pequeñas empresas". En un profundo y preparado discurso en el que repasó la reciente historia económica de España a través de la suya propia, Francisco Luzón se mostró valiente en su investidura como doctor honoris causa por la Universidad de Castilla La Mancha. Ante más de 70 togados, varios rectores y exrectores, muchos colegas, varios políticos y algún sindicalista (que, como Cándido Méndez, allí presente, han criticado el papel de la banca en la crisis), el consejero del Banco Santander responsable de América Latina, se mostró "convencido de la reforma financiera", que, junto a la educación y la internacionalización de la economía, será clave en la recuperación. Con la muceta y el birrete dorado, el libro de la sabiduría, el anillo y los guantes blancos, este conquense de El Cañavate subrayó que "el reto de España está en recuperarnos del gran éxito [de las últimas décadas] y reinventarnos otra vez como país". -

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Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.
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