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Reportaje:Empresas & sectores

La travesía del desierto de Cepsa

La segunda petrolera de España se prepara para un 2009 difícil

A las petroleras les espera un 2009 muy complicado. También a Cepsa, en la que dos de sus principales accionistas, Santander y Unión Fenosa, han puesto a la venta sus participaciones, que suman el 36% del capital. Ni siquiera los bajos precios del crudo, que deberían beneficiar a un grupo como Cepsa, con poca exposición en el upstream (exploración y producción), le servirán para atravesar el año en mejores condiciones. Y esto porque la bajada de las ventas de carburantes en España está saltándose todas las previsiones. Con el consecuente deterioro de márgenes. "Arrancamos en un escenario muy difícil", explica una fuente de la dirección de Cepsa. "Estamos ante una crisis que no es sectorial ni local, sino mundial. Los ingresos tienden a bajar y los márgenes se acortan".

Cepsa no cancela sus planes de exploración por el bajo precio actual del crudo
El grupo aumentó un 18% sus ingresos en 2008, pero redujo a la mitad su Ebitda

Lo peor es que la caída del consumo de carburantes está siendo drástica y rápida. "Se ha acelerado desde el cuarto trimestre del 2008", explican en Cepsa. El consumo de gasolina cayó el 6,2 % en 2008 y el de gasóleo, el 3,6%. En Cepsa no ocultan que la situación se ha deteriorado en las primeras semanas del año. "Los datos de enero y la tendencia de febrero", señalan, "son muy malos", con una caída en la primera mitad del mes superior al 13% en gasolinas y próxima al 15% en gasóleo.

Si las caídas de la gasolina (por su proceso de sustitución por el gasóleo) o de los querosenos (por la caída del transporte aéreo) eran previsibles, más sorpresa provoca el desplome del gasóleo. Pero tampoco hay que asombrarse porque el mercado español ha tenido un crecimiento del 39% entre 1995 y 2005, frente a un 3% registrado en los demás países de la UE a 15. Una fuente de la Asociación de Operadores de Petróleo (AOP) dice que la situación es lógica. "Ha caído sobre todo el consumo en el transporte comercial, en el camión: hay menos ladrillos, cemento, muebles y coches o componentes que transportar. Era de esperar". "Es muy probable que la caída siga en 2009", señala otra fuente del sector.

La situación ha impactado en los resultados de Cepsa, que cerró 2008 con una fuerte merma en su rentabilidad. Pese a que sus ingresos crecieron un 18,2% por la absorción de la red de Total en Portugal (141 gasolineras) y los precios más altos de las gasolinas en el primer semestre, al final el resultado de explotación bajó un 51%. Esto se debió sin duda a lo sucedido en el cuarto trimestre, ya que hasta septiembre la compañía presentaba un resultado operativo en baja apenas del 18%.

Dado el ritmo de destrucción de actividad económica, no parece que la situación vaya a cambiar. En el sector se teme que las bajadas de producción dictadas por la OPEP no sean suficientes para hacer subir los precios. A menos que ésta decidiera reducciones tan drásticas que volvieran a generar sensación de escasez. En Cepsa creen que mientras siga bajando la demanda en la OCDE, y también en China e India, los precios seguirán deprimidos.

Pero el que la empresa vea reducidos sus ingresos y rentabilidad no significa que pueda sustraerse a una serie de gastos recurrentes. Cepsa, que ha hecho importantes adquisiciones en Colombia en 2008 y ha aumentado mucho su perímetro de exploración, llegando a operar 17 de los 34 permisos en los que participa en diferentes países, no va a renunciar a sus programas en upstream por el bajo precio actual del petróleo. "Es una estrategia a largo plazo", explican en la empresa, "que nos va a permitir pasar de unas reservas actuales de 120 millones de barriles a 150 millones, aumentando a la vez el nivel de producción". Aunque en 2009 Cepsa ha decidido centrarse en la consolidación de sus activos.

Otro factor que ha venido añadiendo incertidumbre es la escalada de reivindicaciones y exigencias por parte de los países productores. "Se ha aumentado la tasación sobre la producción, más en consideración del precio nominal del crudo que de los beneficios reales", dicen en Cepsa.

Cepsa se ha embarcado también en inversiones por varios millones de euros en sus refinerías. Una de las más importantes es la de La Rábida. "Queremos obtener en estas instalaciones más destilados medios (gasóleos y queroseno), de mejor calidad, y reducir la producción de los pesados".

Esto, además de los gastos que supone el adaptarse al nuevo escenario de introducción obligada de los biocarburantes. En el sector no ocultan que la obligación de mezclar biocarburantes con gasolina (bioetanol) y gasóleo (biodiésel) no podía venir en peor momento. Una fuente del sector señala que habían pedido "que la introducción de los biocombustibles se hiciese con cautela. Y estamos a mediados de febrero, tenemos la obligación de mezclarlos desde el 1 de enero y no tenemos certeza sobre los procedimientos para hacerlo, cómo se comprueban las cantidades, los márgenes para mezclar, la venta o intercambio de derechos... Todo ello nos sume en una inseguridad jurídica muy grande y que podría tener consecuencias para los operadores". Además, la bajada del precio del crudo ha hecho que los biocarburantes, en comparación con los carburantes fósiles que pretenden sustituir, resulten ahora más onerosos.

A las petroleras como Cepsa tampoco les ha gustado que les obliguen a realizar mezclas directas de bioetanol con gasolina, teniendo en cuenta la bajada de consumo de los últimos años que ha generado excedentes crecientes en este producto. Consideraban que se habían anticipado al menor coste para el usuario con la incorporación de bioetanol vía ETBE, que se hace sin coste adicional logístico. Hubieran preferido una obligación más genérica para todos los combustibles, gasóleos y gasolinas. "En un país en el que se vende cinco veces más gasóleo que gasolina y tenemos un déficit importante del primero", explican en Cepsa, "hubiéramos preferido que se hubiera hecho hincapié en la incorporación del biodiésel". La compañía ha encomendado a dos empresas la puesta en marcha de dos plantas de biodiésel, una en Huelva (Bio-Oils) y otra en Algeciras (Abengoa), que arrancarán este trimestre.

Pese a que Cepsa no ha presentado un plan de reducción de costes tan explícito como el de Repsol, en la compañía no ocultan la necesidad de, para mantener las inversiones en producción y refinerías, hay que hacer ahorros. Aparte de que no tienen intención de aumentar ahora la red, "hemos venido realizando desde hace tiempo esfuerzos importantes en ahorro energético y eficiencia en los procesos de refino que es nuestra mayor fuente de reducción de costes". "Pero tenemos que reducir más los costes fijos".

Cambios en el accionariado

En Cepsa argumentan que la venta por parte del Santander y Unión Fenosa de sus paquetes en la petrolera no afectará el día a día en la empresa. Total, que tiene cerca del 48,8% y es el mayor accionista, está actuando como operador y gestor de la compañía. Los paquetes, un 32,5% del Santander y otro 5% de Fenosa, podrían ser vendidos a IPIC (International Petroleum Investment Co), un fondo estatal de Abu Dabi, que ya tiene el 9,5% de la petrolera. Se mantendría, pues, de este modo, el actual 'status quo' en el capital de Cepsa.

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