56 indignados se querellan contra el consejero catalán Puig
El desalojo de los indignados que acampaban en la plaza de Catalunya de Barcelona, el pasado 27 de mayo, acabó con 121 heridos. Y ahora 56 de las personas que estaban allí aquel día han decidido presentar una querella contra el consejero de Interior, Felip Puig (CiU). Le acusan de detención ilegal, coacciones, amenazas, daños, apropiación indebida, hurto, vejaciones, lesiones, prevaricación y disolución de una reunión pacífica. La acción penal va dirigida también contra la entonces concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Assumpta Escarp, contra tres mandos de los Mossos d'Esquadra y contra policías autonómicos y guardias urbanos que intervinieron en la operación.
Esta no es la primera querella contra el titular de Interior. En septiembre, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña recibió otra acusación contra el consejero, sobre la que aún no se ha pronunciado. Otra decena de indignados ha denunciado también a Puig, aunque la mayoría de estas han sido archivadas o no han recibido respuesta.
"Algunos de los que están detrás de la querella intentaron que algunas instituciones democráticas no funcionasen", respondió ayer el consejero, en referencia al cerco que sufrió el Parlamento catalán el 15 de junio. A pesar de eso, Puig consideró que "están en su derecho" de querellarse contra él y que "confía en la Administración de justicia".
