_
_
_
_
_

Fabricantes alemanes de armas critican el programa del futuro tanque español

Carlos Yárnoz

Directivos de la firma alemana occidental Krauss-Maffiëi, fabricante del carro de combate Leopard, han decidido congelar sus contactos y negociaciones con industrias españolas, hasta que la Administración aclare su postura sobre el programa para desarrollar en España un carro de combate propio, cuya inversión prevista asciende a unos 200.000 millones de pesetas. Altos mandos del Ejército también han expresado en numerosas ocasiones el fuerte atraso con el que se desarrolla el programa.

Técnicos de la citada empresa alemana han llegado a rescindir contratos suscritos hace más de dos años con algunas firmas españolas, debido, según fuentes próximas a Krauss-Maffëi, a que el continuo retraso en el desarrollo del programa y "la clara incompetencia" de las fábricas españolas interesadas en el proyecto han originado pérdidas de varias decenas de millones de pesetas a los germano-occidentales.El programa para desarrollar un carro de combate español, denominado Lince, se puso en marcha en 190. En la realización de este programa compiten firmas de la República Federal de Alemania, Francia e Italia, una vez eliminadas una de EE UU y otra del Reino Unido. Las empresas competidoras entraron en negociación con firmas españolas, como Santa Bárbara o Enosa, para firmar precontratos sobre el futuro proyecto, a la vez que técnicos del Cuartel General del Ejército evaluaban las características de los carros en competición.

Informes de los militares destacan las características del carro alemán Leopard 2. De hecho, mandos del Ejército recomendaron al ministro de Defensa que, a la vista del fuerte retraso del programa, se adquirieran ya algunas unidades Leopard 2, propuesta que fue desechada.

Al malestar de algunos mandos militares se une ahora el de la citada firma alemana, cuyos técnicos han asegurado que las empresas españolas con la que han trabajado, y especialmente Santa Bárbara, han incumplido compromisos y les han hecho "perder el tiempo durante muchos meses". La firma alemana ha llegado a rescindir el contrato que tenía en España con una empresa de relaciones públicas en relación con el programa Lince.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_