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Almunia discute con Cuevas al defender un Tribunal de la Competencia más independiente

Los empresarios siguen demostrando que no les gusta el pacto entre el PSOE e IU para formar Gobierno. Pero ayer, el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), José María Cuevas, fue más allá y se enzarzó en una discusión pública con el líder de los socialistas, Joaquín Almunia, cuando éste defendía, en un acto con un centenar de empresarios en Madrid, un Tribunal de Defensa de la Competencia con más poder para que pueda actuar "de forma independiente sin esperar a la iniciativa del Gobierno". "Déjese de milongas, señor Almunia", le espetó Cuevas, quien se quejó de que el PSOE e IU tienen un programa oculto que "no se explica". Cuevas le emplazó a que en vez del programa electoral "explique el programa de gobierno" que ha pactado conIU, ya que cree que sería el que se aplicase en caso de ganar la izquierda.

Almunia estaba resumiendo ante los periodistas y medio centenar de empresarios de todos los sectores convocados por la revista Nuevo Lunes los principales puntos del programa económico del PSOE. Entre ellos, el de dotar de más poder al Tribunal de Defensa de la Competencia, para que "pueda actuar de forma independiente sin esperar a la iniciativa del Gobierno". Cuevas le espetó: "Empiezo a dudar de que usted mismo se crea que va a ser presidente del Gobierno, porque lo último que haría alguien que quiera gobernar sería dar más poder al Tribunal de Defensa de la Competencia (...) Déjese de milongas, señor Almunia. Si realmente quiere gobernar díganos qué coño piensa hacer con el Tribunal de Defensa de la Competencia".El candidato socialista reaccionó con rapidez: "Me parece sorprendente que quieras un Tribunal de Defensa de la Competencia arrodillado ante el Gobierno", porque esto, dijo, "introduciría escepticismo donde debe haber ilusión (...) y yo voy a gobernar porque soy optimista".

Antes de la polémica, Cuevas se había decantado por la política económica del Gobierno del PP. "Puede que haya sido por la coyuntura, pero no nos ha ido tan mal" ni a los empresarios ni a la gran mayoría de los ciudadanos, añadió el presidente de la CEOE. El candidato socialista le replicó que "afortunadamente, los españoles no están llamados a votar entre una etapa de recesión económica y una de expansión".

También hubo un contraste de pareceres entre Almunia y el presidente de Iberdrola, Íñigo Oriol, en este caso sobre las tarifas eléctricas. "Dígame si no tenemos la tarifa eléctrica más cara de Europa", espetó el candidato socialista a Oriol, a lo que éste contestó que "la tarifa global ha bajado un 20% de promedio en los últimos años". El empresario, que había manifestado sus temores sobre la alianza del PSOE con una formación que "hasta ahora estaba fuera del euro y de la seguridad occidental", reiteró que lo que quiere el sector eléctrico son leyes de larga duración para asegurar un marco estable a las empresas. "Lo que le pido al Gobierno es diálogo y que no nos cambien el marco legal cinco veces en 15 años", dijo Oriol.

Almunia negó que su partido tenga pactos ocultos con IU. Dijo que el acuerdo entre ambas formaciones es transparente y no le desvía del rigor económico: control de la inflación, del déficit y de la deuda pública, los requisitos del Pacto de Estabilidad europeo. "No hay contradicción entre el programa electoral y los 11 compromisos del programa común para gobernar", afirmó. Aún más, insistió en que el acuerdo con IU atrae hacia el área de Gobierno a un partido que hasta ahora casi estaba fuera del sistema. Y proclamó que su prioridad será recomponer el diálogo entre el Ejecutivo central y el vasco: "Hay una fractura social que es necesario resolver desde el consenso".

El presidente de la CEOE, en su segunda intervención, criticó al candidato socialista y se negó a comentar el programa del PSOE. "No habrá críticas hasta que nos explique cuál es el programa de Gobierno, no el programa electoral", remachó. rechazando la invitación que le hizo el presentador del acto para que opinara sobre el programa socialista, Cuevas afirmó: "Los empresarios no estamos por uno u otro partido, pero tenemos las experiencias acumuladas no sólo en una legislatura, sino en varias". "En los últimos años no les ha ido mal a las empresas", dijo, y resumió así sus críticas al PSOE: más impuestos, déficit público y paro.

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Presión fiscal

Almunia respondió que fue el PSOE "quien primero privatizó y quien introdujo competencia en varios sectores". "La presión fiscal bajó con el PSOE y ahora ha subido dos puntos sobre el PIB en cuatro años de Gobierno del PP", y agregó: "Subir la presión fiscal no es nuestro objetivo. No subiremos el IRPF ni la presión fiscal, mientras que el PP la ha subido".

El candidato dijo que el acuerdo con IU incluye que la semana laboral de 35 horas no se impondrá por ley, al contrario de lo que ha ocurrido en Francia con el Gobierno de socialistas y comunistas. "Son las empresas las que deberán pactarlo", sentenció.

Ante las críticas de Cuevas, Almunia aseveró que el crecimiento actual de la economía y del empleo se debe a la buena coyuntura internacional. "Algo similar pasó entre 1986 y 1991 cuando gobernó el PSOE. Es verdad que ahora se crea más empleo, entre otras cosas porque ha concluido el trasvase de personas de la agricultura a la ciudad", que, según, dijo presionaba sobre la población activa y dificultaba reducir el paro en sectores como la industria y los servicios. "Pero buena parte del empleo que se crea es temporal", dijo.

Fue aquí cuando prometió que, si gana el 12-M, hará una nueva ley de defensa de la competencia impulsando que el actual Tribunal sea independiente del Gobierno. "Sólo cuando lo presidía Miguel Ángel Fernández Ordóñez el tribunal hizo una buena tarea. El tribunal debe depender menos del Ministerio de Economía".

Como ejemplo dijo que Telefónica de España, encargada del negocio de telefonía fija, "tiene pérdidas [la empresa informó ayer que ha tenido 34.400 millones de pérdidas en esta actividad]". Para Almunia, "esto significa que su esfuerzo inversor no va a estar a la altura de las necesidades del país y, al no existir competencia en muchos de los servicios que presta, la falta de inversión repercutirá en nuestras posibilidades de futuro".

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