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Los 'hombres fuertes' de la Mesa Nacional de HB encarcelada seguirán con Otegi en la nueva dirección

Herri Batasuna (HB) celebra hoy en Pamplona una asamblea general en la que elegirá una nueva Mesa Nacional, formada por 25 miembros procedentes de las dos direcciones anteriores, que tendrá carácter provisional hasta el mes de diciembre, el plazo que se ha dado la coalición para cerrar el debate sobre su modelo de organización, iniciado en 1998 al crearse la plataforma Euskal Herritarrok (EH). Los hombres fuertes de la Mesa Nacional encarcelada en diciembre de 1997 y liberada por el Tribunal Supremo en julio de 1999 seguirán, con toda probabilidad, en la nueva dirección de la formación abertzale destinada a liderar durante este año el proceso de transición a un modelo de organización política más abierto y amplio.Rufino Etxeberria, José María Olarra, Floren Aoiz y Karmelo Landa, principales dirigentes de la anterior Mesa Nacional y los tres primeros miembros de KAS, la coordinadora interna de las organizaciones del Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV), seguirán en la nueva ejecutiva. Su presencia, sin embargo, no restará protagonismo a Arnaldo Otegi y Joseba Permach, los dos coportavoces públicos que hoy día son la imagen de EH, la renovada HB. Los dos seguirán ejerciendo esta función.

El proceso de "adecuación" de HB hacia una nueva estructura política capaz de atraer a los sectores independentistas o de izquierdas alejados de estas siglas por la violencia de ETA, se inició con la constitución de Euskal Herritarrok, la nueva plataforma con la que HB se presentó a las pasadas elecciones autonómicas y municipales. EH posibilitó la participación institucional de los radicales que estaban fuera del sistema, un paso clave dado por la Mesa Nacional liderada por Otegi tras la firma del pacto de Lizarra, acuerdo que sirvió a ETA para declarar su primera tregua indefinida.

La provisionalidad de la dirección que se elige hoy se debe a las dificultades con las que se ha encontrado HB en este proceso de transformación, que le ha obligado a dilatar los plazos previstos inicialmente para dar por finalizada su refundación en una fuerza normalizada, es decir como un partido normal no sometido a la tutela de ETA. El debate interno se inició oficialmente en septiembre pasado y, no por casualidad, coincidió con el anuncio de la constitución de EKIN -que aglutina a antiguos miembros de las juventudes de Jarrai, entre ellos Aoiz- como una organización, más proclive a la línea dura, que tiene muchas similitudes con la vieja KAS.

La irrupción de ETA

Fue un pistoletazo de salida revelador. Y aunque en el calendario que contienen los tres documentos de debate consta que el final del proceso y la elección de la Mesa Nacional tendrían lugar en el mes de febrero, HB ha tenido que dilatar los plazos y elegir una ejecutiva provisional hasta diciembre.

El factor que más ha distorsionado el proceso en el que se había embarcado HB ha sido la irrupción de ETA en la política vasca con la ruptura de la tregua. Esta iniciativa, que cogió por sorpresa hasta a dirigentes abertzales como Arnaldo Otegi, y cuando, presionados por el Gobierno vasco, más se esforzaban por desmarcarse públicamente de la violencia callejera, fue una auténtica sacudida que desbarató las previsiones de futuro hasta entonces establecidas por HB.

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ETA, además, no sólo anunció la ruptura de la tregua el 28 de noviembre. En la Asamblea Nacional que HB celebró el 11 de diciembre, la organización terrorista impuso la aprobación de un documento que defiende la abstención en las elecciones generales, causando así un profundo descontento entre amplios sectores de la militancia de HB. La convocatoria de una huelga general como gesto en favor de los presos etarras, en contra de la voluntad de muchos delegados del sindicato abertzale LAB, y hecha al margen de los partidos de Lizarra, fue la tercera injerencia de ETA en la política vasca y dejó a HB en una difícil tesitura para proclamar su independencia política de la banda terrorista. Encauzar estas tensiones profundas es el reto de la dirección provisional.

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