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El AVE llegará a Barcelona antes del 9-M sin inauguración

El Gobierno confirma que con el ritmo actual la apertura está "cerca"

El AVE llegará a Barcelona después del 14 de enero y antes del 9 de marzo y sin inauguración oficial. Así lo explicó ayer, aunque sin decirlo con todas las palabras, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Fue en el Salón del Trono del Palacio Real, en Madrid, en una conversación informal con los periodistas. Zapatero reconoció que había recibido el sábado el último informe sobre las obras y que podía afirmar que la puesta en funcionamiento del servicio está "cada día más cerca" porque el contenido del documento era "positivo".

El túnel está ya totalmente perforado, pero no acabado
El PSC fía parte de su éxito a que el tren entre en Sants antes del 9 de marzo

La idea, sugirió, es que el tren circule cuando los trabajos "estén listos", pero sin cortar cintas de ningún tipo, precisó. Añadió que en su agenda no está previsto ningún tipo de inauguración después de la disolución de las Cortes, el 14 de enero.

El último informe recibido por Zapatero da cuenta en especial de la situación del túnel, que ha realizado ya el cale definitivo. El cale es la perforación última que permite conectar los dos lados del túnel, dado que, en este caso, se ha horadado desde diversos puntos. Hace un mes quedaban apenas 15 metros, situados bajo la calle de Riera Blanca, que es la frontera entre Barcelona y l'Hospitalet de Llobregat. El motivo de que éste haya sido el último tramo a perforar es que el túnel se halla bajo un viaducto que ha tenido que ser reforzado porque es utilizado por los trenes de Cercanías y por la línea 1 del metro.

El túnel está ya totalmente perforado, pero no terminado. Es decir, hay un hueco por el que se puede ir de un lado a otro y, si alguien quisiera, podría ir andando desde Bellvitge, donde empieza el túnel, hasta Sants. Pero una parte de ese túnel está sin reforzar y sin construir la solera (base del túnel, que acaba reforzando la estructura).

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Hace dos meses, antes de que aparecieran los inconvenientes que llevaron a la supresión parcial del servicio y la paralización de las obras del AVE en Bellvitge, los técnicos de Adif (la empresa estatal responsable de las obras) sostenían que con 40 días era suficiente para instalar las vías, señales, electrificación y realizar las pruebas, dado que en este tramo el tren no circula a 300 kilómetros por hora sino a una velocidad mucho menor.

El principal problema con el que se encuentra ahora las obras es el arreglo de las pantallas de la línea de Ferrocarrils de la Generalitat en Bellvitge, donde se produjeron los problemas que acarrearon la supresión parcial del servicio. Esta pantalla se hundió debido a la presión de las inyecciones de cemento.

La dificultad es que la línea de Ferrocarrils discurre bajo la de Cercanías (cuyos trenes circulan en superficie) pero sobre el túnel del AVE. Los técnicos no se atreven a dar por liquidado el asunto en ese punto hasta que se recupere el servicio de los trenes autonómicos y la operación no es en absoluto sencilla.

Pese a todo, tantos los técnicos de Adif como los dirigentes del PSC son muy optimistas en privado, aunque en público reprimen la tentación de hacer cualquier anuncio. El único "desliz" lo ha cometido el secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, que hace una semana señaló que piensa acudir a Huesca a hacer la campaña electoral y piensa viajar en AVE desde Barcelona. Hasta que ayer Zapatero se manifestó en el mismo sentido, ésa era la única pista pública de las intenciones del Ministerio de Fomento en lo que a fechas se refiere.

Los socialistas fían una parte de su éxito a que el tren entre en la estación de Sants antes del 9 de marzo, eso sí, con casi cuatro años de retraso, aunque a ellos sólo se les puede atribuir algunos meses. La fecha de 2004 la fijó el anterior ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos. Dejó el cargo sin rectificarla.

Zapatero hizo alusión ayer a las expectativas electorales de los socialistas en Cataluña. Aseguró que su gobierno siempre ha defendido la necesidad de dar "un fuerte impulso económico" a esta comunidad y sostuvo que los catalanes valorarán el esfuerzo y comprenderán "los fallos" cometidos en el último tramo de las obras del AVE.

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