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Aznar designa a Rudi presidenta del Congreso y compensa a Trillo con un ministerio

José María Aznar nombró ayer a su primer ministro del nuevo Gobierno, que se conocerá en un mes. El presidente del Ejecutivo citó a primera hora en La Moncloa a los presidentes en funciones del Congreso, Federico Trillo, y del Senado, Esperanza Aguirre, y le comunicó al primero que cuenta con él para que se haga cargo de un ministerio, y a la segunda, que seguirá al frente de la Cámara alta. Aznar telefoneó a la alcaldesa de Zaragoza, Luisa Fernanda Rudi, y le propuso ser la sustituta de Trillo en la Cámara baja. Para hoy se reserva otro cambio, probablemente el del nuevo portavoz del PP en el Congreso.

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Una mujer de carácter que ha dulcificado su imagen

Aznar convocó ayer a primera hora en La Moncloa a Federico Trillo para anunciarle que no va a permanecer en la VII legislatura como presidente del Congreso, un puesto institucional de la máxima relevancia en el que el diputado del PP por Alicante estaba predispuesto a continuar. Aznar tranquilizó a Trillo inmediatamente asegurándole que cuenta con él para el inmediato futuro. Según fuentes del PP, le garantizó que estará entre los ministros de su próximo Gabinete, aunque sin precisarle la cartera.Distintas fuentes del PP afirman que Trillo será el responsable de la cartera de Justicia, en sustitución de Margarita Mariscal de Gante, a quien se le reserva la presidencia de una comisión en la Cámara baja. Trillo también podría tener opciones para Defensa, un departamento en el que, tras la mayoría absoluta lograda por los populares el 12 de marzo, se ha venido situando al vicepresidente primero, Francisco Álvarez Cascos.

Aznar llamó a las 9.30 a Luisa Fernanda Rudi para ofrecerle el cargo que dejará vacante Trillo. El presidente inició la conversación preguntándole por el tiempo que hacía en la capital aragonesa. Rudi, censora jurada de cuentas y profesora mercantil, se mostró "muy orgullosa" de aceptar el reto. Será la primera mujer en llegar a la presidencia del Congreso.

La regidora de Zaragoza ya fue hace dos legislaturas miembro de la Mesa del Congreso y, aunque había renovado su mandato recientemente -en junio de 1999-, no descartaba regresar a Madrid. Mañana mismo presentará su renuncia en un pleno ordinario. Su marcha abre un escenario de incertidumbre para la continuidad de esta alcaldía en poder del PP, ya que las relaciones de esta formación y el Partido Aragonés (Par) se han complicado en los últimos meses.

Su designación, sin embargo, ha sido una sorpresa. Cuando en la campaña electoral un periodista le preguntó a Aznar en Córdoba si le había ofrecido este cargo a Rudi, tal como había publicado un medio de comunicación, el presidente del Gobierno se mostró distante.

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Aznar también reclamó ayer la presencia en La Moncloa de Esperanza Aguirre, presidenta en funciones del Senado. Lo hizo para comunicarle que para ella tenía preparado otro periodo al mando de la Cámara alta, cargo al que Aguirre se incorporó hace poco más de un año, tras cesar como ministra de Educación y Cultura.

Ni a Trillo ni a Rudi ni a Aguirre les dio el presidente más datos sobre sus planes inmediatos. Sí les dijo que en el día de ayer sólo se conocerían estos nombramientos y que para hoy, cuando ha convocado en la sede nacional del partido una reunión de la interparlamentaria, tenía reservada la designación de los portavoces parlamentarios y de los miembros de las Mesas de ambas Cámaras.

Elogios de Arenas

Tras conocerse el relevo de Trillo y la designación de Rudi, el secretario general del PP, Javier Arenas, se encargó de comunicarlo, por orden de Aznar y en un gesto de cortesía parlamentaria, a los líderes de las restantes formaciones.

El propio Arenas, tras conversar con el portavoz en el Congreso de CiU, Xavier Trias; con el del PNV, Iñaki Anasagasti; con el líder del PSOE, Manuel Chaves, y el de IU, Francisco Frutos, y con un amplio grupo de dirigentes de Coalición Canaria, con los que acababa de firmar un compromiso para la investidura de Aznar, catalogó la designación de dos mujeres, Rudi y Aguirre, para encabezar el Congreso y el Senado, como un hecho "histórico" cuyo mérito atribuyó a Aznar. Una elección que elogiaron igualmente los portavoces de otros partidos y que incluso el socialista Juan Alberto Belloch, rival político de Rudi en Zaragoza, consideró "sin matices, una excelente noticia".

El impulso de mujeres por parte de Aznar a cargos de representación del Estado fue destacado especialmente por Esperanza Aguirre, quien se apunta en el PP como el posible relevo del alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano. Trillo, por su parte, prefirió resaltar el "acierto" del nombramiento de Rudi como su sucesora y se preocupó sobre todo de subrayar el "inmenso honor" que había supuesto para él presidir el Congreso en este periodo al contar con el apoyo de Aznar y con el respaldo de otros grupos. Trillo telefoneó al Rey para despedirse como tercera autoridad del Estado.

Fuentes cercanas a Trillo revelaron que su primera reacción cuando Aznar le notificó el relevo fue de sorpresa. Luego asumió disciplinadamente el futuro político que se le plantea. Arenas, el ministro Mariano Rajoy y el actual portavoz del PP en el Congreso, Luis de Grandes, se reunieron con él a última hora de la mañana en su despacho para felicitarle.

Como presidente del Congreso, y, por tanto, en su calidad de árbitro institucional, Trillo tenía, según la versión difundida por fuentes del PP, las manos atadas para participar en el juego político. Ahora, como ministro, podrá acumular una gestión en los próximos años que le permitiría entrar entre el ramillete de dirigentes con posibilidades de implicarse en la sucesión de Aznar, que se abordará oficialmente en 2003.

En el capítulo de incógnitas sin resolver en el PP quedaban ayer los nombramientos de los portavoces y miembros de los órganos parlamentarios de ambas Cámaras. Aznar tiene fijada para esta mañana una reunión del partido en la que revelará sus intenciones. Diversas fuentes del PP daban por hecho que el presidente se estaría planteando el relevo de Luis de Grandes para encargarle algún ministerio. Sería un paso previo a su proyección como líder del PP en Castilla-La Mancha, una de las comunidades en la que no gobiernan los populares.

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