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Abdelilá Hriz será juzgado hoy en Marruecos por el 11-M

Su ADN estaba en la casucha de Chinchón y en Leganés

Hoy se sienta en el banquillo Abdelilá Hriz, de 31 años, uno de los dos últimos sospechosos del 11-M que aún no ha sido juzgado. Pero Hriz no será juzgado en un pabellón de la Casa de Campo de Madrid sino en el tribunal antiterrorista de Salé, la ciudad colindante con Rabat. La vista que hoy empieza constituye un hito en la cooperación judicial hispano-marroquí. Rabat no extradita a sus ciudadanos pero, por primera vez, va a juzgar a un marroquí por delitos cometidos en el extranjero.

El fiscal de Salé ha asumido, en buena medida, la denuncia formulada en 2007 por el juez Juan del Olmo, instructor del 11-M, a través de Ángel Llorente, magistrado de enlace español en Rabat. Un fiscal de la Audiencia Nacional será observador en la vista. Hriz no ha sido exactamente acusado de asesinar a 191 personas, pero sí de "constitución de banda criminal para cometer actos terroristas" y de "complicidad en la destrucción de infraestructuras de transporte mediante explosivos". En teoría podría ser condenado a muerte.

El perfil genético de Hriz coincide con un rastro de ADN hallado en la casucha de Chinchón, donde se prepararon las bombas. También corresponde con el de un pelo encontrado en los escombros del piso de Leganés donde, en abril de 2004, se suicidaron siete yihadistas. "No puede ser el mío", aseguró Hriz a EL PAÍS hace un año en la puerta de su casa de Kenitra. Hriz fue detenido en enero de 2008.

Hriz se quedó legalmente en España, donde trabajaba como electricista en Santa Coloma (Barcelona), hasta casi un año después del 11-M. A principios de 2005 emigró a Siria, vía Turquía, y se sospecha que estuvo en Irak antes de volver a su casa familiar en Pam 2, un barrio paupérrimo de Kenitra. Del Olmo pidió también en 2007 que se tomase el ADN de Saad Husseini, otro marroquí del que se sospecha que puso a punto las mochilas bomba. Husseini, preso en Marruecos, se negó, como se lo permiten las leyes de su país. Por ello no ha sido inculpado.

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