_
_
_
_
_

Absuelto un supuesto etarra debido a su "larguísimo" tiempo de incomunicación

Akaitz Agote estaba acusado de colocar un explosivo en los Juzgados de Paz de Zarautz en noviembre de 2005

La Audiencia Nacional ha absuelto al acusado de colocar una bomba en noviembre de 2005 en los Juzgados de Paz de Zarautz (Guipúzcoa) porque, según la documentación de la Guardia Civil correspondiente a la declaración del sospechoso, hubo "un larguísimo lapso de tiempo" (55 horas) en el que no se practicó ninguna diligencia que justificara la detención, "y, aún menos, de la situación de incomunicación". El artefacto, que llevaba adosado un cartel con la inscripción Peligro, bomba, no explotó porque fue desactivado por la Ertzaintza después de que un vecino localizara el explosivo cuando paseaba por la zona.

El tribunal afirma que poco antes de las 23.00 del 2 de noviembre de 2005, una "persona cuya identidad no consta, pero próxima" a ETA, colocó en la puerta trasera del juzgado un artefacto explosivo, compuesto por 500 gramos de amonal y 85 de cloratita, y con un temporizador programado para la 01.26.

Más información
Sentencia que absuelve a Akaitz Agote
Uno de los detenidos del comando Donosti de ETA tenía documentos sobre las conversaciones con el Gobierno
Ocho detenidos por la Guardia Civil en la mayor operación contra ETA desde el fin de la tregua

Además, la Audiencia advierte "dudas" de que la declaración ante la Guardia Civil en la que reconoció los hechos se realizara con "libertad y espontaneidad", por lo que la considera "inválida". En una sentencia hecha pública este miércoles, la Sección Tercera de la Sala de lo Penal absuelve a Arkaitz Agote Cillero, para el que la fiscalía pedía ocho años de cárcel por un delito de estragos terroristas, tras constatar que la única prueba que hay en su contra son unas declaraciones, en marzo de 2007, sobre las que no existe "certeza y convicción" de que fueran "total y absolutamente libres, espontáneas y voluntarias".

Ausencia de prueba externa

El tribunal, presidido por el juez Alfonso Guevara, recuerda que, según la jurisprudencia del Tribunal Supremo, una declaración policial ha de estar verificada por alguna prueba externa para que pueda ser validada por un tribunal, lo que no sucede en este caso. En este caso, la única evidencia es una confesión del acusado tras su detención y de la que se desdijo ante el juez instructor.

La resolución judicial también recoge que Agote presentó una denuncia por malos tratos que fue archivada sin que se realizaran las pertinentes diligencias de investigación. En este sentido, la denuncia de Agote, que el tribunal considera elaborada en términos "muy detallistas y corroborados por cuanto consta en el procedimiento", relataba que durante el tiempo en que se prolongó su detención la Guardia Civil le impidió dormir y le colocó una bolsa en la cabeza en cinco ocasiones, lo que le provocó síntomas de asfixia y dos pérdidas del conocimiento.

Agote fue detenido el 28 de marzo de 2007 en San Sebastián, acusado de integrar el comando Donosti de ETA, que fue desarticulado en esa fecha con su arresto y el de otras siete personas.

Durante el juicio, los agentes del instituto armado que participaron en el interrogatorio aseguraron que el detenido describió con todo detalle la composición de la bomba, con datos que sólo podía conocer en caso de haberla preparado y colocado. El tribunal, sin embargo, estima que el acusado "no da detalle alguno" a este respecto, "lo que choca con la minuciosa exhaustividad del procesado en sus declaraciones voluntarias".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_