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Aguirre: "Los liberados sindicales son un anacronismo y un escándalo"

La presidenta de la Comunidad vuelve a cargar contra las agrupaciones de trabajadores en un acto en el Hospital Clínico

Los liberados sindicales son "un anacronismo y un escándalo para los madrileños" en "esta época de crisis", ha asegurado la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. También ha lamentado que los sindicatos no se fijen en "las ventajas" de la Ley de libre elección, que permitirá en el primer trimestre del año que viene escoger médico de familia, enfermera, pediatra y especialista. "En lugar de fijarse en las ventajas, pues a lo mejor se fijan más en los liberados sindicales que van a perder", ha añadido esta mañana, durante una visita a la nueva Sala de Hemodinámica del Hospital Clínico.

Aguirre respondía así a las preguntas de los periodistas sobre la petición que han hecho los sindicatos UGT y CCOO al Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, para que impugne esa ley. La presidenta ha expresado su "respeto al discrepante", pero ha defendido que la ley es "un gran avance" porque los madrileños "podrán elegir qué médico quieren que les trate y a qué hospital quieren ir". Al referirse a los sindicatos, ha asegurado que no hablan de los liberados que pierden pero sí del área única, "que nadie sabe lo que es". La Ley de libre elección incluye la supresión de las actuales 11 áreas de salud en las que se divide la región, cada una con una gerencia que gestiona sus recursos humanos y materiales. La entrada en vigor de la ley supone que toda la región se convierte en área única.

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Güemes se suma a las críticas

Es precisamente ese cambio el que critican los sindicatos, las sociedades científicas, las asociaciones profesionales del sector y los partidos de la oposición, que consideran que un área única entorpecerá la gestión de la atención primaria de los más de seis millones de habitantes de la región.

Aguirre ha puesto un ejemplo, en primera persona, de cómo funcionará la Ley de libre elección de médico: " A mí no me corresponde este hospital, sino la Fundación Jiménez Díaz", ha explicado. "Pero si tengo una dolencia cardiaca quiero que me trate el doctor Macaya. Creo que es un gran avance que pueda pedirle a este doctor, con todo el respeto al resto de cardiólogos madrileños, que son fantásticos. Pero tengo noticias de que el doctor Macaya es el mejor de Europa y quiero elegirle". Llegada a ese punto, la presidenta ha tenido que matizar: "Si tengo la suerte de que no tiene una cola eterna y no tengo que esperar mucho, creo que es un gran avance para los madrileños poder elegir".

Una veintena de trabajadores del hospital han abucheado a la presidenta y al consejero de Sanidad, Juan José Güemes, a la entrada y a la salida del hospital, que estaba custodiado por más de una decena de policías nacionales además de miembros de la seguridad privada del centro.

La nueva Sala de Hemodinámica se ha financiado en su mayoría con la aportación altruista de la

Fundación Raúl González Salas (que ha donado 400.000 de los 600.000 euros que ha costado) y permitirá realizar cateterismos coronarios sin necesidad de hospitalización.

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