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Análisis:
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Aires de despedida en el Senado

Luis R. Aizpeolea

En mitad de una temporada sembrada de noticias pésimas sobre la marcha de la economía, José Luis Rodríguez Zapatero se encontró ayer, inesperadamente, con un paréntesis de alivio en el Senado. Lo que en más de siete años ha sido un ring en el que el portavoz del PP, Pío García-Escudero, sacudía a Zapatero sistemáticamente en las sesiones mensuales de control, ayer se convirtió en una balsa de aceite, en la que el portavoz de la oposición le mostró su respeto y le reconoció su tono en estos años, así como haber inaugurado las sesiones de control en el Senado, con el consiguiente realce de la Cámara alta.

García-Escudero tenía tan interiorizada la política de crispación de estos años que citó sus puntos de confrontación con Zapatero -reforma del Estatuto de Cataluña, diálogo con ETA y la crisis-, e incluso admitió que un punto clave para el Senado y el programa de Zapatero en 2004, la reforma de la Cámara alta, no pudo llevarse a cabo por el clima existente entre Gobierno y PP sobre la política territorial.

El portavoz del PP ha esperado a la última sesión para hacer autocrítica

El portavoz del PP esperó a esta última sesión de control, a la despedida de Zapatero, para hacer un reconocimiento en el que había un evidente punto de autocrítica. No parece ajena a esta actitud del PP la cercanía de unas elecciones en las que todas las encuestas lo dan por rotundo ganador, y en las que sus líderes empiezan a verse en la responsabilidad del poder. Pero junto a esta inédita, por balsámica, sesión, quedó el regusto amargo de lo que estos años pudieron ser y no fueron por la falta de un consenso clave entre Gobierno y PP en la política territorial.

El principal objetivo, la reforma del Senado para reconvertirlo en Cámara territorial, no se ha logrado. García-Escudero tuvo la honestidad, ayer, de reconocer que cuando la planteó Zapatero, al comienzo de su primera legislatura, el clima político no la favorecía. Y Zapatero, a su vez, admitió sus dificultades por el sistema de designación de los senadores y por la relación predominante entre las autonomías y el Estado.

Hubo, también, un reconocimiento mutuo de que el arranque de la Conferencia de Presidentes, pese a sus insuficiencias, ha sido una buena experiencia para la política territorial, así como de la necesidad de reformar el formato del debate sobre el estado de las autonomías, donde Zapatero tuvo el gesto de reconocer que José María Aznar tuvo razón cuando ya lo pidió en 1997.

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Reconocimientos de este tipo son los que crean las bases para los acuerdos. La lástima es que se produzcan cuando las legislaturas se acaban.

José Luis Rodríguez Zapatero saluda a Pío García-Escudero, portavoz del PP, al llegar al Senado.
José Luis Rodríguez Zapatero saluda a Pío García-Escudero, portavoz del PP, al llegar al Senado.ULY MARTÍN

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