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Andalucía alerta sobre el fraude en la venta de jamones de bellota

El Gobierno regional prepara una ley que agravará las sanciones

Ginés Donaire

La Junta de Andalucía alertó ayer de la existencia de fraudes en el etiquetado de los productos del cerdo ibérico, puesto que buena parte de la producción de jamones de bellota se comercializa como tal pese a que serían de cebo, en este caso, criados exclusivamente con piensos. En Andalucía hay un millón de cerdos ibéricos, pero solo la mitad se crían en montanera con bellotas. No quiere decir que la mitad del cerdo ibérico vendido en Andalucía haya falseado su procedencia en el etiquetado, pero la Junta y el sector sí han constatado la existencia de prácticas irregulares de algunas empresas.

"No vamos a permitir que se produzca un fraude a los consumidores", advirtió ayer la consejera andaluza de Agricultura, Clara Aguilera. La semana pasada, su departamento inmovilizó 17.000 kilos de embutidos que una empresa sevillana tenía a la venta sin cumplir con las normas de calidad y presentar defectos en el etiquetado. De esa cantidad, 1.700 kilos tuvieron que ser destruidos sobre la marcha por estar caducados. La Junta ha expedientado a la firma y el Ayuntamiento hispalense suspendió sus ventas.

"Hay piratas que meten jamones que no valen su precio", dice la Junta

La patronal cárnica, Iberaice, aplaude la acción inspectora de la Junta, pero advierte del daño que se le puede hacer al sector si se generaliza. "No se puede alarmar", indica su presidente, Julio Revilla. El pasado año se produjeron en toda España 4,5 millones de piezas de jamón, principalmente en Extremadura, Andalucía y Castilla-León, pero solo algo más de 800.000 eran de bellota.

"El fraude ha disminuido mucho porque la normativa es más estricta, se ha aportado más transparencia y se ha quitado la desconfianza que tenía el sector", explica Isabel Bombal, directora general de Industria del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino. Con todo, el ministerio se dispone a revisar la norma de calidad en colaboración con el sector y las comunidades autónomas. En el caso de Andalucía, la nueva Ley de Calidad Agroalimentaria establece sanciones de hasta 800.000 euros o el 10% del valor de lo comercializado por las empresas infractoras. "Hay piratas que hacen daño al sector y meten en los mercados jamones que no valen su precio real", sostiene Ricardo Domínguez, director general de Industria y Calidad Alimentaria de la Junta.

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