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Elecciones en Galicia

Arenas insiste en que el PP es 'absolutamente incompatible' con la corrupción

El PP sigue sin darse por aludido en el caso Gescartera. El escándalo financiero irrumpió en la campaña gallega el pasado viernes, cuando el ex presidente del Gobierno Felipe González afirmó en Viveiro (Lugo) que los populares 'se están llevando hasta lo cepillos de las iglesias'. El secretario general del PP, Javier Arenas, tuvo ayer la ocasión de replicar a González en la misma localidad y recurrió al latiguillo que ya había puesto en circulación José María Aznar. 'El PP', proclamó Arenas, 'es absolutamente incompatible con cualquier corrupción'.

Ante la dureza de las acusaciones de González y la ocasión que le brindaba la coincidencia de ambos en la campaña gallega, Arenas no se salió del guión para replicar al ex presidente. El caso Gescartera no es equiparable a los escándalos de la época del PSOE, ya que 'los tiempos de la corrupción del señor González están enterrados y bien enterrados'. 'No aceptamos de él ni una sola lección de ética y de honradez, porque vaya ejemplo que nos dio', sentenció Arenas.

Arenas, que participó en un mitin ante unas 300 personas junto al presidente de la Xunta y candidado a la reelección, Manuel Fraga, se deshizo en alabanzas al PP gallego, que puso como ejemplo para el resto de España. 'Es nuestro buque insignia y siempre hemos tratado de parecernos a él', afirmó. El dirigente popular se refirió a un posible pacto entre BNG y PSOE para implicar al líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero. Según Arenas, el candidato de PSdeG, Emilio Pérez Touriño, 'sólo piensa en ser vicepresidente con Beiras' y este último, líder del BNG, 'sólo piensa en ser presidente convenciendo a Zapatero'. Las consecuencias de esa alianza, a juicio de Arenas, no podrían ser más lóbregas: 'Radicalismo', 'confrontación permante con el conjunto de España' y 'falta de confianza de los creadores de empleo'.

'Se odian cordialmente'

Fraga, sin embargo, sólo se refirió de pasada a sus adversarios. Nacionalistas y socialistas, según el presidente de la Xunta, 'se odian cordialmente', como lo prueba la experiencia de los municipios en los que gobiernan juntos. A Beiras no le prestó mayor atención 'porque lo suyo tiene que ver con algunas ramas de la medicina'. En cuanto a los militantes del BNG o bloqueiros, como les llamó Fraga, 'habría que incluirlos en el catálogo de especies protegidas'.

El presidente de la Xunta sigue su imparable carrera por atribuirse todos los avances de Galicia en el último medio siglo. Ayer comparó los logros de su Gobierno con la época en que apenas había máquinas en las explotaciones agrarias y los pescadores usaban barcas de remos. Y aseguró que no quiere apropiarse de la pujanza de empresas como Zara, Zeltia o Pescanova y de los éxitos de los equipos de fútbol gallegos, pero insistió en que 'no son casualidad' sino fruto de un 'espíritu que se impone' en la Galicia gobernada por el PP.

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