_
_
_
_
_

Un coche bomba de ETA causa nueve muertos y 45 heridos al destruir la casa cuartel de Vic

, Nueve personas, cuatro de ellas niñas de entre 7 y 14 años, murieron ayer y otras 45 resultaron heridas al estallar un coche bomba lanzado contra un lateral de la casa cuartel de la Guardia Civil en Vic (Barcelona), que quedó completamente destruida. El coche bomba, según las primeras versiones oficiales, fue proyectado aprovechando la ligera pendiente de una de las calles laterales en las que se encontraba ubicada la casa cuartel, en la que vivían 24 familias. El atentado, atribuido a ETA, se produjo a las 19.05, cuando numerosos familiares de los guardias se hallaban en sus viviendas y algunos niños jugaban en el patio interior.

Más información
Un objetivo frecuente para los terroristas
Un 'comando' sangriento

Los nueve muertos son: el guardia civil Juan Chincoa, de 30 años, y su esposa, Nuria Ribó Parera, de 26; el también guardia civil Juan Salas Piriz, de 48 años, y su suegra, Mandilia Duque, de 78; Francisco Cipriano Díaz, de 18 años, y las niñas Ana Cristina Porras López, de 10 años; Vanesa Ruíz Lara, de 11; María Pilar Quesada Araque, de 8, y María Rosa Muñoz, de 14. Los cadáveres de las tres primeras niñas estaban completamente destrozados, ya que en el momento de la explosión se hallaban jugando en el patio del cuartel, lugar habitual de reunión de las mujeres e hijos de los guardias civiles. Ramón Mayo, policía municipal de Vic, de 55 años, falleció al ser atropellado por una de las ambulancias que participó en la evacuación de los heridos.A las 22.00, los servicios de rescate sacaron vivas de la montaña de escombros, y aparentemente sin heridas, a una joven de unos 18 años y a una niña que todavía llevaba su chupete en la boca. De los 45 heridos, tres de ellos se encontraban en grave estado y a una niña le tuvo que ser amputada una pierna.

70 kilos de explosivos

Otros tuvieron que ser evacuados en helicóptero a hospitales de Barcelona. Entre los heridos figuran la hija de tres años del matrimonio fallecido, la esposa del guardia Juan Salas y un bebé de 14 meses.Luis Roldán, director general de la Guardia Civil, que se desplazó a Vic, no dudó en atribuir a ETA el atentado. Según Rol

dán, los terroristas lanzaron el coche (un R-4 o un R-6) cargado con unos 70 kilos de un potente explosivo contra una puerta lateral de la crasa cuartel que; estaba cerrada con un candado `; que da al patio interior. Un sistema similar fue utilizado contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Sant Carles de la Rápita (Tarragona) en noviembre del pasado año, aunque en aquella ocasión no se produjeron víctimas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La deflagración causó cuantiosos daños materiales en los edificios situados en 200 metros a la redonda, entre los que se encuentra un colegio de religiosas de 700 alumnos, que en el momento del atentado se hallaba casi vacío

La calle donde se halla la casa cuartel, en la que vivían unas 90 personas, se hallaba cortada con motivo de una prueba ciclista local. La mayor parte de la dotación de guardias civiles se hallaba en aquel momento de servicio, cubriendo precisamente la competición deportiva, por lo que la mayoría de las personas presentes en aquel momento en el edificio eran mujeres y niños.

Subsede olímpica

Vic, localidad de unos 30.000 habitantes situada a unos 70 kilómetros al norte de Barcelona, es una de las subsedes conde se celebrarán pruebas de los Juegos Olímpicos de 1992, concretamente las de hockey sobre patines, que tendrán carácter de exhibición. ETA ha amenazado reiteradas veces con atentar contra objetivos relacionados con los Juegos Olímpicos que se celebrarán en la capital catalana en 1992.

El Hospital General de Vic quedó colapsado una hora después del atentado dado el elevado número de víctimas. Las autoridades locales realizaron llamamientos radiofónicos para que los médicos de la ciudad se personasen en los centros hospitalarios. Los habitantes de Vic acudieron a donar sangre masivamente y numerosos vecinos ofrecieron sus hogares a los damnificados. El obispo de Vic, Josep María Guix, ofreció las instalaciones del 'Seminario Diocesano para acoger a los guardias y sus familiares que se han quedado sin vivienda.

Perros adiestrados fueron utilizados para localizar a las víctimas bajo los escombros. El edificio de la casa cuartel quedó totalmente destruido y sólo su fachada se conservó en pie. Numerosos edificios adyacentes sufrieron cuantiosos daños, principalmente en ventanas y cristaleras.

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol; el consejero de Gobernación, Josep Gomis, y el gobernador civil de Barcelona, Ferran Cardenal, acudieron inmediatamente al lugar del atentado. Gomis fue increpado por uno de los guardias que sobrevivió al atentado, presa de un ataque de nervios.

Poco después de la explosión se desplegaron numerosos controles policiales en la carretera nacional 152 que comunica la capital catalana. con la frontera francesa por Puigcerdá.

Esta información ha sido elaborada por Ramón Besa, Martí Castells y Alex Rodríguez.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_