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Un hombre asesina a seis personas en Burgos por una venganza pasional y se suicida

Juan Medina Gordillo, un gaditano de 53 años apodado el Francés, solventó ayer a tiros su amor no correspondido por una joven de 23, María del Carmen Delgado Juez. Medina mató con tres disparos de su escopeta de caza a María del Carmen y a sus dos hermanos en su domicilio del barrio de Gamonal, en Burgos. Después, se trasladó a la localidad de San Millán de Lara, a 25 kilómetros de la capital burgalesa, y allí mató a la madre de la joven, a su propia ex suegra y a u ex cuñada. Después se encerró en su casa e San Millán y se quitó la vida de un disparo en el corazón.

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Medina disparó a María del Carmen y a sus hermanos, Rosa y Antonio, de 15 y 19 años respectivamente, minutos antes de las cuatro de la tarde en el piso que éstos ocupaban en el número 177 de la calle Vitoria de la capital burgalesa. Medina estaba enamorado de María del Carmen, y su constante acoso a la joven había motivado que ésta presentase una querella en comisaría. El Francés estuvo detenido en abril pasado acusado de amenazas contra María del Carmen y su novio, pero fue puesto posteriormente en Iibertad.El séxtuple asesino liquidó a sus tres primeras víctimas con otros tantos disparos de su escopeta de caza. María del Carmen y Rosa fallecieron en el acto, y Antonio murió tras ser trasladado al hospital General Yagüe. Las detonaciones alertaron a los vecinos de los hermanos Delgado Juez, pero Medina actuó tan rápido que no pudieron verle. La vecina que avisó a la policía aseguró haber oído gritos y, más tarde un golpe seco que en principio no identificó como un disparo. Luego hubo algunos segundos de silencio y dos rápidas detonaciones más.

Traslado al pueblo

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Tras matar a los hermanos Delgado, El Francés se dirigió, al volante de su vehículo, un viejo Dyane 6 de color azul, hasta San Millán de Lara, el pueblo natal de sus primeras víctimas y donde poseía una vivienda. Allí fue directo a la casa donde vivía su suegra, Antonia de la Torre, de 90 años, quien se encontraba acompañada por Juliana Juez Juez, de 65, madre de los tres hermanos fallecidos apenas una hora antes.

Las dos mujeres apenas tuvieron tiempo de abrazarse al ver al Francés dirigiéndose hacia ellas con la escopeta en las manos. Juan Medina disparó contra las dos, matándolas en el acto, y después se dirigió a la vivienda de su cuñada, Ángela Porres de la Torre, contra la que también disparó, dejándola herida de muerte.

Ángela falleció anoche en el hospital General Yagüe de la capital burgalesa mientras estaba siendo intervenida para intentar salvar su vida.

Tras disparar contra su cuñada, El Francés se echó al monte en busca de otro cuñado suyo, pastor de profesión, con la intención de acabar también con su vida. Para entonces, las fuerzas de seguridad ya habían montado un dispositivo en el pueblo para que nadie saliera de sus casas hasta que el homicida fuera localizado.

Al no encontrar a su cuñado, y con la Guardia Civil y la Policía Nacional pisándole los talones, Medina se refugió en su casa de San Millán. Allí lo encontró la Guardia Civil sobre las siete de la tarde. Estaba tendido en la cama y se había reventado el corazón de un disparo.

Dos escopetas

A su lado se encontraron varios cartuchos y una escopeta de caza de cañones recortados, distinta a la que utilizó para matar a los hermanos Delgado Juez en la ciudad de Burgos. La policía halló la primera escopeta, rota, en el domicilio de Medina en la capital burgalesa, donde debió detenerse a recoger la segunda escopeta en su camino hacia la localidad de San Millán.

El gobernador civil de Burgos, Víctor Javier Núñez, confirmó ayer ante los medios de comunicación que, según los informes policiales que le habían suministrado, Juan Medina, que frecuentaba el piso del barrio burgalés de Gamonal de la familia García Juez, también había amenazado al novio de María del Carmen, y atribuyó el móvil del crimen a una clara venganza pasional, tesis que también fue manejada a lo largo de toda la jornada por el círculo de conocidos de la familia.

Encaprichado de la joven

Los vecinos de San Millán de Lara confirmaron que Medina estaba encaprichado con María del Carmen, a la que hacía regalos y trataba de ganarse con atenciones hacia toda la familia. "Juan pasaba muchas horas con las chicas", comentaba un vecino. "Yo ya había dicho a sus padres que esto no podía acabar bien, aunque no imaginé que fuera a ocurrir algo así".

El hijo de Antonia y hermano de Angela, el cuñado del homicida al que Juan Medina buscó en el monte para darle muerte, era consciente de que había salvado la vida de milagro. "De haber estado yo aquí, sería otro de los muertos", murmuraba cabizbajo y con una cara inexpresiva.

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