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Entrevista:Patxi López | Secretario general del PSE-EE | La lucha conta ETA

"Batasuna ha sido un títere de ETA"

Patxi López recibe a EL PAÍS la víspera de la marcha convocada por Ibarretxe contra el terrorismo, que él ha criticado duramente por su convocatoria unilateral y la ambigüedad del lema.

Pregunta. ¿Están preocupados por el espectáculo lamentable de los políticos con las manifestaciones de repulsa a ETA? ¿No puede eso restarles apoyo?

Respuesta. Lo primero que quiero hacer es pedir disculpas a la sociedad por la responsabilidad que tenga, que no es la mayor, en esta ceremonia de la confusión impresentable que hemos dado los partidos. Algo que nace de la convocatoria ambigua de Ibarretxe. Y seguramente afectará a la marcha. Por eso hago un llamamiento a los demócratas de este país para acudir a las calles de Bilbao.

"Batasuna no ha cumplido las más mínimas reglas de lo que es un proceso de paz. La democracia es incompatible con la violencia"
"En Barajas se entierran el proceso de paz y las bases del diálogo, pero también se entierra la credibilidad de la izquierda 'abertzale"
"Si de verdad hay gente en Batasuna que apuesta por la política, por un proceso democrático, que tenga el coraje para alejarse de quien lo ha arruinado todo"
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P. ¿Cuando Ibarretxe se reúne el jueves con Batasuna, un día antes de hacerse público el lema de la marcha, está pensando en algo ambiguo para que la izquierda abertzale pueda acudir?

R. Lo que es evidente es que la convocatoria que hace el lehendakari, con esa ambigüedad no sé si calculada o no, permite que Batasuna vaya, que los que no han sido capaces de despegarse de ETA marchen por la paz y el diálogo. La rectificación del propio Ibarretxe es el reconocimiento de su error. Tenía que haber sido mucho más contundente para dar respuesta al sentimiento de la sociedad vasca contra el atentado de Barajas y a favor de la paz y el diálogo entre los demócratas. Y lo que hace es arremeter contra el PSE, como si él fuera un extraterrestre sin responsabilidad en todo esto.

P. ¿Ustedes barajaban la convocatoria de una marcha por parte de Gesto por la Paz?

R. Era una posibilidad para que los partidos no fuéramos causa de división. Lo fundamental es que los ciudadanos se manifestaran juntos contra ETA. Y pensábamos que Gesto podía aglutinar a toda la sociedad vasca, en lugar de los partidos, que tenemos nuestras rencillas particulares. Pero el lehendakari no lo quiso asumir e hizo su convocatoria unilateral. Y con un lema ambiguo. Y, aún así, decidimos que era el momento de la unidad. Tras el asesinato de Fernando Buesa, otra equivocación del lehendakari fracturó a la sociedad. Y sabemos los años que cuesta restañar esas heridas en la sociedad.

P. ¿Y si Batasuna hubiera aceptado acudir a la convocatoria?

R. Me hubiese gustado decir que bienvenidos a esta parte de la línea de los que rechazamos el terrorismo. Pero Batasuna ya nos había dicho estos días que es incapaz de condenar el atentado que ha enterrado las esperanzas de paz. Si se hubiese sumado con su propia pancarta, hubiese sido una provocación, una contramanifestación.

P. El PP no irá a la marcha de Madrid. ¿Han hablado con ellos para que se sumen a la de Bilbao?

R. Desde el minuto uno el PP ha decidido que no iba. ¿Cómo se puede decir a los dos grandes sindicatos que tienen que incluir la palabra libertad en una pancarta, como si no supieran que la paz que defendemos los demócratas inevitablemente tiene que venir acompañada de libertad? UGT y CC OO han sufrido lo que es paz sin libertad en el franquismo. Y en Euskadi, allá cada uno con sus responsabilidades. El PSE ha puesto por encima de sus siglas la unidad. El PP ha puesto las suyas por encima de la unidad de los demócratas. El PP debería estar en las dos porque no debe dejar huérfano a su electorado para que exprese en la calle el sentimiento que todos tenemos.

P. ¿Tienen la sensación de que Batasuna ha estado en este proceso siempre tutelada por ETA?

R. Creíamos que había una posibilidad de resolver el problema del terrorismo. La idea era integrar en democracia a quien ha vivido hasta ahora al margen del Estado de derecho. Pero tenían que hacer el recorrido de asumir los principios democráticos. Creímos que había una apuesta, que nace de la propuesta de Anoeta, de sacar el conflicto de las calles y transformarlo en política en una mesa.

P. ¿Pensaron que fueron sinceros al dar ese paso?

R. Claro, por eso nace el proceso. Todos creímos, salvo el PP, que estábamos ante la mejor oportunidad en la historia para acabar con la violencia e integrarlos. Nos sentimos defraudados y engañados por ese mundo. Ahora Otegi dice todo el día que el proceso es más necesario que nunca. Pero no han cumplido las más mínimas reglas de lo que es un proceso de paz y un proceso político democrático. La democracia es radicalmente incompatible con la violencia, y quien haga una apuesta de ese tipo debe alejarse de ella. Y ese mundo no lo ha hecho, ha funcionado como un títere de una banda terrorista.

P. Difícilmente volverán a tener contactos con ellos.

R. Desde luego. Y cualquier otro intento de proceso de paz tiene que nacer de unas bases diferentes. En Barajas se entierra el proceso de paz, las bases del diálogo, pero también la credibilidad de la izquierda abertzale.

P. ¿Camina ese mundo hacia el suicidio político?

R. Me gustaría que hubiera una reacción ahí. Si de verdad hay gente que apuesta por la política, por un proceso democrático, que tenga el coraje para alejarse de quien lo ha arruinado todo. Hace falta valor para asumir su responsabilidad y ponerse delante del espejo público para decir que quieren hacer política como los demás. Lo contrario sería aceptar que es mentira todo lo que nos han contado de su apuesta por la política.

P. ¿El propio Zapatero dijo en la última Ejecutiva que la política aún tiene mucho que hacer para lograr la paz?

R. Es que el fin dialogado de la violencia no es algo que se haya inventado Zapatero. Ya estaba en el Pacto de Ajuria Enea. Pero necesitará tiempo y unas bases diferentes. ETA ha dinamitado las bases sobre las que se ha construido este proceso. El nuevo deberá nacer de que todos veamos de manera inequívoca la desaparición de ETA.

P. Se abre un nuevo ciclo, con una nueva generación etarra.

R. Por eso la importancia de que ese mundo reaccione, se plante y diga alto que la violencia lo único que provoca en este país es dolor y ningún avance en sus reivindicaciones políticas.

P. ¿Después de todo, no creen que han cometido errores?

R. No hay error. Todos creíamos que había bases para lograrlo.

P. En la última reunión con los responsables de ETA en diciembre parecía que el proceso no se rompía. ¿Qué ha pasado?

R. Desconozco si eso es así. Si el diálogo que Zapatero autorizó para poner fin a la violencia se ha producido de verdad en serio en algún momento. Lo que hemos visto es que ha habido un cambio radical en sus posiciones. De un discurso de Anoeta en el que se alejaba de la violencia, sin condiciones y reconociendo la pluralidad vasca, y de esa declaración del alto el fuego de ETA sin condicionamiento político, pasan a intentar imponer Navarra y la autodeterminación e independencia a la sociedad vasca. Ellos cambian el planteamiento inicial y la base del proceso. No vamos a interpretar a un mundo sin lógica, una ETA que dice que mantiene un alto el fuego compatible con bombas.

P. Queda la complicidad entre PNV y PSE. ¿Hay bases para un gran acuerdo de convivencia?

R. Complicidad que yo quiero mantener. Pero que nadie saque de ahí conclusiones extrañas, como que es la antesala de unos pactos de Gobierno. Eso se ventilará en las urnas. Tiene que ver con el entendimiento de las dos grandes sensibilidades, nacionalistas y los que no lo somos, para definir un marco de convivencia.El líder del PSE, Patxi López (Portugalete, 1959), se siente "defraudado y engañado" por Batasuna por haber apostado en Anoeta (2004) por alejarse de la violencia y hacer política, pero ser incapaz ahora de rechazar el atentado de Barajas. Un atentado que ha enterrado este proceso de paz, sus bases, pero sobre todo "la credibilidad de la izquierda abertzale". López se queda con la complicidad forjada con el PNV en estos meses para construir un proyecto de convivencia para Euskadi.

El secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, en la sede del PSE en Bilbao.
El secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, en la sede del PSE en Bilbao.SANTOS CIRILO

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