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Batasuna pide a ETA el cese unilateral e incondicional de la violencia

La izquierda 'abertzale' no tramitará su legalización hasta que la banda dé otro paso

Luis R. Aizpeolea

La izquierda abertzale ha reclamado a ETA un cese unilateral e incondicional de la violencia, según aseguraron ayer a EL PAÍS fuentes de ese ámbito político. Ha instado a la banda terrorista a dar ese paso sin exigir condiciones previas al Gobierno, ni políticas ni penitenciarias, a diferencia de lo sucedido en treguas anteriores. Fundamenta esa reclamación en el desarrollo de los principios Mitchell -que incluyen el desarme unilateral-, recogidos en su declaración de Alsasua de 2009 y aprobados por sus bases en el proceso asambleario posterior.

La izquierda abertzale ya ha trasladado a ETA que el futuro de su lucha está exclusivamente en fortalecer el movimiento político soberanista, que, en su opinión, a largo plazo puede ser mayoritario en la sociedad vasca. Confía ahora en que ETA dé ese paso, que se traduciría inicialmente en un alto el fuego permanente, verificable y con vocación de definitivo, tal y como reclamó el acuerdo de Gernika, suscrito en septiembre junto a Eusko Alkartasuna y Aralar.

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Hasta entonces la izquierda abertzale no presentará una candidatura para las elecciones municipales y forales de mayo, pues sabe que un intento así estaría abocado al fracaso, ya que sería bloqueado por el Ministerio del Interior y por los tribunales. Tampoco presentará una batalla de fondo por los presos etarras, aunque tiene previsto, cuando se den las condiciones, reivindicar la excarcelación de los reclusos enfermos y combatir legalmente la doctrina Parot sobre acumulación de penas.

Asimismo, ha precisado el papel de los mediadores internacionales, el grupo de premios Nobel irlandeses y sudafricanos que coordina el abogado Brian Currin, participante en los procesos de paz de Irlanda del Norte y Sudáfrica, y asesor hoy de la izquierda abertzale. Currin le ha pedido a los representantes de este ámbito político que renuncien a plantear condiciones previas al Gobierno, como hicieron en la declaración de Bruselas de marzo, en la que combinaron las exigencias de alto el fuego a la banda con otras al Ejecutivo. Currin les ha aconsejado que se centren en convencer a ETA del cese definitivo de la violencia y en buscar cobertura internacional al proceso, que no se iniciará hasta que la banda atienda su petición.

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Las miradas de la izquierda abertzale están puestas, pues, en ETA. Fuentes próximas a los mediadores internacionales señalan que la situación interna de la banda ha cambiado desde el verano, y que existen en su seno menos resistencias que hace unos meses a la nueva estrategia política de la izquierda abertzale, dado que el rechazo a la violencia está calando en la sociedad y en sus antiguas bases de apoyo político. A eso se suma el incesante acoso policial. Esas mismas fuentes confían en que ETA declarará un alto el fuego permanente y verificable antes de final de año, aunque precisan que la batalla no está decidida del todo porque pesa aún la inercia de quienes apuestan por permanecer quietos.

El Gobierno está tomando nota de todos estos movimientos. De ahí que el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, dijera el miércoles que "los pasos dados por la llamada izquierda abertzale, aunque insuficientes hoy, no van a ser en balde". Pero eso no significa que vaya a cambiar su política antiterrorista. No lo hará hasta que ETA abandone definitivamente las armas. Lo recordó el ministro del Interior, ya investido como vicepresidente primero, el viernes: "La política antiterrorista no ha cambiado un ápice".

Dirigentes <i>abertzales</i> en la reunión de la declaración de Gernika del pasado 25 de septiembre.
Dirigentes abertzales en la reunión de la declaración de Gernika del pasado 25 de septiembre.SANTOS CIRILO

Los últimos pasos en la fase terminal de la banda terrorista

- Alto el fuego de ETA [5 de septiembre]. La banda anuncia un alto el fuego con un vídeo en la radiotelevisión pública británica. Dice que tomó "la decisión hace ya algunos meses de no llevar a cabo acciones armadas ofensivas". Los Gobiernos español y vasco y los partidos lo ven insuficiente. La izquierda radical reclama dos días después que se le deje concurrir a las elecciones municipales.

- Pacto de Gernika [25 de septiembre]. Batasuna, EA y Aralar piden formalmente a ETA en Gernika (Guipúzcoa) una declaración que "sea expresión de su voluntad de un abandono definitivo de las armas". Dos etarras responden en Gara: "ETA tiene disposición para dar ese paso y también para ir más lejos, si se crean las condiciones", que son "activar y articular el diálogo".

- Declaración institucional [8 de octubre]. El lehendakari, Patxi López, abre la puerta por primera vez y desde el Parlamento vasco, a abrir un diálogo entre los partidos democráticos sobre el fin de ETA. Llega a asegurar que ya mantiene conversaciones con algunos de ellos, dando a entender que aún no es momento de extenderlas al resto de formaciones.

- La postura de Otegi [17

de octubre]. Desde la cárcel, Arnaldo Otegi asegura en una entrevista a EL PAÍS que rechaza la violencia armada, la kale borroka y la extorsión. Además, pide a la banda que declare sin marcar condiciones una tregua permanente y verificable, y califica de irreversible su "posición [a favor de] una solución pacífica y democrática".

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