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Dirigentes de la Internacional Fascista son investigados por el asesinato del líder 'abertzale' Santiago Brouard

Importantes dirigentes de la Internacional Fascista, algunos de ellos relacionados con la policía durante el franquismo, están siendo investigados por el asesinato del dirigente abertzale Santiago Brouard. Un informe de la policía incluido en el sumado recoge un mensaje que Interpol de Roma envió a Madrid, con fecha 27 de marzo de 1984, en el que Italia solicita información a efectos de extradición de Stefano delle Chiaie, Augusto Cauchi y Pier Luigi Concutelli. El mensaje indica que los tres neofascistas atentaron contra un miembro de ETA en el sur de Francia y secuestraron a otro y lo trasladaron a España.

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El informe de la Comisaría General de Información, que dirige el comisario Jesús Martínez, afirma también que, tras el examen microscópico de las armas utilizadas en el asesinato de Brouard, no se ha podido conocer el número de su fabricación "por estar sometido a un fuerte calor".La Comisaría General de Información ha enviado recientemente al juez que instruye el caso, Arturo González Yagüe, un informe en el que se recogen algunos datos sobre estos dirigentes de las denominadas tramas negras. Los dirigentes de la Internacional Fascista y de la extrema derecha italiana investigados en este caso son Stefano delle Chiaie, Alexandra Grocco, mujer de Elio Massagrande, Carlo Cicuttini, Augusto Cauchi Pier Luigi Concutelli y el ex miembro de la OAS -Organización del Ejército Secreto- Jean Pierre Chérid, jefe de uno de los más importantes comandos de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), fallecido el 19 de marzo de 1984 en Biarritz al estallarle una bomba con la que pretendía atentar contra siete etarras.

Chérid colaboraba con la policía española desde 1977, según re conoció a este periódico su familia, que también solicitó, tras su muerte, una indemnización al Ministerio del Interior, que dirige José Barrionuevo (ver EL PAÍS de 22 de junio de 1984).

Chérid no es investigado como autor material del asesinato de Brouard, puesto que ya había fa llecido, sino por si personas que estuvieron relacionadas con él hubíeran participado o tuvieran in formación sobre el atentado al di rigente de Herri Batasuna.

El informe reconoce que Chérid abrió en 1983 una pizzería en San Sebastián con un socio que no se cita. Al parecer, se trata de Giusseppe Calzona, un miembro de los GAL que estuvo detenido en España y fue puesto en libertad por la Audiencia Nacional.

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El ultraderechista Calzona llegó a España en 1973 y rápidamente se puso en contacto con destacados miembros de la Internacional Fascista como Stefano delle Chiaie y Augusto Cauchi. Estos dos últimos tomaron parte en mayo de 1976 en los denominados sucesos de Montejurra, donde los ultras partidarios de Sixto de Borbón asesinaron a dos jóvenes carlistas.

Un mensaje de Interpol

Delle Chiaie, Augusto Cauchi y Pier Luigi Concutelli fueron reclamados a España por Interpol de Roma el 27 de marzo de 1984 a efectos de extradición. La policía española contestó a Italia que desconocía su paradero, aunque las autoridades italianas creen que España sirve de refugio a muchos fascistas italianos reclamados por la justicia de su país.

Sin embarlo, la novedad que ofrece el denominado "mensaje condensado" de Interpol Roma consiste en que afirma que los tres fascistas habían perpetrado un atentado contra un miembro de ETA y habían arrollado a otro cuando conducía una motocicleta, lo narcotizaron y lo trasladaron a España. Estas, dos operaciones se estima que podrían tener relación con la desaparición en San Juan de Luz (País Vasco francés) eI 16 de octubre de 1983 de los refugiados vascos José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala. Desde aquella fecha no se ha vuelto a saber nada de ninguno de los dos.

Los tres fascistas italianos reclamados por Italia han sido detectados en numerosas ocasiones en España, donde se cree que se encuentran refugiados desdehace años. Augusto Cauchi fue condenado por el Tribunal de Arezzo a cinco años de prisión por reconstitución del Partido Fascista y es considerado uno de los personajes más importantes del organigrama de los movimientos terroristas ultraderechistas.

Cauchi fue uno de los primeros integrantes de la organización fascista Ordine Nuovo, y posteriormente se integró en el denominado Fronte Nazionale, que llevó a cabo atentados de diversa índole en las regiones de Toscana, Emilia y Lombardía. También se cree que participó en los sucesos de Montejurra. Actualmente está buscado por, las autoridades italianas por diversos delitos y se cree que se encuentra en España.

Carlo Cicuttini fue secretario de sección del neofascista Movimiento Social Italiano y estuvo relacionado con actividades del grupo ultraderechista Ordine Nuovo. Cicuttini, amigo de Delle Chiaie, estaba buscado en Italia como presunto autor de un atentado que causó la muerte de tres carabinieri y acusado de un intento de secuestro de un avión en 1972.

Posteriormente se trasladó a España, donde se relacionó con círculos de la Internacional Fascista. Fue detenido en Madrid en 1982 y lasautoridades italianas solicitaron su. extradición. La decisión de la Audiencia Nacional de denegar la extradición a Italia por considerar que se le reclamaba por "delitos políticos" fue considerada por el juez de Venecia Felice Casona de "vergonzosa".

El juez Casona, que se trasladó a Madrid en febrero de 1983, declaró que no sólo había venido a España por el caso Cicuttini sino también por "actividades de ultraderechistas realizadas entre espafloles e italianos". Cicuttini, del que se tienen informaciones de que estuvo relacionado con los servicios secretos franquistas, se cree que sigue viviendo en San Sebastián, ciudad donde estuvo refugiado mucho tiempo.

Sánchez Covisa

Elio Massagrande fue detenido en Madrid a principios de 1977, junto con otras nueve personas entre las que se encontraba el ultraderechista español Mariano Sánchez Covisa, por su relación con una fábrica ilegal de armas descubierta en la calle de Pelayo, de Madrid.

Massagránde y su esposa Alexandra Grocco estuvieron viviendo en un pueblo próximo a la localidad madrileña de Villalba hasta que se trasladaron a la Costa del Sol. Alexandra Grocco estuvo trabajando en la agencia de viajes Transalpino, en la madrileña plaza de España, relacionada con las actividades de los fascistas italianos en España. Massagrande y su mujer son considerados dirigentes de la extrema derecha italiana con ramificaciones internacionales. Estuvo condenado en Italia a cuatro años de prisión por la reconstrucción del Partido Fascista y participó en el intento de golpe de Estado del príncipe fascista Valerio Borghese en 1974.

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