Fuerte caída del PP en Canarias

El mapa político de las islas no es el mismo después del 13 de junio. El importante retroceso del Partido Popular, que pasa de 18 a 14 escaños en la Cámara regional, convirtiéndo a los socialistas en la segunda fuerza política del archipiélago, con 19 diputados, ha alterado el siempre ajustado equilibrio de poderes en Canarias. Mientras los nacionalistas consolidan su hegemonía parlamentaria, alcanzando la cifra histórica de 25 diputados (a los que habría que añadir los dos escaños de una colaboradora Agrupación Herreña de Independientes), los populares logran un resultado lo suficientemente negativo como para desatar la crisis en sus filas y provocar la caída de su candidato a la presidencia del Gobierno, José Miguel Bravo de Laguna. Ha sido el fracaso del PP el dato más significativo de una jornada electoral en la que el nuevo sistema electoral canario ha dejado a la Federación Nacionalista Canaria (FNC) de Dimas Martín fuera del Parlamento. Tan solo quince votos han separado al líder conejero de dos escaños en la Cámara autonómica, abriendo una etapa política sin la presencia de grupos minoritarios o de fuerzas insularistas, expulsadas de la escena política con las casi insalvables (sólo los herreños han conseguido superarlas) barreras electorales, que obligan a las formaciones a obtener un mínimo del 30% de los votos insulares, el 6% regional o en su defecto ser la lista más votada en su respectiva isla, unas condiciones que al líder de la FNC, Dimas Martín, le parecen tan discriminatorias "que pueden conducir a la radicalización de la vida política en las islas menores".

Todo apunta a que los nacionalistas buscaran la fórmula que les permita gobernar en solitario, pese a no contar con una mayoría suficiente. Aunque no han querido concretar la política de pactos, en CC se inclinan por formar Gobierno apoyándose en el respaldo parlamentario del PP, un acuerdo que los nacionalistas intentarán alcanzar con la dirección nacional del PP.