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Fomento reduce la iluminación en las autovías cántabras para ahorrar energía

El Ministerio de Fomento ha comenzado a cerrar el interruptor de las farolas que iluminan de noche las autovías en sus tramos no urbanos para ahorrar energía, según reconoció ayer un portavoz del departamento. Los primeros en sentir la medida han sido los conductores que circulan por la autovía del Cantábrico, según recoge El Diario Montañés tras recibir numerosas quejas de los usuarios.

El ministerio inició los apagones en agosto y piensa extenderlo a todas las autovías de su titularidad, pero no ha precisado el calendario de su aplicación. Tampoco ha ofrecido una valoración de los riesgos ni su justificación económica.

Todos los sectorces vinculados con el uso de la carretera y la seguridad vial han mostrado su estrañeza por el apagón decretato por el ministerio que dirige Francisco Álvarez-Cascos. La Asociación Española de la Carretera hizo un estudio en los años 90 donde se acreditaba que la probabilidad de tener un accidente en condiciones de nocturnidad se multiplica por 2,8 respecto a las horas diurnas, a pesar de que la circulación y el índice de accidentes es mucho menor.

En Cantabria, la medida aplicada sin previo aviso ha causado malestar. Los ayuntamientos principales (Santander, Torrelavega, Castro Urdiales y Laredo), donde habitan unas 280.000 personas, casi la mitad del censo de esta comunidad autónoma, ya se han quejado, al igual que las asociaciones profesionales o los usuarios de las autovías Santander-límite con Vizcaya y Santander-límite con el Principado de Asturias.

La oscuridad afecta a decenas y decenas de farolas que en el curso de los últimos años se colocaron en los 'puntos negros', enclaves teóricamente más peligrosos como son los tramos de desaceleración para acceder a la autovía y de reducción de la velocidad para salir de ella.

Asentrasan, una de las grandes asociaciones profesionales de Cantabria, califica la medida del ministerio de auténtica chapuza. Su denuncia se propone convertirla en queja ante el propio ministerio. 'Si se han colocado unas farolas no será por una cuestión de estética o adorno sino para su uso'.

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'Se trata de apelar al más elemental sentido común. Está claro que no pueden prevalecer los criterios económicos en detrimento de la seguridad viaria', deplora el presidente de Aetrac, otra de las asociaciones.

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