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El CIS descarta preguntar sobre la sucesión de Aznar o el 'caso Gescartera'

Argumenta que a los españoles les falta información sobre esos temas

Javier Casqueiro

El presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas, Ricardo Montoro, ha valorado en las últimas semanas la posibilidad de preguntar en alguna encuesta sobre temas tan candentes como la sucesión de Aznar, el caso Gescartera, el posible matrimonio del príncipe Felipe con Eva Sannum, la reforma universitaria o el juicio de fondos reservados. Pero lo ha descartado. A Montoro le parecen asuntos 'muy complejos sobre los que la mayoría de los españoles no tiene información suficiente para un trabajo científico de la trascendencia que requiere el CIS'.

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La única manera de comprobar con datos oficiales del CIS la influencia del caso Gescartera sobre la imagen del Gobierno de José María Aznar, y más personalmente sobre los ministros directamente implicados, Rodrigo Rato y Cristóbal Montoro, se limitará a examinar con lupa la pregunta del barómetro político trimestral sobre la valoración de los miembros del Gabinete que hoy se dará a conocer en el Congreso. Rato siempre ha estado por encima del aprobado y entre los ministros mejor puntuados. Cristóbal Montoro disfrutaba de una posición intermedia con un alto grado de desconocimiento de la mayoría de los sondeados.

Ricardo Montoro, el presidente de este organismo dependiente del Ministerio de Presidencia, ha estudiado diversas opciones para sondear la opinión de los españoles sobre esos temas y las ha rechazado 'porque tendrían un componente más de morbo que del carácter científico que requiere el CIS'.

Montoro, preguntado ayer por EL PAÍS sobre si el CIS podría interrogar en algún momento en esas encuestas sobre Gescartera o la sucesión de José María Aznar, respondió: 'Con Gescartera y la sucesión de Aznar pasa como con otros temas que parecen de interés, como el futuro de Eva Sannum como prometida del príncipe Felipe, sobre la necesidad de la reforma universitaria o sobre la repercusión del juicio de los fondos reservados: para hacer un trabajo con el estilo del CIS, con la vocación institucional de permanencia y de trascendencia del CIS, necesitamos que el asunto en cuestión esté lo suficientemente extendido entre la población española como para suponer que existe un nivel de información suficiente'.

El máximo responsable de este organismo autónomo, con categoría de director general dentro del organigrama del Ministerio de Presidencia, explicó que con ese tipo de asuntos 'tan complejos, sobre los que no existe una información suficiente y extendida en toda la población, se corre el riesgo de fracasar al tener que registrar luego unos niveles muy altos en los apartados de los que no saben o no contestan'. Montoro entiende que ese peligro lo pueden correr institutos de opinión privados pero no un centro con la historia y la categoría del CIS, que montó Manuel Fraga en 1963 y se refundó en 1977. Desde esa fecha, el CIS dispone en su banco de datos de una serie de 534 trabajos con preguntas sobre estimación política.

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Montoro esgrime a favor de sus argumentos para no abordar ahora asuntos tan polémicos y atractivos como la sucesión de Aznar o el caso Gescartera que el CIS persigue en sus objetivos 'el sentido de la trascendencia de los temas verdaderamente cuajados en la sociedad y que no estén condenados a desaparecer en breve tiempo'.

Sobre Gescartera en concreto, Montoro pensó incluir algunas preguntas en algún sondeo reciente. Al final aparcó esa decisión porque sostiene que ese debate está muy acotado al Parlamento y entre los partidos políticos. Pero intuye que Gescartera no le interesa a todo el mundo, como sí sucedió en enero pasado, cuando el centro planteó numerosas preguntas sobre la crisis de las vacas locas.

Para intentar demostrar que el descarte de esas preguntas no obedece a ninguna doctrina política dictada por el Gobierno del PP, Montoro replica que también barajó la posibilidad de interrogar sobre el juicio de los fondos reservados que ahora se dilucida. O sobre un asunto de tanto calado como el Plan Hidrológico Nacional. Se sopesaron diversas fórmulas y al final se desecharon. Sobre todo, asegura Montoro, porque no surgía una manera sencilla de plantear esas cuestiones tan complejas.

El CIS sí realizó una serie amplia de preguntas a finales de septiembre sobre las consecuencias de la guerra desatada contra el terrorismo tras los atentados contra EEUU del 11 de septiembre y en el barómetro que se presentará hoy se desarrollan de nuevo algunos de esos temas.

'Políticos, sospechosos'

La respuesta que Montoro da a por qué el CIS no se adentra en la polémica sobre la sucesión de Aznar, él mismo reconoce que es cuando menos subjetiva. El presidente del CIS interpreta que sería poco científico, muy especulativo y casi una trampa hacer ese tipo de preguntas tan personalizadas sobre posibles candidatos a suceder a Aznar con nombres y apellidos. Montoro piensa que interrogar a los españoles sobre su opinión de un político concreto es algo abocado al fracaso porque en principio todos los políticos, y más los que están en el Gobierno, son vistos 'como seres sospechosos'.

El presidente del CIS recuerda, para subrayar esa opinión, que en las encuestas de este organismo oficial la mayoría de los políticos obtienen unos índices de conocimiento muy bajos. A pesar de que el CIS relaciona, en el caso de los ministros, su nombre con la cartera específica que ocupan en el Gobierno.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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