Cae 'El llanero', representante de los 'narcos' colombianos en España
El detenido trabajaba para productores de Cali y exploraba fórmulas para introducir la cocaína a través de los "puntos débiles" de los puertos y aeropuertos
Era el jefe pero se comportaba como un empleado más. El llanero, uno de los principales representantes en España de los cárteles colombianos, fue cazado in fraganti en febrero cuando intentaba recoger una partida de cocaína de un piso de Madrid, donde su organización almacenaba la droga antes de distribuirla. "Estaba a pie de obra, como uno más", se sorprenden desde la unidad de la Policía Nacional que combate el crimen organizado. La vivienda, conocida en el argot delincuencial como piso de seguridad, era utilizada por la banda para custodiar la mercancía y evitar, así, el robo de bandas rivales.
La investigación detectó los movimientos del arrestado tras recibir en octubre sendos informes de los servicios de inteligencia colombianos y la Fiscalía General del Estado, que advertían de la presencia del narco. Tres meses de seguimientos y vigilancia confirmaron las sospechas: El llanero había llegado para quedarse y extender las redes de los traficantes colombianos en España, principal consumidor de cocaína de Europa.
Frialdad y sangre fría
Con frialdad y sangre fría, El llanero estudió el mercado español de la cocaína. Pretendía este hombre de 45 años, cauteloso y formas amables, explorar nuevas vías para introducir la droga a través de puertos y aeropuertos. Su misión era similar a la del representante que abre una oficina comercial en otro país. El llanero no sólo era eso. También actuaba como financista, encargado de asegurar las transacciones y de confirmar que nada enturbiaba la compraventa de la coca.
La investigación sospecha que el detenido trabajaba para 15 productores de Cali, que todavía no han sido identificados. Además, enmarca su figura en la eclosión de narcotraficantes, como los hermanos Calle Serna o Los Comba, que adquirieron protagonismo tras la muerte de Wílber Varela, Jabón, que llegó a convertirse en el jefe del Cartel del Norte del Valle, uno de los grupos mafiosos más crueles y sanguinarios de la convulsa historia del narcotráfico colombiano.
La detención de El Llanero se completó con el arresto de otros cuatro narcos colombianos (tres hombres y una mujer), de entre 25 y 45 años y la incautación de 300 kilos de cocaína, de un 70% de pureza, cuya venta habría reportado a la organización nueve millones de euros (el triple en el menudeo).
