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Calvario de Semana Santa para los españoles en Brasil

Exteriores advierte a los viajeros de las dificultades para entrar en el país

La Semana Santa puede convertirse en un calvario para los españoles que pretenden viajar en los próximos días a Brasil. El Ministerio de Asuntos Exteriores, que dirige en funciones Miguel Ángel Moratinos, les advirtió ayer de lo que les espera: "Las autoridades brasileñas están aplicando con mayor rigor los controles de inmigración en sus aeropuertos internacionales. Se recomienda, antes de iniciar el viaje, informarse en la Embajada y consulados generales de ese país en España sobre los requisitos necesarios para entrar en territorio brasileño", señalaba una "nota importante" incluida en su página web.

En los aeropuertos brasileños, los españoles están siendo apartados del resto de los viajeros y sometidos a controles estrictos. La carencia de una reserva de hotel es motivo suficiente para que los funcionarios de fronteras les impidan la entrada en el país. A pesar de esa situación y del comunicado del Ministerio, las grandes agencias de viajes, como El Corte Inglés, todavía no han recibido orden de advertir a los clientes que reservan billete para Brasil de las dificultades que les aguardan.

Aunque el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva rechaza calificar de represalia lo que está haciendo con los viajeros españoles -prefiere hablar de "trato recíproco"-, lo cierto es que su actitud para con ellos se endureció justo después de que la prensa del país suramericano publicara numerosos testimonios de brasileños que aseguraban haber sido rechazados sin razón aparente y con malos modos en el aeropuerto de Barajas. Lula aseguró incluso que llamaría al jefe del Gobierno español, José Luiz Rodríguez Zapatero, para trasladarle su malestar.

El Ministerio del Interior, del que depende el control de las fronteras, se declara sorprendido por la actitud de Brasil. "Seguimos aplicando las mismas normas de acceso al territorio Schengen que hace un año", asegura un portavoz del departamento. Y para demostrar que no existe trato discriminatorio contra los brasileños, echa mano de las estadísticas. De los 24.355 extranjeros rechazados el año pasado en los puertos y aeropuertos, sólo 3.083 fueron brasileños. Es cierto que en los tres primeros meses de este año fue impedida la entrada de un millar de ciudadanos de ese país, "pero eso se debe a que han llegado muchos más", según el portavoz citado. Un buen ejemplo de ello es lo sucedido en enero. Durante ese mes fueron rechazados 428 brasileños, pero les fue concedida la entrada a otros 13.722.

El aumento del número de brasileños que cada día aterrizan en España hace pensar a los expertos policiales en extranjería que las redes de tráfico irregular de inmigrantes están aprovechando el hecho de que Europa no exige visado a los ciudadanos de Brasil para convertir a ese país en una la plataforma de emigración ilegal hacia España. "Lo mismo", recuerdan, "ocurrió con Ecuador, Colombia y Bolivia. En cuanto la Unión Europea exigía el visado a uno de esos países, los flujos ilegales se desplazaban al siguiente".

Reunión del embajador español en Brasil, Ricardo Peidró (centro) el martes, con senadores brasileños
Reunión del embajador español en Brasil, Ricardo Peidró (centro) el martes, con senadores brasileñosEFE
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