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Reportaje:

Camps, más fuerte que nunca

Rajoy ha aceptado a 10 imputados en las listas para evitar una guerra con él - Dirigentes del PP expresan en privado su decepción por la actitud del líder

Carlos E. Cué

"El Partido Popular será implacable con la corrupción". La frase es de Mariano Rajoy hace solo un año. En plena crisis por el caso Gürtel, el líder del PP prometía y prometía. El partido ofreció un pacto contra la corrupción al PSOE, llegó incluso a aprobar un nuevo código ético, ya que el anterior no se había tocado desde otro escándalo de corrupción, el caso Naseiro.

Pero todo eso era cuando Rajoy no despuntaba en las encuestas. Era antes de que el viraje del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en mayo, cuando anunció los recortes sociales, hiciera al PSOE desplomarse en los sondeos y al PP, que no sube pero se mantiene, alejarse hasta los 16 puntos de ventaja. Desde entonces, la actitud de Mariano Rajoy ha cambiado por completo. Tanto, que ayer varios dirigentes del partido consultados estaban entre sorprendidos y decepcionados por la noticia que aparecía en la portada de EL PAÍS: Rajoy acepta hasta 10 implicados en corrupción en las listas de Francisco Camps.

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La decisión de mantener a Camps, que se hizo pública hace un mes, era esperada. Pero muchos dirigentes pensaban que al menos habría algún gesto por parte de Rajoy, alguna exclusión de las listas de alguno de los casos más escandalosos. No existió. Nadie se quedó fuera, por graves que sean los delitos que se les imputan y por escandalosos que hayan sido los datos, fotografías o conversaciones publicadas por la prensa.

Aunque está muy asumido y el partido es una balsa de aceite ahora que las encuestas le sonríen -esto es, no hay protestas- nadie acaba de entender por qué Rajoy arriesga tanto con Camps, y muchos temen que pueda explotarle el asunto en plena campaña de las generales.

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Pero si sorprende a los consultados -y en algunos casos indigna- que Camps ganara la partida de ser candidato pese a estar al borde de sentarse en el banquillo por cohecho, más extraño les parece que Rajoy ni siquiera haya podido convencerle de que soltara algún lastre como hizo Esperanza Aguirre con sus consejeros y alcaldes implicados en el caso Gürtel. La explicación que dan los dirigentes consultados es simple y dura. Por un lado, señalan, Rajoy cree tanto en la filosofía del "dejar hacer" que le ha dado manos libres a Camps para dibujar la lista a su antojo. Con tal de evitar una guerra con el valenciano, ha tragado con 10 implicados. Por otro lado, Camps, explican, no podía y no quería quitar a ningún implicado en corrupción porque él mantiene la tesis de que todo es un invento de la policía y los fiscales -aunque es un juez quien va a llevarle a juicio- y es él mismo el principal afectado, por lo que si quitara a cualquiera, como Ricardo Costa o Vicente Rambla, se volvería contra él.

Aún más ha sorprendido que cuando se pensaba que Camps estaba débil internamente y no contaba con la confianza de Rajoy, Génova le ha permitido acabar con casi todos los zaplanistas en Alicante. Camps está más fuerte que nunca, gracias a Rajoy.

El presidente del PP de Alicante, José Joaquín Ripoll, en una reunión con alcaldes del partido en la provincia.
El presidente del PP de Alicante, José Joaquín Ripoll, en una reunión con alcaldes del partido en la provincia.JOAQUÍN DE HARO

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