El PP acusa a Rubalcaba de "exculpar" a Chávez del adiestramiento de etarras

La polémica por la confesión de dos etarras que aseguraron haberse entrenado en 2008 en Venezuela arrecia. Mientras Caracas se muestra ahora colaboradora con las autoridades españolas para esclarecer la declaración de Xabier Atristrain y Juan Carlos Besance, el Partido Popular ha ampliado su ofensiva y, tras pedir la comparecencia del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, para explicar lo sucedido, es el titular de Interior el objeto de los ataques de la oposición.

En una entrevista en la cadena Cope, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha acusado a Alfredo Pérez Rubalcaba de "exculpar a Chávez sin ofrcer explicación alguna", lo que ha calificado de "asombroso". Cospedal ha asegurado que el Ejecutivo español no puede "aguantar sin hacer absolutamente nada ante estas vejaciones e insultos continuos" del Gobierno venezolano.

El ministro del Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, contradijo ayer al presidente venezolano, Hugo Chávez, quien restó veracidad a la confesión de los etarras. Rubalcaba dio credibilidad a su confesión, aunque consideró que el Gobierno de Chávez no está implicado en los hechos. "Interior da verosimilitud a este episodio. Eso no quiere decir que el Gobierno venezolano haya tenido algo que ver con esos entrenamientos, no hay nada que pueda hacer sospechar eso", dijo en una comparecencia ante los medios en el Senado.

Rubalcaba hizo también referencia al etarra Arturo Cubillas [deportado a Venezuela en 1989 y sobre el que pesa una orden de detención española], que se encargó de acompañar a Atristain y Besance y facilitarles los movimientos por el país, según la declaración de estos. "Cubillas tiene una relación seria con ETA. Se ha pedido que se investigue si es así y el Gobierno venezolano ha respondido que sí", explicó el titular de Interior, que añadió que España ha solicitado a la policía venezolana que la colaboración en la lucha antiterrorista, "que ha mejorado últimamente", se incremente. Cubillas tiene un puesto en el Ministerio de Trabajo de Venezuela, según ha informado la cadena Antena 3, que ha difundido unas imágenes recientes del etarra entrando al edificio ministerial en Caracas. La cadena de televisión también ha logrado imágenes de su mujer en un campo de entrenamiento de etarras, guerrilleros tupamaros y militantes de las FARC en un campo de entrenamiento de paradero desconocido.

Por su parte, el Ejecutivo venezolano trata también de apaciguar los ánimos. Si ayer el presidente Chávez "refutaba" cualquier vínculo con la banda terrorista y el embajador del país latinoamericano en Madrid, Isaías Rodríguez, insinuaba que las confesiones de Xabier Atristrain y Juan Carlos Besance pudieron ser obtenidas mediante tortura, esta noche el ministro de Exteriores Nicolás Maduro ha asegurado haber activado "los mecanismos de cooperación con España en todos los sentidos" para aclarar cuanto antes el asunto.

En una entrevista con la cadena Venevisión, Maduro ha reiterado que el Estado venezolano y el Gobierno del presidente Hugo Chávez "nunca y jamás han tenido relación, de ningún tipo, con esta organización terrorista de origen vasco llamada ETA", reafirmándose en lo que pocas horas antes había declarado en Telesur: la existencia de una campaña "permanente", que tiene eco principalmente en medios impresos, para "destruir las relaciones (de España y Venezuela)".

Voto de confianza

Las declaraciones de Rubalcaba suponen un voto de confianza a Caracas. Aunque el ministro de Interior reconoció que "durante un tiempo Venezuela ha sido un cierto respiro para ETA", cada vez más presionada en Francia, aseguró que el Gobierno de Chávez "está poniéndose las pilas en los últimos meses", y le instó a "trabajar más intensamente" porque la falta de control con la que se movían los etarras en dicho país "no puede volver a repetirse".

Rubalcaba no quiso polemizar con el embajador venezolano en Madrid, Isaías Rodríguez, quien insinuó que las confesiones de los etarras pudieron ser obtenidas mediante tortura, con el argumento de que este ya había rectificado.

Por su parte el PP, por boca del senador Dionisio García Carnero, pidió al ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, que se retire el plácet al embajador venezolano en Madrid y se llame a consultas al embajador español en Caracas. Moratinos no pudo contestar a esta demanda porque había agotado su tiempo de intervención, como le recordó el presidente del Senado, Javier Rojo, quien, pese a las protestas, se negó a permitir que Moratinos respondiese al senador del PP. El ministro tampoco aclaró después, ante las preguntas de los periodistas en los pasillos del Senado, si pensaba tomar medidas, aunque fuentes de su departamento lo descartaron por completo.

De momento, Exteriores se ha limitado a pedir información a Caracas y a trasladarle el auto del juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, que refleja la confesión de los etarras. Además, un portavoz de dicho departamento calificó de "adecuada" y "contundente" la respuesta de Chávez, quien subrayó que los canales de cooperación entre los dos países están listos para ser activados "cuando los órganos competentes lo requieran".