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La precampaña para las elecciones generales

Cascos se opone a que los ediles populares opten al Congreso

El PP busca que otros tres alcaldes arropen a Gallardón

La olla a presión en la que se ha convertido el PP por el silencio de Mariano Rajoy con las listas electorales recibió ayer un nuevo golpe de calor. El ex secretario general del PP, Francisco Álvarez-Cascos, hombre fuerte del partido en los años 90 y retirado de la política, rompió un silencio de meses para declarar a dos diarios asturianos que es contrario a la inclusión de alcaldes en las candidaturas al Congreso. En su opinión, los estatutos del PP, aprobados en 1993, bajo su mandato, hacen incompatible el desempeño simultáneo de varios cargos públicos.

Esta advertencia a Rajoy llega a sólo tres días de que se haga pública la más que probable inclusión del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, en la lista al Congreso. Todos los dirigentes consultados y fuentes cercanas a Gallardón lo dan por hecho, y lo sitúan de número cuatro, tras Eduardo Zaplana (3) y un número dos, aún una incógnita.

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Para hacer más digerible la inclusión de Gallardón, polémica y rechazada por Esperanza Aguirre, su gran rival política, la dirección del PP intenta incorporar a otros tres alcaldes como cabezas de lista y aprovechar también su tirón electoral. Se trata de Gabino de Lorenzo (Oviedo), Teófila Martínez (Cádiz) y Rita Barberá (Valencia). Esta última, cercana a Aguirre, se opone entre otras cosas, para no servir de pretexto a la inclusión de Gallardón. Fuentes cercanas a Rajoy confían en que la convenza.

Cascos rompió ayer con estruendo su silencio después de que se confirmara que De Lorenzo encabezará la candidatura asturiana, una noticia adelantada por Abc. El ex vicepresidente del Gobierno de José María Aznar señaló que la incompatibilidad en los estatutos del PP, que él impulsó como secretario general, es una medida "vigente" y "válida". "Y si no", apostilló, "que se lean los estatutos". Cascos sostiene que haber establecido incompatibilidades con el fin de que "cada uno se dedicara a lo que tenía que dedicarse en beneficio del partido" fue "un éxito". "Y lo que fue bueno entonces es bueno ahora". "Yo me responsabilizo de esta norma", añadió.

La tensión por las listas se respira en el PP. Y Rajoy sigue sin hablar con los principales afectados. El sábado, subió a un autobús electoral con Aguirre, su mano derecha, Ignacio González, y Ruiz-Gallardón. Recorrieron el paseo de la Castellana de Madrid. Pero en vez de hablar de lo que más les preocupa a todos, nadie sacó el asunto, de las listas según fuentes cercanas a los dos sectores, y se dedicaron a comentar el viaje de Rajoy al País Vasco el día anterior.

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Mariano Rajoy, en Alcázar de San Juan, con unos agricultores que le regalaron productos de la tierra.
Mariano Rajoy, en Alcázar de San Juan, con unos agricultores que le regalaron productos de la tierra.EFE

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