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Cataluña bajará el sueldo a los funcionarios y sopesa el copago

La Generalitat subirá precios públicos para alcanzar el objetivo de déficit en 2012

El Gobierno de la Generalitat se vio avalado el domingo en las urnas con la victoria de Convergència i Unió y respondió ayer redoblando los recortes que han marcado su mandato desde que, hace casi un año, venciera las elecciones autonómicas. El presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, anunció un plan que servirá para ahorrar 1.000 millones y que incluirá la reducción del sueldo de los empleados públicos catalanes, una fórmula de copago que la Administración está sopesando, la subida de tasas y precios públicos y la venta de patrimonio catalán. El plan, que, de momento, es poco concreto, tomará forma en los Presupuestos de 2012, que la Generalitat prevé presentar en el Parlamento catalán a mediados de diciembre. El objetivo es seguir reduciendo el déficit público del 4,2% del año pasado al 1,3% al cierre de 2012, lo cual Mas aseguró que cumplirán a rajatabla.

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La vicepresidenta del Gobierno, Joana Ortega, deberá emprender la reducción del sueldo de funcionarios y empleados públicos. En Cataluña hay 231.013 trabajadores públicos entre personal que depende de cada departamento (por ejemplo, los médicos o los profesores), y los empleados de empresas públicas. La administración catalana solo tiene poder para modificar el complemento específico de sueldo que paga, de alrededor del 30% de la nómina final. "No serán reducciones importantes en porcentaje. Será un sacrificio, un esfuerzo de la función pública para no tocar las líneas rojas del Estado del Bienestar", apuntó Mas, que quiso demostrar que predica con el ejemplo anunciando una reducción en las percepciones de los altos cargos. Como ha sucedido este año, Mas, sus consejeros, y el resto de altos cargos prescindirán de una paga extra. "La reducción del sueldo para los funcionarios será menor que la nuestra", defendió Mas. Estas medidas, apuntó, quedarán suspendidas si el nuevo Gobierno del PP decide hacer su propia reducción de nóminas.

La Generalitat sopesa incluir en estos presupuestos fórmulas de copago sanitario. Mas evitó referirse al término -"el copago, puro y duro, no es lo que hace falta"-, pero reconoció que está buscando fórmulas para "poner barreras al uso excesivo de la sanidad". Mas habló de la introducción de un "tique moderador", pero no detalló qué significaba esa expresión. Solo puso como ejemplo de uso excesivo las recetas y evitó concretar qué servicios pueden verse afectados. "No se pagará por acceder al hospital o al centro de atención primaria", se escudó el presidente.

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Las medidas para ahorrar incluyen la subida de tasas y precios públicos. Aumentarán las tasas universitarias y los transportes públicos, una cifra todavía por cuantificar. También subirá el canon del agua, un gravamen que este año ya ha aumentado un 8,5% -la Agencia Catalana del Agua está al borde de la quiebra-, y el llamado céntimo sanitario para la gasolina. La Generalitat cobra ahora mismo 0,024 euros por litro, una cifra que podría duplicarse. El Ejecutivo catalán, que también recibe la parte del impuesto que procede del Estado, recauda en total por esa partida 272,9 millones de euros anuales. "Queremos implantar un recargo pequeño, que nos ayude a mejorar nuestras políticas medioambientales. Con las subidas de precios, la Generalitat intenta equilibrar la pérdida de gastos con la subida de ingresos, aunque no tocará ningún impuesto. Mas solo se comprometió a mantener el tipo máximo de IRPF en la cota más alta.

Con esta medida, el presidente quiere evitar que la tijera vuelva a incidir en ciertos servicios. "En algunos casos hemos tocado fondo: si continuáramos recortando igual pondríamos en riesgo servicios para la ciudadanía". Mas admitió que la lejanía de elecciones -faltan dos años para las europeas-, facilitará el papel a la Generalitat. El Gobierno catalán prevé ahorrar 1.000 millones de euros: según los cálculos del Ejecutivo, el dinero que no se logre con la subida de tasas se quitará de la nómina de los trabajadores públicos. El paquete de medidas, sin embargo, no evitará que las tijeras vuelvan a usarse en los Presupuestos de 2012, aunque fuentes de Economía sostuvieron que no habrá una reducción tan brusca ni generalizada como la de este año.

La Generalitat ha diseñado este segundo plan de recortes calculando que el Gobierno central no abonará hasta 2013 los 1.450 millones que adeuda a Cataluña en concepto de fondo de competitividad. Siempre atento a poner en valor su promesa electoral, Mas aseguró que si Cataluña tuviera un mejor modelo de financiación no tendría que hacer estos recortes. "Todo esto no lo haríamos si tuviéramos el pacto fiscal".

Con su decisión, Mas se cierra en un panorama que le puede poner en apuros: la dependencia exclusiva del PP. Solo este partido se ha abierto a pactar estas medidas. Alicia Sánchez-Camacho puede vender caro el pacto: el PP no necesita a CiU tras lograr la mayoría absoluta en el Congreso.

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, ayer, al revelar sus planes de recortes.
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, ayer, al revelar sus planes de recortes.TONI ALBIR (EFE)

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