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La remodelación del Ejecutivo

Una transición sin ruptura

El hasta ahora presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, se encargará de las relaciones con las autonomías

El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, ha acudido hoy al Parlamento autonómico para firmar la renuncia a su acta de diputado andaluz por Cádiz y presentar su dimisión como presidente del Ejecutivo autonómico para incorporarse al nuevo Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Chaves llegó a la sede del Parlamento autonómico sobre las 12.20 horas acompañado del vicepresidente primero de la Junta y consejero de Presidencia, Gaspar Zarrías, y mantuvo un encuentro con la presidenta de la Cámara, Fuensanta Coves, a quien entregó su renuncia como parlamentario autonómico, 19 años después de haber sido elegido por primera vez como representante al Parlamento regional. Manuel Chaves, que ha sido presidente de la Junta de Andalucía desde 1990, vuelve a la política nacional para incorporarse a una de las Vicepresidencias del nuevo Gobierno central que planea Rodríguez Zapatero.

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La principal y única patria de Manuel Chaves tiene un nombre: Partido Socialista Obrero Español. Esa ha sido siempre su prioridad, en los momentos duros y en los maduros, y es la razón por la que por dos veces pospuso su relevo al frente de la presidencia de la Junta de Andalucía al ver que con su salida iba a dejar al partido en peores condiciones por la falta de consenso sobre el cambio. Chaves siempre consideró un grave error el modo en que Felipe González dejó la secretaría general del PSOE, en la inauguración del XXXII Congreso Federal que obligó a los dirigentes socialistas a buscar a un sustituto, Joaquín Almunia, que acabó dimitiendo tras perder las elecciones de 2000.

Pero tampoco quería acabar su vida política como lo hizo González: perdiendo las elecciones. Chaves ha ganado las seis veces a las que se ha presentado (1990, 1994, 1996, 2000, 2004 y 2008), las dos últimas por mayoría absoluta, pero era consciente de que su ciclo político en Andalucía estaba agotado tras más de 18 años al frente de la presidencia de la Junta. De acabar el mandato en 2012, habría sumado 22 años de los 30 que cumplirá su partido en el poder en la comunidad autónoma más poblada.

Con su futuro nombramiento como vicepresidente, Chaves vuelve a ocupar un puesto de responsabilidad en el Gobierno central, donde ya estuvo como ministro de Trabajo con Felipe González (1986-1989) y del que no quería salir ni muerto cuando le obligaron a sustituir a José Rodríguez de la Borbolla en Andalucía. Él mismo ha reconocido que si González le hubiera dado una indicación contraria a encabezar la lista del PSOE, se hubiera llevado "un alegrón impresionante", como reconoce en un libro de María Antonia Iglesias.

La propuesta que ha hecho Chaves a su partido para que lo sustituya es la de José Antonio Griñán, que es su agenda más privada, ya que es el único miembro del Gobierno con el que comparte fines de semana: cine y una cena con otros amigos -últimamente en un nuevo y céntrico restaurante italiano de Sevilla-. La opción de Griñán supone, a juicio de uno de los dirigentes consultados, una "transición sin ruptura porque da mucha seguridad al partido y es el que tiene más solvencia en el sector empresarial y sindical. No es un relevo que preocupe ni asuste a nadie". "Esto no genera problemas internos", aseguraba otra de las personas consultadas.

Las dos veces que Chaves intentó dejar la secretaría general en los dos últimos congresos regionales del PSOE -sin revelar si eso suponía dejar de inmediato la presidencia de la Junta- no hubo consenso interno. En la primera ocasión, pensó en Mar Moreno como sustituta, pero los recelos que esta despertaba, le aconsejaron otra opción más conservadora: dejar los trastos al número dos, Luis Pizarro. De nuevo intentó esta operación en el congreso regional de junio pasado y, esta vez tampoco no salió, porque en la amplia ronda de ronda de consultas que abrió comprobó que el "sentir mayoritario" era que continuase.

El salto de Chaves al Gobierno y su sustitución como presidente -también tiene que dejar su escaño por Cádiz- era una "hipótesis" considerada por algunos, aunque sí ha sorprendido que sea tan pronto. Algunos la situaban para dentro de un año, a mitad de legislatura, y otros a final de mandato.

Su marcha a Madrid y la llegada más que probable de Griñán al máximo cargo de representación de la Junta abren muchas interrogantes. Algunos creen que Chaves seguirá de secretario general del PSOE de Andalucía hasta el próximo congreso, ya que de lo contrario habría que celebrar uno extraordinario en un momento en el que todas las energías están concentradas en atajar la sangría de la crisis económica.Y otra interrogante que algunos ya se hacían es qué papel tendrá el actual vicepresidente primero, Gaspar Zarrías, en el futuro gabinete.

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