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Clara Rojas, recién liberada por las FARC, es "partidaria del diálogo"

Pablo Linde

Hace dos semanas, Clara Rojas, que fue candidata a la vicepresidencia del Gobierno colombiano, estaba secuestrada. Le habían quitado a su hijo, nacido en cautiverio, y hacía casi seis años que no veía a su familia ni sabía nada del exterior. Ayer, en Madrid, a donde llegó para participar en el IV Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo bajo el auspicio de FAES, fundación presidida por José María Aznar, se mostraba "partidaria del diálogo en todo sentido", a pesar del "trato inhumano" que le dispensaron sus captores desde que fue secuestrada el 23 de febrero de 2002.

"Hay que presionar o motivar a las FARC [Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia] para que liberen a los presos. Deben recapacitar y no echar mano de seres humanos que no tienen nada que ver con el conflicto". Esta abogada de 44 años también dijo que es "indispensable" que la guerrilla deje ir a sus rehenes si quiere ser excluida de las listas de organizaciones terroristas.

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Tan sólo 11 días después de su liberación, Rojas declaró: "Estoy rehaciendo mi vida con mi niño y mi familia, pero me apetecía mucho estar aquí". Su hijo Emmanuel, de tres años, y su madre Clara, que tiene que valerse de un andador para caminar, la han acompañado a España, a donde llegaron junto a otras víctimas colombianas.

"España es un modelo a seguir en la unión contra el terrorismo. En Colombia tenemos mucho que aprender", aseguró Rojas. Con la voz muy serena, dio gracias a todos los países que han colaborado en su liberación, como España, Francia, Argentina o Venezuela. Está especialmente satisfecha de la actuación del presidente de este último país, Hugo Chávez: "Ha sido un balón de oxígeno y ha logrado que el presidente [de Colombia] Álvaro Uribe cesase las operaciones militares en la zona donde me liberaron, algo indispensable para que la operación saliese bien".

En esa "vuelta a nacer", el pequeño Emmanuel es el principal incentivo para seguir adelante. "Para él ha sido muy duro nacer en la selva y ser separado de su madre, pero está asimilándolo muy bien". De su padre, Clara Rojas no tiene noticias, según respondía sonriente a decenas de periodistas de varios puntos del mundo que la recibieron ayer.

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

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