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Convergència apoya en Bruselas una marcha independentista

ERC envió un nutrido grupo de dirigentes a la manifestación

Andreu Missé

Miles de independentistas se manifestaron ayer por el centro de Bruselas reclamando un Estado catalán. La iniciativa, convocada por Deu mil a Brussel·les, congregó a unas 4.000 personas, (2.900, según la policía y 10.000 según los organizadores). La movilización ha sido apoyada por Convergència Democràtica de Catalunya representada por Àngel Colom, responsable de Inmigración, y Esquerra Republicana (ERC), que contó con una nutrida presencia de sus dirigentes. Su candidato a las próximas elecciones europeas, Oriol Junqueras, señaló que el objetivo de la marcha era "internacionalizar el derecho a decidir".

Fue una marcha de unas dos horas, dominada por el tono festivo y pacífico. La manifestación, que estaba previsto que se desarrollara en Madrid, se convocó de manera espontánea el pasado otoño a través de Internet. Enric Canela, promotor y portavoz de la iniciativa, manifestó que el objetivo era "manifestar que en Cataluña hay mucha gente que tiene ganas de ejercer el derecho a la autodeterminación".

"Queremos mostrar al mundo que en Cataluña existe un conflicto pacífico"

Al final del recorrido se leyó un manifiesto con los propósitos de la iniciativa. "Queremos", indica el documento, "que los partidos nacionales catalanes, de una vez por todas, pongan la independencia como objetivo en sus programas electorales y la autodeterminación como prioridad de su acción de Gobierno". "Desde aquí", añade, "queremos demostrar al mundo que en Cataluña existe un conflicto pacífico. Los catalanes tenemos el derecho a autodeterminarnos y queremos ejercer este derecho".

Junto a cientos de banderas catalanas con la estrella independentista, varias pancartas proclamaban Cataluña no es España, Cataluña próximo Estado de Europa y se recordaba procesos de independencia: 1944, Islandia; 1990, Lituania; 2006, Montenegro y 2008, Kosovo.

La manifestación envió una significativa advertencia al Tribunal Constitucional, que debe decidir sobre el Estatuto catalán. "Las aspiraciones de Cataluña", señala el manifiesto, "de tener una relación bilateral con España han ido reduciéndose hasta llegar al esperpéntico ridículo del Estatut, que se consolidará con la sentencia del Tribunal Constitucional español, en el que unos jueces parciales al servicio de los partidos españoles, decidirán contra la voluntad del pueblo expresada en las urnas". Anna Simó, portavoz de ERC en el Parlamento catalán, manifestó su satisfacción porque "hoy hay mucha más gente a favor del derecho a decidir que hace cinco o diez años".

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Una pancarta en inglés en la que se lee <i>Cataluña no es España</i>, en la marcha de ayer en Bruselas.
Una pancarta en inglés en la que se lee Cataluña no es España, en la marcha de ayer en Bruselas.EFE

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